Rajoy da por muerto al TTIP: “Fue una operación frustrada”
El presidente del Gobierno da por hecho que no saldrá adelante
-“Las cosas son como son”-, y pide concentrar esfuerzos en las
negociaciones con Mercosur, México, y Japón, además de defender la
ratificación del ‘TTIP canadiense’, el CETA.
Bruselas reconoce que el acuerdo comercial con EEUU está en soporte vital, pero afirma que respira. Sin embargo, el presidente del Gobierno da por hecho que no saldrá adelante -“Las cosas son como son”-, y pide concentrar esfuerzos en las negociaciones con Mercosur, México, y Japón, además de defender la ratificación del ‘TTIP canadiense’, el CETA.
Bruselas reconoce que mantiene el TTIP en soporte vital, pero hasta la fecha no se ha atrevido a dar por muerto al tratado de libre comercio entre la UE y EEUU, algo que sí hace el presidente del Gobierno español. Mariano Rajoy ha dado por fracasadas las negociaciones sobre el polémico acuerdo comercial, criticado por su opacidad y por el peso que otorgaría a las multinacionales de ambos lados del Atlántico, asegurando que este tratado “fue una operación frustrada”.
Este miércoles, durante su turno de réplica a los grupos parlamentarios en la sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, el líder del Ejecutivo afirmaba haber “planteado incluso que se siga intentando el tratado de libre comercio con EEUU”. “Creo que fue una operación frustrada, una de las operaciones más importantes que se pudieron hacer en mucho tiempo”, afirmaba Rajoy desde la tribuna de oradores de la Cámara Baja.
Obviando las diferencias entre los diferentes estudios sobre el impacto de estos tratados – el Gobierno se aferra al que desarrolló el think tank de la Patronal– el líder del PP sostenía que “sin duda alguna” el TTIP “hubiera supuesto un incremento importante del PIB en la UE y también en España, a pesar de que distintos informes apuntan exactamente en la dirección contraria. “Pero bueno, las cosas son como son”, lamentaba, pidiendo concentrar esfuerzos en los acuerdos con Mercosur, México, Chile, y Japón, y muy especialmente en el tratado comercial con Canadá, CETA, considerado por activistas y grupos políticos críticos el “gemelo” del Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP, en inglés).
El presidente del Gobierno: “Creo que el TTIP fue una operación frustrada, una de las operaciones más importantes que se pudieron hacer en mucho tiempo”
Fuentes del Ministerio de Exteriores aseguran a Público que el Comprehensive Economic and Trade Agreement (CETA) llegará al Consejo de Ministros en un par de semanas, por lo que previsiblemente pasará al Congreso el próximo mes de abril. Y, si el PSOE mantiene la posición que adoptó en el Europarlamento durante la votación del CETA hace un mes, a todas luces el acuerdo obtendrá luz verde en el Parlamento español, gracias al respaldo de socialistas, PP y Ciudadanos.
De hecho, el líder del partido naranja, Albert Rivera, afirmaba en su réplica a Rajoy que está “totalmente de acuerdo” con los tratados de libre comercio. “Si Trump quiere cerrar fronteras y poner aranceles, aprovechemos” para lograr que las empresas europeas “entren mejor en Canadá”, pedía Rivera.
La situación de parálisis del TTIP obedece a varios motivos: las numerosas críticas vertidas por cientos de organizaciones sociales, sindicales o medioambientales -sólo la Campaña estatal no al TTIP aglutina a 350 entidades-, la división entre grupos que tradicionalmente lo apoyaron -especialmente los socialistas europeos- y el hecho de que el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, se haya declarado contrario a este tipo de acuerdos, e incluso haya firmado la orden ejecutiva para que su país se retire del TPP, el también polémico acuerdo transpacífico.
Bruselas reconoce que el acuerdo comercial con EEUU está en soporte vital, pero afirma que respira. Sin embargo, el presidente del Gobierno da por hecho que no saldrá adelante -“Las cosas son como son”-, y pide concentrar esfuerzos en las negociaciones con Mercosur, México, y Japón, además de defender la ratificación del ‘TTIP canadiense’, el CETA.
Bruselas reconoce que mantiene el TTIP en soporte vital, pero hasta la fecha no se ha atrevido a dar por muerto al tratado de libre comercio entre la UE y EEUU, algo que sí hace el presidente del Gobierno español. Mariano Rajoy ha dado por fracasadas las negociaciones sobre el polémico acuerdo comercial, criticado por su opacidad y por el peso que otorgaría a las multinacionales de ambos lados del Atlántico, asegurando que este tratado “fue una operación frustrada”.
Este miércoles, durante su turno de réplica a los grupos parlamentarios en la sesión de control al Gobierno, en el Congreso de los Diputados, el líder del Ejecutivo afirmaba haber “planteado incluso que se siga intentando el tratado de libre comercio con EEUU”. “Creo que fue una operación frustrada, una de las operaciones más importantes que se pudieron hacer en mucho tiempo”, afirmaba Rajoy desde la tribuna de oradores de la Cámara Baja.
Obviando las diferencias entre los diferentes estudios sobre el impacto de estos tratados – el Gobierno se aferra al que desarrolló el think tank de la Patronal– el líder del PP sostenía que “sin duda alguna” el TTIP “hubiera supuesto un incremento importante del PIB en la UE y también en España, a pesar de que distintos informes apuntan exactamente en la dirección contraria. “Pero bueno, las cosas son como son”, lamentaba, pidiendo concentrar esfuerzos en los acuerdos con Mercosur, México, Chile, y Japón, y muy especialmente en el tratado comercial con Canadá, CETA, considerado por activistas y grupos políticos críticos el “gemelo” del Transatlantic Trade and Investment Partnership (TTIP, en inglés).
El presidente del Gobierno: “Creo que el TTIP fue una operación frustrada, una de las operaciones más importantes que se pudieron hacer en mucho tiempo”
Fuentes del Ministerio de Exteriores aseguran a Público que el Comprehensive Economic and Trade Agreement (CETA) llegará al Consejo de Ministros en un par de semanas, por lo que previsiblemente pasará al Congreso el próximo mes de abril. Y, si el PSOE mantiene la posición que adoptó en el Europarlamento durante la votación del CETA hace un mes, a todas luces el acuerdo obtendrá luz verde en el Parlamento español, gracias al respaldo de socialistas, PP y Ciudadanos.
De hecho, el líder del partido naranja, Albert Rivera, afirmaba en su réplica a Rajoy que está “totalmente de acuerdo” con los tratados de libre comercio. “Si Trump quiere cerrar fronteras y poner aranceles, aprovechemos” para lograr que las empresas europeas “entren mejor en Canadá”, pedía Rivera.
La situación de parálisis del TTIP obedece a varios motivos: las numerosas críticas vertidas por cientos de organizaciones sociales, sindicales o medioambientales -sólo la Campaña estatal no al TTIP aglutina a 350 entidades-, la división entre grupos que tradicionalmente lo apoyaron -especialmente los socialistas europeos- y el hecho de que el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, se haya declarado contrario a este tipo de acuerdos, e incluso haya firmado la orden ejecutiva para que su país se retire del TPP, el también polémico acuerdo transpacífico.
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