jueves, 14 de julio de 2016

Crónica de un plantón anunciado (2 de 3). Una confluencia con pies de barro.


Artículo anterior del domingo, 3 de julio de 2016

Crónica de un plantón anunciado (2 de 3). Una confluencia con pies de barro.
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¿IU ha pactado sin lograr convencer ni a sus propios militantes? ¿Es eso? Entonces la miopía de Garzón sería peor. Rafael Reig

Es obvio que una parte de la base electoral de IU y PCE, ha dado la espalda a la candidatura de Unidos Podemos. ¿Sorpresa o plantón anunciado?



La decepción del podemismo, producto de la falsedad del axioma "la suma (siempre) multiplica". Pero también de no saber "leer" las encuestas.

Nunca antes un partido había llegado a cuantificar con tanta precisión milimétrica los votos que ha echado en falta, como ha sucedido ahora con Unidos Podemos. La razón es sencilla.

En el peor de los casos, se asumía como verdad indiscutible que la suma de votos de Podemos y de IU obtenidos en las pasadas elecciones del 20D, constituía un suelo mínimo seguro. Podemos y sus abducidas candidaturas catalana, valenciana y gallega, sumaron en torno a 5,2 millones de votos en diciembre, que junto con los 923.000 votos de IU hacen un total redondeado de 6,1 millones. Era ese suelo mínimo que dibujaba el peor de los escenarios posibles imaginado por Podemos y su satélite IU, basado en la simple suma.

A la hora de la verdad, los 5 millones de votos que obtuvo Podemos y sus organizaciones subalternas, están muy lejos de esos 6,1 millones que deberían haber sumado en el peor de los casos (por eso soy de los que piensan que el fracaso ha sido de dimensiones monumentales). Cuantificado con precisión el agujero de votos (1,1 millones en cifras redondas), la imaginación podemita recurrió como consuelo a un supuesto fraude electoral que necesariamente tendría que ser de tamaño gigantesco (a día de hoy, negado contundentemente por los líderes de Podemos).

En el mejor de los casos contemplados, es decir, en la previsión más optimista, el podemismo facilitó una borrachera de ilusión entre seguidores a partir de una falacia: la suma multiplica, de forma que ese 6,1 millones de votos del 20D (Podemos más IU) deberían convertirse en muchos más, suficientes incluso para ganar las elecciones. Hablo de falacia, porque electoralmente la suma no siempre multiplica, tal como se vendió como dogma de fe: también puede restar o simplemente sumar a secas. Y en esta ocasión restaba.

El falso axioma ('la suma multiplica' siempre) parecía tomar solidez en unas encuestas que los medios y lectores consumieron superficialmente, quedándose con titulares y despreciando la letra pequeña. En esta letra pequeña que pasaba desapercibida, entre otras cosas estaba el dato de indecisos (en realidad, muchos medios de comunicación tan siquiera lo mencionaban, porque no es un dato que "venda" la noticia, al interesar exclusivamente a un lector experto). Así, en el barómetro del CIS del mes de mayo, un mes antes de las elecciones, la encuesta oficial mostraba una enorme bolsa de un 32,4% de "indecisos", tecnicismo que no siempre tiene que ver con incertidumbre, porque engloba también una intención de voto que el encuestado no quiere revelar por razones muy diversas.

Insisto en que esto pasó desapercibido. Son pocas las personas que se preocupan por buscar este dato en la letra pequeña de las encuestas. Incluso ahora, cuando se marea la perdiz dándole vueltas al supuesto fallo de las mismas, prácticamente casi nadie se detiene a analizar ese dato fundamental para interpretarlas correctamente.

Esa intención oculta de voto, por encima del 30%, es una cifra elevadísima. Muy elevada. Por razones largas de explicar en las que no entraré para no extenderme, resultaba bastante obvio que ese "voto oculto" mayoritariamente no iría ni para Podemos ni para Ciudadanos, y sí para el PP o para el PSOE. Quizás las encuestas oficiales no hayan fallado tanto como la mayoría cree, y quizás tengamos que hablar de fallos en su interpretación y de lecturas incorrectas o incompletas. Como sucede con todo, la letra pequeña conviene leerla.

El elenco de doctores en Ciencias Políticas de Podemos, ¿no fue capaz de ver estas dos cosas? (A, la suma no siempre multiplica; B, había mucho voto oculto del PP y del PSOE en las encuestas). Tengo mis dudas...

Respecto a lo primero (la suma no siempre multiplica), Pablo Iglesia era consciente de ello hace meses, cuando declaró que la suma con IU restaría, dando por ello constantes calabazas a un Garzón que ejercía de pesado pagafantas. Sin embargo, la caída en las encuestas de la intención de voto a Podemos (lenta pero constante y sin pausa), y la subida de IU en las mismas encuestas (lenta pero constante y sin pausa), posiblemente fue motivo suficiente para los regentes de Podemos aceptasen la confluencia con IU que por activa y pasiva habían rechazado anteriormente. No les quedaba otra y además hicieron un buen negocio, ya que tal confluencia se hizo en condiciones muy ventajosas para Podemos y desventajosas para una IU que, gracias a un Garzón liquidador, se vendió a precio de saldo pese al incremento de su valor electoral.

Respecto a lo segundo (las encuestas y la bolsa de indecisos), estoy convencido de que los politólogos de Podemos se daban cuenta que esa intención de voto escondida serían votos del PP y del PSOE. De ahí que Podemos asumiese sin complejos elementos del discurso propio de la derecha más rancia, como apelar al patriotismo casposo, o a cosas como decir que en Podemos también hay gente monárquica y de derechas (Noelia Vera, cabeza de lista por Cádiz); o que se presentase como la verdadera socialdemocracia, recurriendo incluso a patéticos esperpentos como el de reivindicar la figura de Zapatero (conste que Pablo Iglesias ya la había reivindicado hace años en su tesis doctoral: "El baúl de la memoria. Cuando Zapatero era un referente progresista mundial para Pablo Iglesias").

Lo que posiblemente sí infravaloraron (la arrogancia y prepotencia provocan ceguera, y tanto Pablo Iglesias como Garzón desbordan en lo uno y en lo otro) fue la fuga de votos que estaba teniendo lugar por la izquierda. Me centraré en esto en el resto de la entrada y en la tercera parte pendiente de publicar.


Una confluencia con pies de barro.

La confluencia de IU con Podemos fue sometida a consulta de las bases de militantes y simpatizantes. Aunque desde el oficialismo de IU-PCE se alardeó del amplio apoyo obtenido en la consulta sobre la alianza con Podemos, el dato manejado por el garzonismo constituía una obscena manipulación de la realidad que al momento fue detectada por la mayoría.


Para empezar, la consulta fue todo un ejemplo de praxis política bananera:

A) Por un lado, se votaba a ciegas sin conocer términos y contenidos del posible acuerdo. Se invitaba a confluir con un partido que, el mismísimo Garzón, había terminado por reconocer (no le quedó más remedio) se estaba derechizando (véase tercera parte de la entrada). El rechazo que esto provocó fue plasmado por más de uno. En este mismo blog recogimos en su momento como ejemplo el artículo de Felipe Ramos, quien destacaba: "Se nos pide desde la dirección de IU que hagamos un acto de fe y que apoyemos una coalición electoral sin conocer ni la letra grande, ni la pequeña, del posible acuerdo".

B) Por otro lado, si lo califico de praxis política bananera es por cosas como la de incluir la opción abstencionista en la papeleta. Abstenerse es no votar, pero la cúpula política de IU-PCE diseñó un tipo de papeleta sui géneris, con la finalidad de contabilizar únicamente como abstención aquella que fuese marcada como tal en la papeleta. Fue un proceder kafkiano cargado de manipulación.


Haciendo gala de un proceder político bananero, los responsables de IU incluyeron la opción de la abstención en la papeleta. Una treta infantil para intentar camuflar la abstención real. El 2,4% de abstención que proclamaron los resultados oficiales, en realidad se trataba de un 72%. El garzonismo tomó por tontos a militantes y simpatizantes.


El tongo de la consulta provocó una abstención real muy significativa que trató de maquillarse con mentiras. El censo estaba compuesto por 22.000 militantes y 48.000 simpatizantes; de las 70.000 personas con derecho a voto, el 72% rechazó tomar parte en la consulta (fuente). Este nivel de participación es en si mismo muy significativo y expresa el fracaso del garzonismo al buscar el apoyo de las bases.


En efecto. Del 28% de votantes que participaron en la consulta interna, el 84,5% votó a favor; la opción "abstención" fue marcada por un 2,4%. El oficialismo garzonista alardeó de triunfalismo, tergiversando la realidad de forma insultante: 'el 84,5& de los militantes y simpatizantes de IU están a favor de la confluencia con Podemos' se nos dijo. Tal mentira resultaba grotesca porque solo el 24,2% de los militantes y simpatizantes respaldaron la confluencia. También el dato sobre la abstención fue manipulado por los responsables de IU: frente al 2,4% que indicaron, la abstención real fue el 72%. Si sumamos militantes y simpatizantes que no participaron y los que votaron "no", tenemos que el 75% no respaldó la convergencia planteada por el garzonismo. Solo 1 de cada 4 se mostró a favor de la alianza con el podemismo.







Después de todo esto, pensar que las bases electorales de IU respaldarían en las urnas mecánicamente la candidatura de Unidos Podemos, era poco menos que de ilusos.

El descontento por la confluencia con Podemos pronto se plasmó en algunos sondeos, realizados tras cerrarse el acuerdo entre IU y Podemos, y que apuntaban ya a que un porcentaje significativo de votantes tradicionales de IU no estaban dispuestos a apoyar en las urnas tal alianza. Fue, por tanto, una rebelión anunciada. Una de las encuestas del CIS mencionada hoy en el diario.es, mostraba que, al ser preguntados los votantes de IU sobre la posibilidad de votar alguna vez al podemismo, un 35% declaraba que bajo ninguna circunstancia (en la respuesta de 0 a 10, ese 35% marcaba la probabilidad cero); y más del 70% de esos votantes de IU, en la escala señalada, contestaba que la posibilidad era menos de 5.

La confluencia con Podemos fue pues una criatura que nació deforme. Era una confluencia... con pies de barro.

@VigneVT
Blog del viejo topo

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