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Pekín,
China. China despide 2017 con la satisfacción de consolidar su
creciente peso global, mantenerse como ejemplo en la aplicación de
políticas favorables a la estabilidad socioeconómica, y demostrar su
influencia y liderazgo en cuestiones claves de la agenda mundial.
Durante el año la nación asiática fue anfitriona de reuniones sobre diversos temas. Sin embargo, el mayor acontecimiento diplomático fue el foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional realizado a mediados de mayo en esta capital.
Analistas coinciden en que se trató de una ilustración de la notoriedad de China y su presidente Xi Jinping, pues la cita aunó durante 2 días a 29 jefes de Estado y de gobierno de todo el orbe, así como 1 mil 500 delegados de más de 130 países y 70 organizaciones mundiales.
En su conjunto, las naciones participantes representaron más de las dos terceras partes de la población y el 90 por ciento del producto interno bruto del planeta, lo cual convirtió al evento en uno de los más prestigiosos organizado aquí y a la vez en una de las asambleas de más alto nivel global.
Según datos oficiales, un total de 68 estados y organismos firmaron acuerdos de cooperación con el gigante asiático en áreas claves como la política, comercio, finanzas y conectividad entre personas.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta la promueve Xi desde 2013 a fin de revivir los antiguos trayectos comerciales para vincular a China con numerosos países de Asia, Europa y África mediante una gran plataforma de intercambio económico y de infraestructura.
El proyecto es mucho más ambicioso y sumó recientemente a Latinoamérica y El Caribe a través de un parque industrial en la sureña ciudad de Zhuhai –provincia de Guangdong– y ubicado de forma estratégica en la zona de libre comercio de Hengqin, cercana a las regiones administrativas especiales de Macao y Hong Kong.
El lugar ofrece políticas preferenciales, prestaciones legales, incentivos fiscales y financieros, edificaciones modernas y tecnología de punta, entre otras facilidades, todo orientado a atraer talentos humanos, y compañías nacionales y extranjeras.
Como parte de los planes, se establecerá una oficina de contactos en algún país de América Latina que recibirá las solicitudes de participación e inversión.
El parque se inauguró en el contexto de la primera Exposición de China, Latinoamérica y el Caribe, efectuada del 9 al 11 de noviembre en Zhuhai y que aglutinó a más de 400 firmas dedicadas a sectores como agricultura, textiles, transporte, turismo, tecnología, telecomunicaciones, servicios médicos y artesanía, entre otros.
Otro foro de relevancia para China fue la IX Cumbre del BRICS, grupo de economías emergentes que conforma junto a Brasil, Rusia, India y Sudáfrica.
El cónclave sesionó a principios de septiembre en la suroriental ciudad de Xiamen y plasmó en su declaración final el deseo de fortalecer la cooperación Sur-Sur en busca de un progreso sustentable, la integración de mercados financieros, el intercambio y el mutuo entendimiento entre los pueblos del bloque.
Por primera vez en una cita del grupo se formalizó el concepto de BRICS Plus, el cual alude al Diálogo de Países en Desarrollo y Economías Emergentes en el que participaron además los líderes de Egipto, Tayikistán, Tailandia, México y Guinea.
Entre otras cuestiones, se reafirmó la postura de la alianza contra el proteccionismo comercial, el terrorismo y los ensayos nucleares de la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
Respecto al último tema, China mantuvo firme este año la determinación de promover la paz y estabilidad en la Península Coreana mediante una vía pacífica y dialogada.
Su gobierno se opone al programa de desarrollo nuclear y de misiles de la RPDC, insiste a la nación vecina que debe cooperar para no empeorar la crisis y rechaza la opción militar planteada por Estados Unidos y sus aliados en la zona para obligar a Pyongyang a abandonar esas tecnologías.
Pekín propuso que Norcorea suspenda ambos proyectos a cambio del fin de los ejercicios militares de Seúl y Washington. Con esa variante busca abrir el camino para resolver la crisis y lograr la desnuclearización de la Península vecina.
Aparte de acoger múltiples foros, el gigante asiático estuvo presente en grandes escenarios internacionales y defendió a la cooperación y el trabajo mancomunado como las herramientas para superar retos universales, entre ellos, el cambio climático, los altibajos económicos, el terrorismo y la inseguridad alimentaria.
Sus máximos dirigentes reiteraron esos planteamientos al recibir a cada presidente, canciller, y alto representante de numerosos países y organizaciones que incluyeron una parada aquí durante 2017.
También insistieron en una nueva senda de desarrollo, mejorar la gobernanza global, construir una economía mundial abierta, y promover la liberalización del comercio y las inversiones, para implementar la Agenda 2030 de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.
Todos estos elementos corroboran la tesis de expertos de que en los últimos años China dejó de ser un actor en las cuestiones internacionales para convertirse en un líder de la agenda mundial.
Yolaidy Martínez/Prensa Latina
Durante el año la nación asiática fue anfitriona de reuniones sobre diversos temas. Sin embargo, el mayor acontecimiento diplomático fue el foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional realizado a mediados de mayo en esta capital.
Analistas coinciden en que se trató de una ilustración de la notoriedad de China y su presidente Xi Jinping, pues la cita aunó durante 2 días a 29 jefes de Estado y de gobierno de todo el orbe, así como 1 mil 500 delegados de más de 130 países y 70 organizaciones mundiales.
En su conjunto, las naciones participantes representaron más de las dos terceras partes de la población y el 90 por ciento del producto interno bruto del planeta, lo cual convirtió al evento en uno de los más prestigiosos organizado aquí y a la vez en una de las asambleas de más alto nivel global.
Según datos oficiales, un total de 68 estados y organismos firmaron acuerdos de cooperación con el gigante asiático en áreas claves como la política, comercio, finanzas y conectividad entre personas.
La Iniciativa de la Franja y la Ruta la promueve Xi desde 2013 a fin de revivir los antiguos trayectos comerciales para vincular a China con numerosos países de Asia, Europa y África mediante una gran plataforma de intercambio económico y de infraestructura.
El proyecto es mucho más ambicioso y sumó recientemente a Latinoamérica y El Caribe a través de un parque industrial en la sureña ciudad de Zhuhai –provincia de Guangdong– y ubicado de forma estratégica en la zona de libre comercio de Hengqin, cercana a las regiones administrativas especiales de Macao y Hong Kong.
El lugar ofrece políticas preferenciales, prestaciones legales, incentivos fiscales y financieros, edificaciones modernas y tecnología de punta, entre otras facilidades, todo orientado a atraer talentos humanos, y compañías nacionales y extranjeras.
Como parte de los planes, se establecerá una oficina de contactos en algún país de América Latina que recibirá las solicitudes de participación e inversión.
El parque se inauguró en el contexto de la primera Exposición de China, Latinoamérica y el Caribe, efectuada del 9 al 11 de noviembre en Zhuhai y que aglutinó a más de 400 firmas dedicadas a sectores como agricultura, textiles, transporte, turismo, tecnología, telecomunicaciones, servicios médicos y artesanía, entre otros.
Otro foro de relevancia para China fue la IX Cumbre del BRICS, grupo de economías emergentes que conforma junto a Brasil, Rusia, India y Sudáfrica.
El cónclave sesionó a principios de septiembre en la suroriental ciudad de Xiamen y plasmó en su declaración final el deseo de fortalecer la cooperación Sur-Sur en busca de un progreso sustentable, la integración de mercados financieros, el intercambio y el mutuo entendimiento entre los pueblos del bloque.
Por primera vez en una cita del grupo se formalizó el concepto de BRICS Plus, el cual alude al Diálogo de Países en Desarrollo y Economías Emergentes en el que participaron además los líderes de Egipto, Tayikistán, Tailandia, México y Guinea.
Entre otras cuestiones, se reafirmó la postura de la alianza contra el proteccionismo comercial, el terrorismo y los ensayos nucleares de la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
Respecto al último tema, China mantuvo firme este año la determinación de promover la paz y estabilidad en la Península Coreana mediante una vía pacífica y dialogada.
Su gobierno se opone al programa de desarrollo nuclear y de misiles de la RPDC, insiste a la nación vecina que debe cooperar para no empeorar la crisis y rechaza la opción militar planteada por Estados Unidos y sus aliados en la zona para obligar a Pyongyang a abandonar esas tecnologías.
Pekín propuso que Norcorea suspenda ambos proyectos a cambio del fin de los ejercicios militares de Seúl y Washington. Con esa variante busca abrir el camino para resolver la crisis y lograr la desnuclearización de la Península vecina.
Aparte de acoger múltiples foros, el gigante asiático estuvo presente en grandes escenarios internacionales y defendió a la cooperación y el trabajo mancomunado como las herramientas para superar retos universales, entre ellos, el cambio climático, los altibajos económicos, el terrorismo y la inseguridad alimentaria.
Sus máximos dirigentes reiteraron esos planteamientos al recibir a cada presidente, canciller, y alto representante de numerosos países y organizaciones que incluyeron una parada aquí durante 2017.
También insistieron en una nueva senda de desarrollo, mejorar la gobernanza global, construir una economía mundial abierta, y promover la liberalización del comercio y las inversiones, para implementar la Agenda 2030 de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible.
Todos estos elementos corroboran la tesis de expertos de que en los últimos años China dejó de ser un actor en las cuestiones internacionales para convertirse en un líder de la agenda mundial.
Yolaidy Martínez/Prensa Latina
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