El mundo ilusorio de Mohammed bin Salman
En un momento en el que el reino wahabí ha aprobado fuertes medidas de austeridad, él ha comprado un yate por valor de 500 millones de euros. El yate, que cuenta con una longitud de 134 metros, fue adquirido por Bin Salman mientras que hallaba veraneando en el sur de Francia, señala el periódico británico The Independent.
El príncipe Mohammed ha congelado los contratos del gobierno y ha propiciado una caída del 71% en el gasto público en 2016.
Comentando este tema, Joseph Kechichian, un miembro del Centro de Estudios Islámicos e Investigación Rey Faisal de Riad, dijo: “Estoy convencido de que la familia real saudí pone sus intereses por encima de todo lo demás”.
Por su parte, el New York Times ha comentado la irritación que ha causado en el seno de la familia real el precipitado y poco habitual ascenso del príncipe Mohammed bin Salman. El ascenso del príncipe, que fue elevado a la categoría de príncipe heredero por su padre, el rey Salman, cuando aquel tenía sólo 29 años, fue recibido con irritación por otros miembros de la familia real en un sistema en el que hasta ahora la edad contaba.
“Esto puso fin a las aspiraciones de sus parientes mayores, muchos de los cuales tenían décadas de experiencia en la vida pública y en sectores clave como el petróleo y la defensa. Algunos están irritados, aunque sólo lo muestran en privado”.
El voto de uno
“Arabia Saudí es una de las pocas monarquías absolutistas que quedan en el mundo, lo que significa que el príncipe Mohammad bin Salman recibió todos sus poderes con el voto de uno: su padre”, señala el Times refiriéndose al rey Salman.
Mohammed fue nombrado, también por su padre, ministro de Defensa y jefe del Consejo que supervisa la economía saudí así como jefe de la compañía petrolífera estatal Aramco.
Él ha tratado también de venderse a sí mismo en el exterior mediante viajes a algunas capitales, donde él es visto como una figura sin experiencia que intenta cambiar demasiado y demasiado aprisa.
Intrigas palaciegas
Según el Times, Mohammed puede estar ahora implicado en intrigas palaciegas para apartar del poder a su mayor rival, su tío y príncipe heredero Mohammed bin Nayef.
El artículo señala que Nayef ha dejado Arabia Saudí y reside en una mansión de su familia en Argelia, donde “él permanece incomunicado durante semanas y a menudo rehúsa responder a los mensajes de altos cargos saudíes y estrechos asociados en Washington.
“Esta larga ausencia en un momento de dificultades en el reino causadas por los bajos precios del petróleo y por la guerra de Yemen ha sido interpretada por responsables norteamericanos como un signo de preocupación de que su oportunidad de acceder al trono está en peligro”.
Guerra en Yemen
La guerra de Yemen ha debilitado, sin embargo, a Mohammed, que fue su promotor. El conflicto ha costado a Arabia Saudí decenas de miles de millones de dólares y una humillación para el reino”. “Los fracasos en la guerra han exacerbado las tensiones entre Mohammed y sus primos mayores”, señala el Times
Nayef, que es jefe de la Guardia Nacional, ni siquiera fue informado cuando la guerra se inició en marzo de 2015. Cuando el conflicto sufrió una escalada, Mohammed bin Salman viajó de vacaciones a las Islas Maldivas y estuvo desconectado de la campaña. El secretario de Defensa de EEUU, Ashton Carter, tuvo problemas para localizarle durante días durante su viaje.
Nayef, por su parte, se opuso a la guerra, aunque no lo ha admitido públicamente. “Si Mohammed bin Nayef hubiera querido ser visto como un apoyo a la guerra de Yemen, ha tenido un año y medio para hacerlo”, dijo Bruce Riedel, un antiguo agente de la CIA especializado en Oriente Medio, al Times.
El artículo concluye arrojando dudas sobre las futuras perspectivas de Mohammed. Él no podrá mantener su actual posición si su padre, el rey Salman, de 80 años, muere antes de Nayef, ya que éste sería entonces proclamado rey y podría destituirle de sus posiciones.
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