Gobierno de Alemania condena la escalada del conflicto en Ucrania
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Sputnik/ Mikhail Voskresenskiy
BERLÍN (Sputnik) — El Gobierno de Alemania condena en términos enérgicos la escalda de tensión en Donbás, declaró el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert.
"El
Gobierno de Alemania condena enérgicamente la nueva escalada, llamamos a
ambos lados a respetar el alto el fuego acordado", dijo.
En los mismos términos se pronunció el portavoz del Ministerio de Exteriores de Francia, Romain Nadal.
"Francia condena enérgicamente la reanudación de las acciones de combate en el este de Ucrania, en particular en Avdéevka, que causaron muertos", dijo.
Además expresó una gran preocupación por el deterioro de la situación humanitaria en el este de Ucrania.
"Llamamos a los bandos a garantizar el acceso al agua y electricidad para los civiles", urgió.
Londres también declaró que sigue de cerca el desarrollo de la situación en el este de Ucrania.
"Desde luego seguimos atentamente la situación, trabajamos junto con el Ministerio de Exteriores y el titular de Exteriores y nuestros socios en la ONU", dijo una portavoz de la primera ministra.
Entre las prioridades mencionó garantías de seguridad para los civiles, el cumplimiento de la tregua fiable y la implementación plena de los acuerdos de Minsk.
Las milicias y los militares ucranianos denunciaron el agravamiento de la situación en Donbás por los bombardeos de artillería: como consecuencia, la localidad de Avdéevka, en la provincia de Donetsk, se quedó sin luz, agua y calefacción.
Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, Rusia cuenta con datos fidedignos de que el ataque en la región de Avdéevka fue iniciado por unidades independientes y apoyado por las fuerzas armadas ucranianas.
Ucrania continúa desde abril de 2014 una operación militar en varias áreas de las regiones de Donetsk y Lugansk donde se proclamaron repúblicas populares en respuesta al violento cambio de régimen ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.000 muertos y más de 22.700 heridos.
En los mismos términos se pronunció el portavoz del Ministerio de Exteriores de Francia, Romain Nadal.
"Francia condena enérgicamente la reanudación de las acciones de combate en el este de Ucrania, en particular en Avdéevka, que causaron muertos", dijo.
Además expresó una gran preocupación por el deterioro de la situación humanitaria en el este de Ucrania.
"Llamamos a los bandos a garantizar el acceso al agua y electricidad para los civiles", urgió.
Londres también declaró que sigue de cerca el desarrollo de la situación en el este de Ucrania.
"Desde luego seguimos atentamente la situación, trabajamos junto con el Ministerio de Exteriores y el titular de Exteriores y nuestros socios en la ONU", dijo una portavoz de la primera ministra.
Entre las prioridades mencionó garantías de seguridad para los civiles, el cumplimiento de la tregua fiable y la implementación plena de los acuerdos de Minsk.
Las milicias y los militares ucranianos denunciaron el agravamiento de la situación en Donbás por los bombardeos de artillería: como consecuencia, la localidad de Avdéevka, en la provincia de Donetsk, se quedó sin luz, agua y calefacción.
Según el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, Rusia cuenta con datos fidedignos de que el ataque en la región de Avdéevka fue iniciado por unidades independientes y apoyado por las fuerzas armadas ucranianas.
Ucrania continúa desde abril de 2014 una operación militar en varias áreas de las regiones de Donetsk y Lugansk donde se proclamaron repúblicas populares en respuesta al violento cambio de régimen ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.000 muertos y más de 22.700 heridos.
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