La influencia de la URSS en la creación del primer Estado independiente kurdo (1)
Guerrillero kurdo ahorcado en 1947 |
Durante la Segunda Guerra Mundial, a finales de agosto de 1941, las
fuerzas británicas (por el sur) y las soviéticas (por el norte)
invadieron Irán para evitar que el régimen del sha Reza Pahlevi se
alineara con el III Reich. El norte del país fue ocupado por el Ejército
Rojo, aunque la administración iraní continuó funcionando, hasta que un
un levantamiento general arrebató el control de la región kurda al
gobierno de Teherán.
Como en otras regiones del mundo, en el movimiento nacional kurdo los protagonistas son las masas, cuyo impulso emerge por el eco cercano de la Revolución de Octubre y la Internacional Comunista. A pesar del atraso, progresivamente Kurdistán empezó a pasar de las formas de organización tribales y religiosas, a las propiamente políticas, sociales e ideológicas.
Así, también en Kurdistán, en la ciudad de Mahabad, se formó un comité que se hizo cargo del gobierno. Se formó el partido Sociedad para la Reconstrucción del Kurdistán encabezado por Qazi Muhammad, jefe de una familia de notables.
En ese momento el Ejército Rojo tenía cerca de 60.000 hombres en el Kurdistán iraní. Apoyó al gobierno kurdo y armó a cerca de 10.000 de sus milicianos.
En septiembre de 1945, una vez acabada la Segunda Guerra Mundial, Qazi Muhammad quiso avanzar en la creación de una nueva República independiente de Kurdistán. Se entrevistó en Tabriz con el cónsul soviético y luego se dirigió a Bakú, en la República soviética de Azerbaián. Al otro lado de la frontera soviética, el Partido Demócrata de Azerbaián, movimiento azerí de Irán auspiciado por la URSS, tenía previsto controlar Azerbaián oriental, lo cual sucedió efectivamente con apoyo soviético el 10 de diciembre de ese año.
Qazi Muhammad decidió hacer lo propio y el 15 de diciembre de 1945 anunció en Mahabad la formación de un Gobierno Popular Kurdo con el apoyo de la milicia armada por los soviéticos, tomando en pocos días el control de todo el Azerbaián occidental. Poco después, el 22 de enero del siguiente año, anunció oficialmente la formación de la primera República kurda, con un programa de resurgimiento cultural y desarrollo del idioma vernáculo como lengua oficial del nuevo Estado.
La proclamación del primer Estado kurdo se hizo en plena Guerra Fría con el estigma de haber sido creado por la URSS, cuyas tropas aún ocupaban todo el norte de Irán. Su existencia dependía de una situación internacional en la que la correlación de fuerzas era favorable a la URSS, la gran vencedora de la Segunda Guerra Mundial.
Pero muy pronto los imperialistas quisieron cambiar esa situación internacional, y empezaron por Kurdistán, empujando al gobierno de Teherán a que acabara con gobierno kurdo en el norte, no tanto porque fuera kurdo sino -sobre todo- porque era “soviético”. Como consecuencia de las presiones, el 26 de marzo de 1946 la URSS prometió al gobierno de Irán que el Ejército Rojo se retiraría del noroeste de ese país en el más breve plazo.
En mayo las tropas soviéticas evacuaron el norte de Irán e, inmediatamente, el gobierno iraní atacó el Azerbaián oriental y envió tropas para restablecer su autoridad. Este movimiento aisló a la República de Mahabad ya que, paralelamente, Irak cortó las comunicaciones de Azerbaián occidental con el resto de Irán. Los países limítrofes como Irak y Turquía eran abiertamente hostiles a la existencia de un Estado kurdo, y más hostiles aún a la presencia militar soviética, por lo que la República de Mahabad no podría contar con su ayuda.
El nuevo Estado kurdo quedó a merced de su suerte y la situación se fue tornando cada vez más difícil. Las tribus kurdas y los sectores más retrógrados de Kurdistán no se pusieron del lado del imperialismo y de Irán, en contra del nuevo gobierno de Qazi Muhammad. A mediados de 1946 comenzaron a emigrar hacia el Azerbaián oriental. A pesar de las difíciles condiciones de aislamiento internacional e interno, el 5 de diciembre el Estado Mayor kurdo le anunció a Qazi Muhammad que podrían resistir los ataques del ejército iraní en caso de que trataran de ocupar la región con una ofensiva de gran alcance.
Pero Qazi Muhammad se oponía a estas medidas. Sin ayuda militar soviética los nacionalistas kurdos no podrían resistir a los iraníes. Debían negociar, pero ni siquiera tuvieron tiempo para hacerlo. El 15 de diciembre las tropas iraníes penetraron en Azerbaián oriental, destruyendo rápidamente la República de Mahabad. Ese mismo día entraron en el territorio de la República de Mahabad y aplastaron rápidamente a la resistencia kurda, ocupando toda la región en pocos días.
Una vez asegurada su posición, el gobierno iraní ordenó clausurar la prensa kurda, prohibir la enseñanza del idioma kurdo y quemaron todos los libros en ese idioma que encontraron. Algunos supervivientes de la milicia kurda, incluyendo a Mustafá Barzani, se lanzaron a la guerra de guerrillas penetrando inclusive en territorio de Irak, pero no pudieron resisitir por mucho tiempo y los 500 milicianos sobrevivientes lograron cruzar la frontera soviética en mayo de 1947, donde el gobierno de la URSS les concedió refugio.
El 31 de marzo de 1947 Qazi Muhammad fue ahorcado en la ciudad de Mahabad, la capital de primer Estado independiente kurdo.
Como en otras regiones del mundo, en el movimiento nacional kurdo los protagonistas son las masas, cuyo impulso emerge por el eco cercano de la Revolución de Octubre y la Internacional Comunista. A pesar del atraso, progresivamente Kurdistán empezó a pasar de las formas de organización tribales y religiosas, a las propiamente políticas, sociales e ideológicas.
Así, también en Kurdistán, en la ciudad de Mahabad, se formó un comité que se hizo cargo del gobierno. Se formó el partido Sociedad para la Reconstrucción del Kurdistán encabezado por Qazi Muhammad, jefe de una familia de notables.
En ese momento el Ejército Rojo tenía cerca de 60.000 hombres en el Kurdistán iraní. Apoyó al gobierno kurdo y armó a cerca de 10.000 de sus milicianos.
En septiembre de 1945, una vez acabada la Segunda Guerra Mundial, Qazi Muhammad quiso avanzar en la creación de una nueva República independiente de Kurdistán. Se entrevistó en Tabriz con el cónsul soviético y luego se dirigió a Bakú, en la República soviética de Azerbaián. Al otro lado de la frontera soviética, el Partido Demócrata de Azerbaián, movimiento azerí de Irán auspiciado por la URSS, tenía previsto controlar Azerbaián oriental, lo cual sucedió efectivamente con apoyo soviético el 10 de diciembre de ese año.
Qazi Muhammad decidió hacer lo propio y el 15 de diciembre de 1945 anunció en Mahabad la formación de un Gobierno Popular Kurdo con el apoyo de la milicia armada por los soviéticos, tomando en pocos días el control de todo el Azerbaián occidental. Poco después, el 22 de enero del siguiente año, anunció oficialmente la formación de la primera República kurda, con un programa de resurgimiento cultural y desarrollo del idioma vernáculo como lengua oficial del nuevo Estado.
La proclamación del primer Estado kurdo se hizo en plena Guerra Fría con el estigma de haber sido creado por la URSS, cuyas tropas aún ocupaban todo el norte de Irán. Su existencia dependía de una situación internacional en la que la correlación de fuerzas era favorable a la URSS, la gran vencedora de la Segunda Guerra Mundial.
Pero muy pronto los imperialistas quisieron cambiar esa situación internacional, y empezaron por Kurdistán, empujando al gobierno de Teherán a que acabara con gobierno kurdo en el norte, no tanto porque fuera kurdo sino -sobre todo- porque era “soviético”. Como consecuencia de las presiones, el 26 de marzo de 1946 la URSS prometió al gobierno de Irán que el Ejército Rojo se retiraría del noroeste de ese país en el más breve plazo.
En mayo las tropas soviéticas evacuaron el norte de Irán e, inmediatamente, el gobierno iraní atacó el Azerbaián oriental y envió tropas para restablecer su autoridad. Este movimiento aisló a la República de Mahabad ya que, paralelamente, Irak cortó las comunicaciones de Azerbaián occidental con el resto de Irán. Los países limítrofes como Irak y Turquía eran abiertamente hostiles a la existencia de un Estado kurdo, y más hostiles aún a la presencia militar soviética, por lo que la República de Mahabad no podría contar con su ayuda.
El nuevo Estado kurdo quedó a merced de su suerte y la situación se fue tornando cada vez más difícil. Las tribus kurdas y los sectores más retrógrados de Kurdistán no se pusieron del lado del imperialismo y de Irán, en contra del nuevo gobierno de Qazi Muhammad. A mediados de 1946 comenzaron a emigrar hacia el Azerbaián oriental. A pesar de las difíciles condiciones de aislamiento internacional e interno, el 5 de diciembre el Estado Mayor kurdo le anunció a Qazi Muhammad que podrían resistir los ataques del ejército iraní en caso de que trataran de ocupar la región con una ofensiva de gran alcance.
Pero Qazi Muhammad se oponía a estas medidas. Sin ayuda militar soviética los nacionalistas kurdos no podrían resistir a los iraníes. Debían negociar, pero ni siquiera tuvieron tiempo para hacerlo. El 15 de diciembre las tropas iraníes penetraron en Azerbaián oriental, destruyendo rápidamente la República de Mahabad. Ese mismo día entraron en el territorio de la República de Mahabad y aplastaron rápidamente a la resistencia kurda, ocupando toda la región en pocos días.
Una vez asegurada su posición, el gobierno iraní ordenó clausurar la prensa kurda, prohibir la enseñanza del idioma kurdo y quemaron todos los libros en ese idioma que encontraron. Algunos supervivientes de la milicia kurda, incluyendo a Mustafá Barzani, se lanzaron a la guerra de guerrillas penetrando inclusive en territorio de Irak, pero no pudieron resisitir por mucho tiempo y los 500 milicianos sobrevivientes lograron cruzar la frontera soviética en mayo de 1947, donde el gobierno de la URSS les concedió refugio.
El 31 de marzo de 1947 Qazi Muhammad fue ahorcado en la ciudad de Mahabad, la capital de primer Estado independiente kurdo.
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