viernes, 5 de enero de 2018

La Unión Europea: una estratagema china al servicio de los Estados Unidos (IV)

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La Unión Europea: una estratagema china al servicio de los Estados Unidos (IV)

 

Mecanismo auto-bloqueante: las directivas europeas son irreformables en sentido progresista

Ha habido miles de ejemplos que demuestran cómo el mecanismo auto-bloqueante ha servido a los intereses del capitalismo neoliberal. Podríamos citar por ejemplo la introducción de los organismos genéticamente modificados (OGM) en la UE por la directiva comunitaria del 12 de marzo de 2001.
En 2005, el primer ministro francés Dominique de Villepin (el hombre que dijo “no” a la Guerra de Irak en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en 2003), en un último alarde de “patriotismo económico”, quiso evitar que el grupo empresarial franco-luxemburgués Arcelor cayera en manos de la anglo-hindú Mittal Steel, del multimillonario Laksmi Mittal, por medio de un decreto anti-OPA.[19] Contaba con el apoyo del 75% de la población francesa (más que nada porque había empleos franceses que estaban en juego, y ya sabemos cómo se las gasta el Sr. Mittal).
Inmediatamente, la comisaria europea encargada de competencia Neelie Kroes intervino para pararle los pies al Sr. De Villepin. El 14 de septiembre de 2005, ella declaraba:
“Frente a la inseguridad y a una pérdida de confianza colectiva, algunos políticos están dispuestos a buscar políticas regresivas de repliegue sobre sí mismo. Quieren proteger campeones y marcas nacionales – e incluso europeas – de los asaltos del mercado mundial para relanzar a las empresas deficientes de la industria. No podemos permitir ser complacientes frente al resurgimiento actual de la retórica proteccionista. El riesgo es a la vez real y urgente.”[20]
Curiosamente, este tipo de discurso se parece mucho al discurso de Marina Albiol acerca del “camino de vuelta al Estado nación” que “nos llevaría al riesgo de enfrentamientos entre territorios”.[21] Por supuesto, yo no estoy aquí para defender los intereses de las burguesías europeas, pero la cuestión es que la Comisión europea impide algo tan elemental como proteger la industria de tu propio país.
Por otra parte, llama mucho la atención el comentario, casi jocoso, de la comisaria Kroes acerca de la idea de proteger a la industria europea. Es decir, para ella ni siquiera era legítimo defender la industria de la propia UE. Para que el lector se dé cuenta de hasta qué punto es un mito aquello de que la creación de la UE representaba una “declaración de guerra” contra los monopolios estadounidenses y del resto del mundo. ¡La Europa de Maastricht se hizo precisamente para impedir el proteccionismo nacional (o europeo)!
Para Neelie Kroes, comisaria europea encargada de competencia en 2005, era un escándalo que Dominique de Villepin quieran proteger al conglomerado Arcelor de las garras del Sr. Mittal: “No podemos permitir ser complacientes frente al resurgimiento actual de la retórica proteccionista.”
Llevaba mucha razón el filósofo francés Michel Clouscard cuando decía: “El Estado ha sido la instancia superestructural de la represión capitalista. Es por eso que Marx lo denuncia. Pero hoy, con la globalización, la inversión es total. Mientras que el Estado-nación pudo ser el medio de opresión de una clase sobre otra, se convierte en el medio de resistir a la globalización. Es un juego dialéctico.”
Esto, por supuesto, no significa que una vez que un país haya recuperado formalmente su soberanía nacional, vaya a cambiar el carácter de clase del Estado. Pero si los comunistas no somos capaces de hacer comprender a los trabajadores algo tan sencillo como que los países miembros de la UE ya no tienen las riendas de la economía, ¿cómo podríamos pretender orientarles hacia la revolución socialista? La situación es, pues, mucho más difícil que plantearse si podemos construir inmediatamente el socialismo. Y por supuesto que esto debe ser el objetivo final, pero no comprender que todo camino conlleva etapas es hacer pruebas de un maximalismo infantil que le hace el juego a la tecnocracia de Bruselas.
Otro ejemplo. El pasado 4 de julio, después de un año de bloqueo, la Comisión europea obtuvo el voto favorable de los Estados miembros a su proyecto de definición reglamentaria de los interruptores endocrinos (sustancias químicas que pueden alterar el equilibrio hormonal de los organismos). Las negociaciones habían estado estancadas precisamente porque países como Francia, Dinamarca y Suecia los consideraban una amenaza seria para la salud pública y el medio ambiente. Finalmente, por aquello de que “todos tienen que ir por el mismo rumbo”, estos países terminaron por someterse a Alemania, que es el país que militaba por una definición poco restrictiva para su industria. ¿Dúo franco-alemán?[22]
Y finalmente, este pasado verano, el Sr. Emmanuel Macron nos ofreció un ejemplo de libro de cómo el mecanismo auto-bloqueante impide toda reforma de la UE en sentido progresista.
Después de un gran discurso, el pasado 23 de agosto, en el que dijo que la directiva de los trabajadores desplazados[23] era “una traición del espíritu europeo en sus fundamentos”[24] (mentira y gorda, puesto que precisamente el Tratado de Roma de 1957 establecía como pilares del “mercado común” las famosas “cuatro libertades”, que son la libre circulación a) de los capitales, b) de las personas, c) de las mercancías, y d) de los servicios) Macron tuvo la genial idea de hacer una gira por el este de Europa con el supuesto objetivo de convencer a sus homólogos de Eslovaquia, Rumanía, Bulgaria, etc., de reformar esta directiva en interés de los franceses, con la vana esperanza de realzar su popularidad (que en apenas tres meses ya estaba por los suelos).[25]
Es preciso señalar que, desde hacía dos años, ya había negociaciones entre los países del oeste y del este de Europa para modificar la aplicación concreta de la directiva, cosa que se puede decidir por mayoría cualificada en reunión de los jefes de Estado y gobierno de la UE en el Consejo de Europa. Pero aquí se trata de las directivas, que abarcan cuestiones de detalle acerca de cómo se aplica el espíritu de los tratados europeos, que (vuelvo a insistir en ello) se tienen que modificar por unanimidad.
El problema con el que Macron no contaba es que los gobiernos de Europa del este no tienen la más mínima intención de poner en cuestión esta directiva. Y es lógico: beneficia a los trabajadores de Europa del este, y además tiene un interés político estupendo para los dirigentes de Polonia, Rumanía, Bulgaria, porque… ¿qué hay de más magnífico que disponer de algo que les permita por un tiempo deshacerse de trabajadores en paro y les exonere parcialmente de crear empleo en su propio país?
En Salzburgo, Austria, donde se entrevistó con los primeros ministros de República Checa y Eslovaquia, y después en Rumanía y en Bulgaria, Macron no obtuvo más que meras declaraciones de buenas intenciones, sin obtener de sus interlocutores ningún compromiso en lo que respecta a una hipotética revisión de la directiva favorable a los intereses franceses (se limitaron a confirmar su compromiso de entablar negociaciones para la reforma que ya estaba en curso, pero no la que quería hacer Macron). En el este de Europa, Macron se topó con la cruda realidad de la supuesta “solidaridad europea”.
El 22 de junio, Macron había asegurado que para su primera reunión del Consejo de Europa, que defendería su visión de “una Europa que protege”. El problema que se encontró en el este de Europa es que sus homólogos de allí tienen una visión muy diferente de “Europa”
Pero ahí no quedó la cosa. Desde Sofía, Bulgaria, Macron se atrevió a criticar públicamente al gobierno polaco por su posición intransigente, diciendo que “Polonia no es quien define el rumbo de Europa”, que “se pone al margen” de Europa, que “Europa se construyó en base a libertades públicas que Polonia está violando hoy” y que “ha decidido aislarse”[26], generando una grave crisis diplomática.
Como no podía ser de otra manera, la primera ministra polaca, Beata Szydlo, que es una mujer con temperamento, contestó a Macron poniéndolo en su sitio: “Le quiero recomendar al presidente de Francia que se ocupe de su propio país, y también le pido que tenga en cuenta que el futuro de la Unión Europea no sólo lo va a decidir Francia.”
Y añadía: “Polonia es un socio europeo con los mismos derechos que Francia.”[27]
Estas palabras son muy importantes, porque reflejan una realidad que ignoran aquellos que hablan del “dúo franco-alemán”. La señora Szydlo tiene roda la razón: Polonia es miembro de la UE, con los mismos derechos y deberes que Francia o Alemania. Aquí no ha habido “dúo franco-alemán” que valga, en primer lugar porque a) los dirigentes alemanes pasan olímpicamente de tener en consideración los intereses franceses cuando toman una decisión, y b) si acaso lo que existe es una sumisión de las élites políticas francesas a la Sra. Merkel.
Y en segundo lugar, si bien es cierto que Alemania tiene mucho poder (por ser uno de los países miembros que son contribuidores netos, y por ser uno el principal financiador de países endeudados como Grecia), no hay ningún “dúo franco-alemán” que pueda hacer nada ante el mecanismo auto-bloqueante de la UE. Y la Sra. Szydlo se lo ha hizo saber al Sr. Macron: por mucho que los franceses quieran reformar la directiva de los trabajadores desplazados, los polacos, rumanos, eslovacos, etc., no tienen la más mínima intención de hacerlo, porque no van a atentar contra sus propios intereses. Si la Sra. Merkel se hubiese atrevido a criticar de esta forma al gobierno polaco (cosa que no hizo porque es una política más inteligente y experimentada), habría obtenido exactamente la misma respuesta.
La primera ministra polaca Beata Szydlo mandó al joven Macron a que se fuera a freír espárragos con su reforma de la directiva sobre los trabajadores desplazados, recordándole que no es Francia quien dirige el destino Europa. Es el mecanismo auto-bloqueante de la UE, la estratagema china que impide que los 27 avancen juntos en sentido progresista.
Por este motivo el gran capital estaba interesado la expansión de la UE hacia el este: cuantos más países formen parte de la UE, mayor es la imposibilidad de reformar los tratados y las directivas en sentido contrario al neoliberalismo (aparte del hecho de disponer de un enorme mercado de trabajo con mano de obra barata, y bien cualificada gracias al socialismo real).
¿La conclusión? La única forma de escapar de este “estado de excepción neoliberal” (en palabras del eurodiputado Javier Couso) es salir de la UE por medio del artículo 50 del Tratado de la Unión Europea. A partir de allí, el país que haya salido podrá libremente defender sus intereses sin rendir cuentas ante ningún socio de la UE, y ello con toda cordialidad. Claro que para eso hace falta también un gobierno que defienda el interés nacional. Pero es tarea de los comunistas el conseguirlo.
En resumen, entran en interacción dos factores distintos:
a) la voluntad de los Estados Unidos de dominar a los países de la UE. Considero que esto ya se ha conseguido con éxito, puesto que ya no hay naciones soberanas que hagan frente al imperialismo estadounidense, pues todas se han diluido en aras de la supra-nacionalidad, cuando no son aliadas muy estrechas de Washington;
b) lo último no quita, ni mucho menos, el enorme interés que supone la UE tanto para los grandes capitalistas europeos como estadounidenses, véase de otras partes del mundo (el Sr. Lakshmi Mittal lo puede confirmar). En el marco de la globalización neoliberal –empujada desde Washington tras la disolución de la URSS–, la dominación geopolítica de los Estados Unidos sobre la UE da lugar a una connivencia de intereses entre distintos capitalistas. Este interés pasa precisamente por pasar por encima de la soberanía nacional de los países miembros de la UE.
Tal como yo interpreto las cosas (y no creo que esté descubriendo la pólvora), desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, las burguesías europeas se han dado cuenta de que les es mucho más ventajoso colaborar con los Estados Unidos que lo contrario, y conjuntamente con ellos lanzarse a la recolonización del mundo, declarándole una guerra (económica, ideológica, cultural, y en ocasiones militar) al mundo arabo-musulmán, a Latinoamérica, a Rusia, a China, etc. Esta guerra se inscribe perfectamente en la visión del mundo como un “choque de civilizaciones”, y la construcción europea responde a este esquema.

¿Por qué los Estados Unidos hacen lo posible por salvar el euro?

Parece difícil de creer, pero los Estados Unidos (al menos hasta el momento actual, tendremos que ver cómo sigue evolucionando el Sr. Trump, que ya podemos calificar de “Tsipras estadounidense”) hacen lo posible por salvar el euro. Esta es una realidad objetiva que voy a demostrar a continuación, haciendo una cronología de los hechos acontecidos durante la crisis del euro a partir de 2010, cuando varios países de la UE (notablemente Alemania) se vieron en la tesitura de financiar el déficit de Grecia.
El 16 de septiembre de 2011, Timothy Geithner, Secretario del Tesoro estadounidense, se invitaba él mismo a una cumbre de ministros de finanzas europeos en Wroclaw, Polonia, donde pidió que se pusiera un término a las “palabras desconsideradas” acerca de un posible desmantelamiento del euro.[28] Sabiendo que los Estados Unidos no forman parte de la zona euro, podemos preguntarnos qué es lo que autoriza al gobierno de los Estados Unidos dar un consejo, no digamos ya dar una orden, en lo que respecta al euro, o en qué le puede importar que se desmantele o no el euro. Esto solamente tiene sentido si el gobierno de los Estados Unidos desea el mantenimiento del proceso de integración europea, y el euro es una pieza necesaria para dicho proceso.
El 3 de noviembre de 2011, en la cumbre del G-20 en la ciudad de Cannes, Francia, el presidente estadounidense Barack Obama instaba a los líderes europeos a resolver la crisis del euro, que consideraba como la principal amenaza para la economía estadounidense.[29]
El 26 de enero de 2012, el diario estadounidense New York Times revelaba el papel que durante la crisis del euro había jugado la Subsecretaria del Tesoro Lael Brainard, que en secreto había efectuado entre 2010 y 2012 un total de… ¡17 viajes a Europa, con el objetivo de velar por “la preservación de la zona euro y su moneda”![30] Podemos decir que llama la atención, cuanto menos, las molestias que se tomó la administración Obama por salvar a una moneda que no es la suya propia.
Según el diario británico The Guardian, el 19 de mayo de 2012, “Barack Obama y David Cameron se enfrentaron a la canciller alemana Angela Merkel en la cumbre del G8 en Camp David, exigiéndole que emprenda un camino claro para que Europa salga de la actual crisis. La dirigente alemana resistió a las presiones para imponer nuevas medidas que incluirían una política monetaria más flexible del Banco Central Europeo…”[31]
El 31 de mayo de 2012, un artículo del diario francés Le Figaro informaba: “La solución a la crisis del euro no se encuentra en Washington. No obstante, con la ocasión de una videoconferencia el pasado miércoles, Barack Obama insistió en incitar a sus homólogos alemanes, franceses e italianos a que encuentren soluciones.”[32]
El 6 de junio de 2012, Barack Obama volvía a llamar a tres dirigentes de la zona euro, Mario Monti, Angela Merkel y David Cameron, “para recordarles la necesidad de reforzar la unión monetaria estimular el crecimiento”, según reportaba el diario Journal du Dimanche. El mismo periódico informaba que Cameron y Obama “se pusieron de acuerdo sobre la necesidad de un plan inmediato para resolver la crisis […] así como sobre una estrategia a largo plazo para asegurar la existencia de una moneda única fuerte.”[33] De nuevo, es legítimo preguntarse a qué se debe tanta insistencia por parte de los británicos con relación al futuro del euro, cuando ellos nunca estuvieron en la eurozona.
El 30 de julio 2012, el diario alemán Del Spiegel informaba que Timothy Geithner se había desplazado hasta Alemania para encontrarse con el ministro de finanzas alemán Wolfgang Schäuble, cuando este se encontraba en su residencia de vacaciones en el Mar del Norte:
“Este encuentro, de una hora y media, se realizó por iniciativa del estadounidense, y su objetivo era claro: desde el punto de vista de los Estados Unidos, el gobierno federal [alemán] hace demasiado poco para evitar una escalada superior de la crisis del euro.”[34]
¿Por qué en 2012 el secretario del Tesoro de los Estados Unidos Timothy Geithner fue a hablar con ministro alemán de finanzas Wolfgang Schäuble para instarle a que salvara al euro y no considerase expulsar a Grecia de la eurozona?
El 29 de mayo de 2015, el Wall Steet Journal reportaba que el sucesor de Timothy Geithner en el cargo de secretario del Tesoro, Jacob Lew, “exige una rápida resolución del problema del rescate griego”.[35] En julio de 2015, el mismo Lew pedía directamente a los acreedores de Grecia (es decir los demás países de la zona euro) que hicieran “compromisos” con respecto al endeudamiento de Grecia. En otras palabras, que renuncien a parte de lo que Grecia debe pagarles.[36]
¿Estas groseras injerencias no demuestran que los estadounidenses quieren a toda costa que sobreviva el euro?
De ahí se extrae la siguiente conclusión: contrariamente a lo que afirman algunos, la UE no es un proyecto imperialista “con capital en Berlín” ni el euro es un “instrumento” al servicio del imperialismo alemán. Es cierto que Alemania tiene mucho poder de influencia en el seno de la UE, y que el euro se creó utilizando el marco alemán como moneda de referencia. Pero las élites financieras alemanas son las primeras en saber que el euro no funciona ni puede funcionar. ¿Entonces qué es lo que ocurre? Ocurre lo siguiente:
1. Los alemanes no quieren el euro, pero están subordinados a Washington, que les impone mantenerlo a salvo,
2. Los alemanes se ven así forzados a refinanciar a Estados en crisis como Grecia, y quien paga manda,
3. Y como los dirigentes alemanes no son precisamente adalides del keynesianismo ni de la planificación soviética, imponen a los Estados rescatados duras medidas de austeridad para asegurarse de que el dinero prestado es gastado con “responsabilidad”,
4. Con esto no pretendo que se disculpe a los dirigentes alemanes. Pero me parece injusto que en la conciencia colectiva de los pueblos del sur de Europa se contribuya a fomentar la germanofobia, cuando a quien habría que señalar en primer lugar es a los Estados Unidos, que son los que obligan a Alemania a mantener en vida a una moneda que no puede funcionar y que está destinada a estallar.
Ahora la gran pregunta es: ¿por qué los Estados Unidos quieren salvar el euro?
Lo hacen por tres motivos.
1) El primero motivo es porque los mercados financieros a un lado y otro del Atlántico están muy estrechamente ligados. Cualquier revés en Europa amenaza con destruir el crecimiento frágil de los Estados Unidos. Por ello el gobierno de los Estados Unidos quiere salvar los intereses del gran capital financiero estadounidense, y en particular de los fondos de inversión. En un coloquio titulado “¿Hay una vida después del euro?” organizado en 2013, el economista francés Olivier Berruyer dijo:
“Una última palabra sobre los Estados Unidos, porque hemos hablado de ellos. Está claro que los ministros y presidentes estadounidenses presionan mucho para mantener el euro, porque detrás de eso hay un castillo de naipes… Después, no sé si esto se debe a una visión según la cual el derrumbe del castillo de naipes conllevaría el fin de la construcción europea, pero de lo que estoy seguro, es que si no hay euro, no hay Goldman Sachs, no hay Bank of America, no hay Citigroup, etc., y cuando sabemos quiénes dirigen a los Estados Unidos, comprendemos por qué existen tales presiones…
Si el euro cae, por decirlo de manera sencilla, se derrumban rápidamente los mercados financieros y por lo tanto se derrumban rápidamente los principales bancos del planeta, generándose con ello graves problemas de solvencia y de imposibilidad de pagar las deudas públicas. En realidad, estamos en una fase de riesgo sistémico, que está muy bien descrita…  Incluso en el G-20, cuando se ocupan de ello, hacen una lista de los 28 bancos sistémicos mundiales. Se hace una lista, y se dice: ‘si uno de estos bancos quiebra, quiebran todos los demás y arrastran todo consigo’: BNP, Société Générale, etc.
¿Y qué hacen ante esta situación? Pues prácticamente nada, dicen: ‘tal vez haría falta un mayor control, tal vez haría falta aumentar el capital.’ Sencillamente, aceptan que haya estructuras en el planeta que pueden arrastrar la quiebra del sistema financiero y bancario mundial. Y probablemente el euro tiende a arrastrar este elemento sistémico y a hacer que se caiga el sector financiero. Y sabemos quienes dirigen a los Estados Unidos.”[37]
2) El segundo motivo es que en el momento de la crisis del euro la UE era el socio comercial más importante de los Estados Unidos, y era su segundo mercado de exportación. Los Estados Unidos quieren un euro fuerte porque sacan ventaja de la debilidad relativa del dólar con respecto a la moneda europea, cosa que fue denunciada por el presidente del grupo EADS (fabricante de Airbus) Louis Gallois, como una “ventaja competitiva” que cifraba en una pérdida de “3000 millones de euros de resultado anual en tres años”[38]. Una vez que se comprende esto, se entienden mucho mejor las palabras del ex-primer ministro chino Wen Jiabao durante su visita a Grecia en 2010, cuando dijo que China “apoya un euro estable”[39]. Y es que a diferencia de otros, los chinos defienden sus propios intereses.
Doug Elliot, del think tank estadounidense Brookings Institute, decía en 2012 que “si Europa implosiona, la economía americana caerá en una nueva recesión, y hay un 100% de posibilidades de que Obama pierda las elecciones.”[40] Justo después de sufrir la crisis de las hipotecas subprime de 2008, el interés del gobierno estadounidense era hacer crecer las exportaciones de manera a crear empleos. Esto sólo podía conseguirlo con un euro fuerte. Y allí reside la raíz de los problemas que nos genera el euro.
3) Y el tercer motivo (y yo creo que el principal) es de naturaleza estrictamente geopolítica. Los imperialistas estadounidenses saben que el euro es el candado que permite mantener atado el proyecto de construcción europea, porque han comprendido muy bien, al igual que lo habían comprendido los nazis, que un elemento constitutivo básico de un Estado-nación –y el objetivo final de la construcción europea es construir un Estado-nación a escala europea– es una moneda nacional. Al estar la adopción de la moneda común intrínsecamente ligada a la propia construcción europea (aunque el proceso de adopción del euro ya hace aguas en Suecia, República Checa, Hungría, Bulgaria, etc., por no hablar de Chipre, que técnicamente ya no está en la eurozona), si el euro empieza a desagregarse, es todo el castillo de naipes de la construcción europea lo que se puede venir abajo. Los imperialistas estadounidenses harán lo posible para evitarlo.
[1] ¿Quién gobierna Francia y Europa? Conferencia en línea de François Asselineau, 8 de enero de 2013 https://www.youtube.com/watch?v=SWKBp32IFmk&t=3017s (min. 19.20)
[2] The German-American Alliance for the 21st Century Joint Statement, 27 de febrero de 2004 https://2001-2009.state.gov/p/eur/rls/prsrl/30072.htm
[3] Bush and Merkel Hail New Chapter in US-German Relations, Deutsche Welle, 13 de enero de 2006
[4] Observatoire de l’Europe Industrielle, Europe Inc. Liaisons dangereuses et milieux d’affaires européens, Agone éditeur, Marsella, 2000, citado en Henri Houben, Les étapes de la construction européenne : vers un Etat européen ?, Etudes Marxistes nº57, Bruselas, 2001.
[5] Véase el caso del Banco de Pagos Internacionales (BPI), que había mencionado en mi anterior artículo, primer club de Bancos Centrales del mundo, en el cual estaba comprometido el capital estadounidense, y que había tenido un papel clave en la financiación del nazismo.
[6] Henri Houben, op. cit.
[7] Henri Houben, op. cit.
[8] Keith Richardson, Big Business and the European Agenda, Sussex European Institute, Working Papers, nº35, septiembre de 2000, citado en Henri Houben, op. cit.
[9] Citado en Keith Richardson, op. cit.
[10] Según el periodista belga Michel Collon, fue precisamente para impedir esta independencia de Europa que los Estados Unidos intervinieron en la guerra de los Balcanes de 1991-1995.
[11] Henri Houben, Le nouvel objectif majeur de l’Union Européenne : le processus de Lisbonne, Etudes Marxistes nº65, 2004.
[12] Henri Houben, Les étapes de la construction européenne : vers un Etat européen?
[13] ibíd.
[14] Porque no es una moneda única, el euro va a explotar http://ladialectika.com/actualidad/internacional/2017/11/12/no-una-moneda-unica-euro-va-explotar/
[15] L’express, Helmut Kohl : ‘S’il y avait eu un referendum sur l’introduction de l’euro, je l’aurais perdu à 7 contre 3’, 11 de abril de 2013.
[16] Henri Houben, op. cit.
[17] Le Monde,  « Guerre fantôme : la vente d’Alstom à General Electric », 25 de septiembre de 2017.
[18] Por eso, cuando en un artículo infame la euro-trotskista Marina Albiol afirma que “nuestros problemas no se solucionarían con una vuelta al Estado nación (¿acaso han desaparecido los Estados-naciones?), sino acabando con un sistema que nos explota tanto en el conjunto de Europa”, ella de momento está consintiendo al saqueo de la industria pública en la UE. http://ctxt.es/es/20170322/Firmas/11778/UE-desigualdad-economia-tratado-de-roma-marina-albiol.htm
[19] Mondialisme.org, L’affaire Arcelor/Mittal et la centralisation du capital, 5 de abril de 2006.
[20] https://www.youtube.com/watch?v=_MUBLRZahc0  (min. 30.25)
[21] Marina Albiol, ¿Recuperar soberanía nacional o conquistar soberanía popular?, 24 de marzo de 2017
http://ctxt.es/es/20170322/Firmas/11778/UE-desigualdad-economia-tratado-de-roma-marina-albiol.htm
[22] Upr.fr, L’affaire des perturbateurs endocriniens prouve encore une fois que ce sont les États qui peuvent protéger les peuples et que c’est l’Europe qui les menace, 4 de julio de 2017. https://www.upr.fr/actualite/france/laffaire-perturbateurs-endocriniens-prouve-nouvelle-etats-protegent-peuples-leurope-menace
[23] Se trata de la directiva que permite que un trabajador de un país de la UE pueda migrar hacia otro país de la UE y cobrar el salario mínimo del país en cuestión (hasta aquí, nada que objetar), con la salvedad de que el empresario pagará las cargas sociales del país de origen. Así, por ejemplo, en países como Francia, Bélgica o Austria, donde las cargas sociales son de las más altas, un empresario con pocos escrúpulos puede encontrar fácilmente mano de obra mucho más barata al poder contratar trabajadores pagando las cargas sociales de países como Polonia o Bulgaria, que son mucho más bajas.
[24] Pour Emmanuel Macron, la directive sur les travailleurs détachés est une « trahison de l’esprit européen », Le Monde, 23 de agosto de 2017.
[25] Le Figaro, Macron repart d’Europe de l’Est avec l’espoir d’un accord, 25 de agosto de 2017
[26] Travailleurs détachés : Macron déclenche une crise diplomatique avec la Pologne, Le Monde, 25 de agosto de 2017.
[27] Polonia pide respeto a Macron y le recomienda que se ocupe de su propio país, La Vanguardia, 25 de agosto de 2017.
[28] La Tribune, Quand le trésor américain rappelle les européens à l’ordre, 16 de septiembre de 2011.
[29] The New York Times, Obama Urges European Solution to Debt Crisis, 3 de noviembre de 2011.
[30] The New York Times, At Euro Talks, a Calm Arm-Twister From the U.S., 26 de enero de 2012.
[31] The Guardian, Germany isolated over euro crisis plan at G8 meeting in Camp David, 19 de mayo de 2012.
[32] Le Figaro, Zone euro: la crise s’aggrave, Obama s’inquiète, 31 de mayo de 2012
[33] Le Journal du Dimanche, Zone euro : Obama appelle Cameron, Monti, Merkel…, 6 de junio de 2012.
[34] Der Spiegel, US-Finanzminister Geithner bei Schäuble: Heimgesucht auf Sylt, 30 de julio de 2017
[35] Jacob Lew Urges Swift Resolution to Greece Bailout Standoff, The Wall Street Journal, 29 de mayo de 2015.
[36] U.S presses greece on economic overhauls ahead of debt talks, The Wall Street Journal, 21 de julio de 2015.
[37] https://www.youtube.com/watch?v=Uwi0UfUbHC0 (min 1.43.03)
[38] Le Figaro, Le recul de l’euro menace la reprise américaine, 7 de mayo de 2010. Por cierto, cuando los dirigentes chinos se presentan como “adalides de la globalización” frente al “aislacionismo de Trump”, hay que interpretar estas palabras de la misma manera. Ellos han comprendido cuáles son sus intereses. ¿Cómo podrían oponerse a algo que les beneficia profundamente? ¿Deberían renunciar al desarrollo tecnológico en aras del “internacionalismo proletario”?
[39] ABC, El primer ministro chino se aventura en decir que Grecia sale de la crisis, 4 de octubre de 2010.
[40] Slate.fr, La réelection d’Obama dépend de la crise de l’euro, 4 de agosto de 2012
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