El
asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Sebastian Gorka, dimite
y critica a ‘las fuerzas que no apoyan’ la agenda del presidente.
Uno
de los asesores más polémicos del círculo que rodea al presidente de
Estados Unidos, Donald Trump, y defensor de la línea más dura del
mandatario renunció el viernes por la noche a su cargo.Un funcionario anónimo de la Presidencia estadounidense comunicó, esa misma jornada, a los medios que “Sebastian Gorka no ha dimitido, pero puedo confirmar que ya no trabaja para la Casa Blanca”.
Aunque este comunicado deja en el aire muchas preguntas sobre la partida de Gorka, el ya exasesor confirmó a la agencia estadounidense de noticias The Associated Press su dimisión, que se produce una semana después de que uno de sus 'aliados', el estratega Steve Bannon, dejara también la Casa Blanca tras haberse convertido en el estratega jefe del presidente, con acceso a secretos de Seguridad Nacional.
Gorka se negó a explicar las razones por las que dejó la Casa Blanca, pero mencionó algunos extractos de su carta de renuncia, que fueron publicados la noche del viernes por el portal The Federalist.
Los individuos que personificaban y representaban las políticas que harían a Estados Unidos grande de nuevo (el lema de campaña de Trump) han sido paliados internamente, removidos sistemáticamente o socavados en los últimos meses”, escribe Sebastian Gorka, asesor de Seguridad Nacional del presidente de EE.UU. en su carta de renuncia.El exfuncionario escribió que “los individuos que personificaban y representaban las políticas que harían a Estados Unidos grande de nuevo (el lema de campaña de Trump) han sido paliados internamente, removidos sistemáticamente o socavados en los últimos meses”.
En el texto, Gorka critica, en especial, el discurso en el que Trump anunció que la misión en Afganistán va a continuar, ya que, asegura, esta “perturba seriamente a cualquier profesional de seguridad nacional y a cualquier estadounidense que esté insatisfecho con los últimos 16 años de decisiones políticas desastrosas que han llevado a la muerte a miles de estadounidenses y al empleo de trillones de dólares de los contribuyentes que han sido gastados de manera que no han traído seguridad ni victoria”.
Todo esto tiene lugar mientras Trump llevó adelante su campaña electoral con un discurso antiintervencionista que parecía presagiar el fin de aventuras militares estadounidenses como la de Afganistán.
Desde hace semanas, los medios de Washington dan por hecho que hay una pugna entre ciertos miembros del Gobierno con un historial de servicio público –o cercanos al establishment (poder establecido)– y los asesores surgidos de la órbita de la página web de la derecha extremista Breitbart para 'corregir' el rumbo de la Administración de Trump.
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