Pese al asesinato del embajador ruso en Ankara, promete actuar como garante de paz entre Al Assad y los rebeldes; 25 mil personas han salido de Aleppo
El asesinato del embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov,
era la carta que Vladimir Putin necesitaba para edificar un bloque en
favor de “la paz” en Siria, liderado por Moscú. El error de seguridad
turca, quien puso la vida del diplomático en manos de un terrorista,
llevaron al presidente Recep Tayip Erdogan a pactar: apoyo incondicional
a Bashar al Assad en el conflicto armado. Rusia, Irán y Turquía acordaron ayer actuar como garantes de unas conversaciones de paz entre el Gobierno sirio y la oposición y apoyar un alargamiento del alto el fuego en el país, en guerra desde hace cinco años. Los ministros de Exteriores y de Defensa de los tres países se reunieron en Moscú, y avalaron una declaración conjunta para buscar una salida diplomática a la contienda siria. La reunión se mantuvo en la agenda pese al asesinato del embajador de Rusia en Turquía (países que respaldan a bandos opuestos en la guerra siria). Los organizadores del atentado “no consiguieron ni conseguirán hacer fracasar la lucha contra el terrorismo”, opinó el ministro de Exteriores, Sergei Lavrov. “Los ministros están de acuerdo en la importancia de extender el alto el fuego y del libre acceso de los civiles a ayuda humanitaria y a moverse por el territorio sirio”, anunció. La evacuación de civiles y combatientes del este de Aleppo, de donde han salido 25 mil personas desde la semana pasada según ha informado la Cruz Roja, debería terminar en dos días “como máximo”, según el ministro de Exteriores. Hasta la fecha, Ankara apoyaba a los rebeldes por considerar que gobierno de Siria viola los derechos humanos del pueblo al atacar a civiles indefensos, por lo cual ha pedido a la comunidad internacional la adopción rápida de medidas que frenen la muerte de ciudadanos sirios y ha solicitado a Bashar al Assad su renuncia como presidente. Una posición que parece haber quedado atrás, tras el homicidio del político ruso. Según el analista internacional Guillermo Galea, “a partir de este hecho Turquía queda en desventaja y Rusia, que intenta demostrarle al mundo que ha renacido y que juega al ajedrez con los grandes, está en mejores condiciones”. Distinto a lo que se creía, las relaciones de Turquía y Rusia no se verán afectadas por el atentado. Alain Rodier, director adjunto del Centro Francés de Investigación sobre la Inteligencia, asegura a La Razón “que este trágico suceso será un gran shock mediático, pero el político va a estar muy limitado, al menos en cuanto a las relaciones entre ambos países”. “No veremos nada parecido a la tensión que se produjo tras el derribo del avión ruso en Turquía. Putin y Erdogan son dos hombres muy pragmáticos”, concluye. Asesino, suspendido por golpista y readmitido Mevlüt Mert Altintas, el agente de policía turco que el pasadp lunes asesinó a tiros al embajador ruso en Ankara, estuvo brevemente suspendido de empleo dentro de la purga lanzada por el Gobierno tras el intento de golpe de Estado del pasado julio, informó ayer el diario Hürriyet. El agente fue suspendido el día 4 de octubre pero regresó a su puesto el 16 de noviembre, señala esa fuente. Miles de agentes, además de militares, jueces y funcionarios, han sido arrestados, suspendidos o despedidos como sospechosos de pertenecer a la cofradía del predicador islamista Fetullah Gülen, al que el Ejecutivo acusa de organizar el fallido golpe. Según ese diario, Altintas se había tomado el día de ayer de permiso y se había instalado en un hotel cerca de la galería adonde el embajador, Andrey Karlov, acudió a inaugurar una exposición de fotografías. El agresor se dirigió andando a la galería y entró mostrando su identificación de policía. En la casa de Altintas las fuerzas de seguridad de Turquía hallaron propaganda de Al Qaeda, revelaron ayer las autoridades. El pacto Éstos son algunos de los puntos que establece el acuerdo en Rusia, Irán y Turquía:
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