jueves, 30 de marzo de 2017

La CIA es como una cotorra

La CIA es como una cotorra


Prácticamente siempre se nos presenta con la misma canción... golpista.

"La CIA repite sus acciones con la OEA"


Por Arthur González/Martianos- Hermes- Cubainformación.- Quizás la impotencia ante tantos fracasos, sea el motivo por el cual la CIA ha retomado nuevamente a la OEA para intentar condenar a Venezuela, a pesar de ser una vieja y fracasada fórmula.


El actual secretario general, Luis Almagro, es la pieza sacrificada en este nuevo escenario para apuñalar a Venezuela, y no se puede dudar que posiblemente sea uno de los viejos agentes reclutados por la Agencia Central años atrás, porque de ser un hombre progresista con ideas izquierdistas, ahora sale rompiendo lanzas a favor de los intereses de Washington, pisoteando su pasado.


El 23/03/2017 catorce países integrantes de la OEA, siguiendo presiones de las embajadas estadounidenses en sus respectivas capitales, se unieron para exigirle a Venezuela que libere sus “presos políticos” y precise un calendario para celebrar elecciones, algo realmente injerencista que contradice la propia carta de dicha organización.


Se prestaron para difundir la declaración conjunta nada menos que México y Brasil. El primero sin moral alguna dada la cantidad de asesinatos, desaparecidos, corrupción política y enriquecimiento de sus más altos funcionarios, y el segundo embarrado hasta el tope por el golpe de estado ejecutado contra la presidenta Dilma Rousseff, elegida en elecciones democráticas.


El resto son países que responden a los dictados y presiones de Estados Unidos, como Argentina, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, algo que hace recordar lo sucedido contra Cuba en 1962.


En declaraciones a periodistas de su país, el canciller mexicano Luis Videgaray, dejó expuestas las indicaciones impartidas por el Departamento de Estado yanqui, cuando aseguró: “La región no puede permanecer indiferente”.


Es mucha la falta de principios cuando la propia OEA ha contemplado las agresiones a Venezuela por parte de Estados Unidos, incluida la guerra económica, sin hacer nada.


No olvidar que el 25/03/2015, el Departamento de Estado divulgó a través de la subsecretaria Roberta Jacobson, que el Presidente Obama había solicitado al Congreso, 2 mil millones de dólares para Latinoamérica y de esa suma 53,5 millones se destinarán a la “Iniciativa Regional de Seguridad” (CBSI) y una buena parte sería empleada en programas de promoción de “la libertad de prensa y los derechos humanos” en Cuba, Venezuela, Ecuador, Nicaragua.


Si se leen los planes de la CIA y el Gobierno de Estados Unidos contra la Revolución cubana, se perciben similares medidas; al parecer la creatividad de la Agencia Central se perdió por los constantes cambios de jefes y oficiales, viéndose obligados a desempolvar antiguos papeles, a pesar de que todas aquellas medidas fracasaron, pues transcurridos casi 60 años Cuba sigue en pie de lucha.


Un simple vistazo a la Operación Mangosta, aprobada el 18 de enero de 1962 por el presidente John F. Kennedy, se constata que una de las medidas planteadas contra Cuba fue precisamente el empleo de la OEA.


La medida dice textualmente:


Acciones diplomáticas


Situación: El Departamento de Estado está concentrando sus esfuerzos en la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, la cual comenzará el 22 de enero, esperando obtener amplio respaldo del Hemisferio Occidental para las resoluciones de la OEA que condenen a Cuba y la aíslen del resto del Hemisferio.


Se está considerando una resolución solidaria, mediante la cual OEA ofrezca alivio directo al angustiado pueblo cubano (similar a la de EE.UU. para Rusia, de 1919-20), como un medio para lograr la simpatía del pueblo cubano, sin tener que reconocer al Gobierno comunista.


La reunión de la OEA será apoyada por demostraciones públicas en América Latina, generadas por la CIA y las campañas psicológicas asistidas por USIA.


La mayor tarea para nuestra hábil diplomacia es alentar a los líderes latinoamericanos a desarrollar operaciones independientes similares a este Proyecto, buscando una rebelión interna del pueblo cubano contra el régimen comunista.


El 19/01/1962 Estados Unidos circuló una propuesta para que los países de la OEA ordenaran sanciones automáticas contra Cuba, si esta no rompía sus relaciones con la URSS. Casualmente, en la votación de la reunión de la OEA celebrada en Uruguay, votaron contra Cuba catorce países.


Días después, el 3 de febrero de 1962, el presidente Kennedy anunciaba el “embargo” total sobre el comercio con Cuba y el 15 de febrero por fuertes presiones del gobierno yanqui, la Asamblea General de la ONU rechazó una resolución llamando a Estados Unidos a cesar su interferencia en los asuntos cubanos, con 50 votos a favor, 11 en contra y 39 abstenciones.


Similar fue la votación en el Consejo de Seguridad del 27/02/1962, donde Estados Unidos logró también la mayoría de 7 votos a su favor. Solo 4 países lo hicieron en contra. El delegado británico dio la nota al calificar de “ejercicios de propaganda” las denuncias de Cuba.


La historia se repite contra Venezuela y para no dejar dudas de quienes manejan los hilos de sus marionetas, Mark Toner, vocero del Departamento de Estado, declaró recientemente que “Washington comparte las preocupaciones de Almagro y la OEA es el escenario apropiado para examinar la situación actual en Venezuela”.


Los integrantes de la mafia terrorista anticubana envejecidos sin lograr ni un solo triunfo, amenazan a los países que mantienen su soberanía, como hicieron en los años 60 con aquellos que no se dejaron doblar el brazo para condenar a Cuba.


Ahora el senador Marco Rubio “advirtió” a República Dominicana, El Salvador y Haití, que si se atreven a votar en contra de la resolución del secretario general de la OEA: “va a ser difícil defender la asistencia estadounidense que reciben, si ellos no salen a defender la democracia en la región”.


Esa es la llamada “democracia” que quieren imponerle a los demás, con el garrote y la zanahoria.


No por gusto José Martí expresó:


“Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes”.


Arthur González, cubano, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.



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