Siria, la aldea irreductible

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• 14 diciembre, 2016
• Sergio Solans

Estamos en el año 2016 después de Jesucristo. Oriente Medio está ocupado por el imperialismo occidental y el fundamentalismo islámico … ¿Todo? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles sirios resiste todavía y siempre al invasor… Como en los cómics de Astérix y Obélix, la mano de hierro de un imperio, esta vez moderno, trata de dirigir

Estamos en el año 2016 después de Jesucristo. Oriente Medio está ocupado por el imperialismo occidental y el fundamentalismo islámico … ¿Todo? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles sirios resiste todavía y siempre al invasor…
Como en los cómics de Astérix y Obélix, la mano de hierro de un imperio, esta vez moderno, trata de dirigir los caminos del mundo hacia sus intereses geopolíticos y económicos. Una amplia red de aliados y también de lacayos serviciales prestan su asistencia a Estados Unidos en su misión irremediablemente abocada al fracaso tarde o temprano de tener el planeta entero en bandeja.
En esa tesitura, Siria representa una piedra en el zapato de la bota estadounidense. La reciente liberación de Alepo por parte del Ejercito Árabe Sirio refuerza aun mas su papel de aldea irreductible e independiente de los designios del imperialismo de la OTAN.
Los mismos que desgarraron Oriente Medio en nombre de la “democracia y libertad”, los mismos que convirtieron Irak en cenizas, los mismos que entregaron Afganistán a los muyahidines, los mismos que hicieron de la Libia Verde, la antaño nación con el mas alto nivel de vida en África, una nueva Libia con la miseria, los enfrentamientos étnicos, la guerra civil y el caldo de cultivo para el yihadismo como señas de identidad. Son los mismos que crearon e impulsaron falsas “primaveras árabes” apoyándose en su extenso equipo de mercenarios a sueldos a lo largo de todo el mapa. Esos mismos son los que, por ejemplo, están detrás de la convocatoria cínica e hipócrita en España de una concentración de “No a la Guerra en Siria” que tuvo lugar pasado 12 de diciembre justo cuando el Ejercito Árabe Sirio estaba a punto de liberar la ciudad de Alepo y de limpiarla de todos los grupos terroristas con diversos nombres (Al-Nusra, Frente Islámico, Frente de Reconquista…) pero con el mismo despreciable objetivo de someter al valiente e imbatible pueblo sirio, de saquear y expoliar sus recursos naturales y riquezas, de derrocar al legitimo gobierno del Partido Baaz Árabe Socialista y del Frente Nacional Progresista (coalición que lidera), el cual mantiene el apoyo de los sirios hasta en las peores circunstancias, manifestado en los resultados de los comicios electorales celebrados en tiempos de guerra y de las numerosas marchas a favor del presidente y su gobierno a lo ancho y largo del país, sucediendo lo mismo en el caso de su Ejercito, el cual es vitoreado y aclamado por el pueblo en cada territorio liberado. En definitiva, todas las organizaciones terroristas y los “rebeldes moderados” comparten el mismo propósito ignominioso de convertir la única nación laica de Oriente Medio símbolo de la tolerancia y coexistencia pacifica de las religiones de forma pacifica e inaudita para el conjunto de la zona hasta que el águila ‘yankee’, con apoyo incondicional y sin condiciones de sus serviles y complacientes socios europeos y de sus queridos compañeros de negocios como Qatar o Arabia Saudí, decidió posar sus garras en su sagrada y milenaria tierra dejando una estela de destrucción a su paso.
Pues bien, Siria no cuenta con ninguna “poción mágica” al estilo de la que servia a la aldea de Asterix para repeler los ataques del imperio una y otra vez y asegurar su soberanía e independencia, pero cuenta con otra poción mágica aun mas valiosa y poderosa que le ha hecho resistir mas de cinco años la ofensiva militar, económica y mediática venida del Oeste e incluso recuperar terreno.
La poción mágica siria esta compuesta de la voluntad de acero de un pueblo que se niega a rendirse.