Cadena de protestas en Guerrero por aumento de precios de gasolinas
El rechazo a los nuevos precios del combustible ha permitido que comiencen a articularse organizaciones sociales de diferente signo y a iniciar la suma de reclamos hacia las autoridades del gobierno federal, entre tanto el deterioro de la actividad productiva y de la economía de la población, agudiza los ya existentes como consecuencia de la inseguridad pública en el estado.
Durante el transcurso del periodo señalado, las autoridades gubernamentales locales evitaron tocar el tema y sus impactos en la entidad.
El 30 de diciembre, miembros de organizaciones sociales no gubernamentales, de la CETEG y del Partido de la Revolución Democrática (PRD), se manifestaron en el puerto de Acapulco, Iguala y Petatlán, en contra del incremento al precio de la gasolina y convocaron a la toma de gasolineras a partir del primero de enero del 2017.
El primer día del nuevo año, en Zihuatanejo taxistas, choferes de microbuses y urvan, maestros, jubilados, médicos, comerciantes y vecinos de colonias populares cerraron durante siete horas y media las principales gasolinerías, como protesta contra el incremento al precio de las gasolinas; mientras que en Acapulco, perredistas a bordo de una lancha e integrantes de Morena,
En los días siguientes se efectuaron movilizaciones y bloqueos a gasolineras de Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Tlapa, Zihuatanejo.
El 3 de enero, se efectuó una reunión en privado, en la oficina de Movimiento Ciudadano en Acapulco, entre Celestino Cesáreo Guzmán y Demetrio Saldívar Gómez, presidente y el secretario general del Comité Ejecutivo Estatal del PRD respectivamente; Fredy García Guevara, integrante de la dirigencia colectiva del PT, y Adrián Wences Carrasco, ex coordinador estatal de Movimiento Ciudadano.
Momentos antes, Luis Walton Aburto, Coordinador estatal de Movimiento Ciudadano, dijo que “Nadie quisiera que hubiese un estallido social, nosotros quisiéramos que esto se resuelva por las vías legales”, y ofreció que su partido trabajará para que la gasolina regrese al precio “en que se encontraba”, porque afecta toda la economía, y confió en que las inconformidades no causen inestabilidad social.
Desde la Cámara de Diputados se puede revertir el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que es el que se aplica a la gasolina, si reúnen la mayoría para plantearlo, pero dentro del PRI y del PAN debe haber diputados que están en contra del alza a las gasolinas y corresponde a los diputados buscarlos para que le hagan la petición al presidente Enrique Peña Nieto.
El impacto del aumento en las gasolinas se sintió casi de inmediato, algunos choferes del transporte liviano incrementó la dejada de 15 hasta en 20 pesos y el taxi comenzó a cobrar la tarifa mínima en 40.
El precio del gas licuado de petróleo (LP), y un tanque de 30 kilos pasó de costar entre 397 y 408 pesos a 489 pesos. Empresas distribuidoras de gas LP en Acapulco lo confirmaron.
El incremento de la gasolina, el cobro por fletes de maíz, el precio del papel, el costo de las refacciones para las máquinas y por último el gas y la luz, obligaron a los industriales a incrementar un peso el kilogramo de tortillas en toda la entidad, según lo informaron Arcadio Castro Santos y Ricardo Casimiro Maya, presidentes de Industriales de la Masa y la Tortilla de Guerrero y Acapulco, respectivamente.
“Tuvimos una reunión previa con la Mesa Directiva de los Industriales de la Masa y la Tortilla y llegamos a la conclusión de que se va a incrementar un peso por kilogramo a la tortilla, pero los incrementos más fuertes se van a ir para el lado de Petatlán, en la Costa Grande y en Zihuatanejo, que subiría a 19 el kilo, y en Acapulco que subirá también un peso más pues antes estaba entre los 16 y 17 pesos, y ahora llegará a 18 pesos el kilogramo”, indicaron.
Arcadio Castro mencionó que el aumento estuvo basado en un estudio socioeconómico: “el precio de la tortilla está liberado pero nos ajustamos de acuerdo con los incrementos que se registran, porque también vemos una situación muy difícil para aquellos que ganan un salario mínimo”.
El 4 de enero, maestros de Educación Física de la región Costa Grande, integrantes del Frente Único por la Defensa de la Educación Física, protestaron en la caseta de cobro del libramiento de Tecpan para rechazar el aumento del precio a las gasolinas y la reforma energética permitiendo el paso libre.
En Acapulco taxistas bloquean casi en su totalidad la avenida Escénica afuera de la planta de Pemex, ubicada en la colonia Icacos.
Lo mismo ocurrió en Iguala donde integrantes del PRD tomaron la caseta de la autopista a Cuernavaca y permiten el paso libre a los automovilistas.
Pero a la tensión que se incrementa por las movilizaciones efectuadas en contra de esta espiral inflacionaria se suma la de la inseguridad pública en donde las expresiones de la policía comunitaria se continúan reproduciendo.
Desde el 31 de diciembre, pobladores de Lomas de Chapultepec y Barra Vieja en Acapulco, y San José Guatemala en San Marcos, conformaron su policía ciudadana respaldada integrados a el sistema de seguridad y justicia ciudadano de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).
La vigilancia de estos nuevos grupos se extiende por la zona de restaurantes de Barra Vieja y las otras dos comunidades ante el hartazgo de la población del cobro de cuotas y las extorsiones de los grupos delincuenciales que operan en la zona.
A lo largo sus años de existencia, la UPOEG cuenta con 5 mil 552 policías ciudadanos.
Bruno Plácido Valencio, coordinador de la misma, reconoció que ha sufrido la infiltración de la delincuencia organizada, que el proyecto no se está cumpliendo como fue planeado y denunció la intervención de la Secretaría de Gobernación (Segob) para dividir a la organización.
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