El camarada Mao Tse-tung, verdadero líder de la democracia
moderna, fue el primer gobernante que se acostumbró a vivir con la
crítica, con unas asambleas que no le eran al cien por cien fieles, con
una corriente de pensamiento propio, personificado en Zhou Enlai. Fue el
primer gobernante, después de serlo todo.
Fue el “Gran Timonel”, el autor del Gran Salto Adelante, el responsable de la Larga Marcha. Le dio la libertad socialista a su pueblo y le cambió la faz y la cara, de tal manera que cuando él llegó, era un país en el que mayoritariamente se alimentaba de dos bolitas de arroz al día. Hoy, su obra ha hecho que China sea la primera potencia mundial económica junto con los Estados Unidos.
Siempre me llamaron la atención las memorias de Nikita Kruschov de la primera vez que visitó Beijing, en las que narra todos los espacios donde se ejercía la crítica contra el líder supremo.
El “Gran Timonel” era cuestionado una y otra vez. Kruschov le recordó al camarada Mao que ese negocio del comunismo -en la dictadura del proletariado- no permitía pensar que eran libres, que eso era peligroso y que por ese camino el régimen se acabaría.
Mao sólo miraba y sonreía.
Nikita Kruschov siguió preocupándose más y más hasta que en el último día, antes de separarse, Mao le dijo: “Camarada Kruschov, no se preocupe por la crítica. Permitir que cien flores florezcan y que cien escuelas de pensamiento compitan… las podrás arrancar de tajo y sangrarlas de una vez”.
Vamos a tener pronto, antes del fin del mes, nuevas Cámaras en la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión. Los representantes de nuestro pueblo, ¿podrán ejercer su poder legislativo sin importar lo que piense el Ejecutivo?
Es muy “bonito” decir que somos independientes. El problema es para qué, hasta dónde, cómo y cuándo.
Imagínese que yo fuera un votante de Morena, de esos que después de mucho tiempo por fin llegaron. Y que de golpe resultara que el Congreso de la Unión se pusiera a hacer un plan diferente al que me prometió mi líder. Yo lo consideraría una traición a mi voto.
Comprendo que las formas democráticas son las que son. Estos son tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Sin embargo, la realidad demuestra primero al Ejecutivo, después al Ejecutivo y al final el Ejecutivo.
Somos el país donde se hacen las mejores leyes que jamás se cumplirán. Tenemos un poder judicial que permanece inédito, que habrá que descubrir e instaurar, porque realmente el país será diferente el día que el poder Ejecutivo tenga límites, que el Legislativo haga leyes y que el Judicial se encargue de imponer.
Mientras tanto, somos un modelo teórico de cómo funciona la democracia sobre un fracaso práctico.
Ahora empieza de verdad. Yo estoy seguro que Ricardo Monreal hubiera sido un gran Jefe de Gobierno. No sé si mejor o peor que la que eligió López Obrador, pero desde luego, un gran gobernante. También estoy seguro que será un gran líder de la mayoría en el Senado y estoy esperando, con el corazón embridado, a quien finalmente se elegirá, en el último momento, como líder de San Lázaro.
De lo que también estoy seguro, es que no existe hábito ni práctica de auto respeto por el poder, y que por lo tanto a partir de aquí, hay que hacer una doble clase. En cuanto al Ejecutivo qué bueno que el presidente ya ha ofrecido que se limite, en cuanto a los otros dos, espero ya que nazcan de una vez.
Fue el “Gran Timonel”, el autor del Gran Salto Adelante, el responsable de la Larga Marcha. Le dio la libertad socialista a su pueblo y le cambió la faz y la cara, de tal manera que cuando él llegó, era un país en el que mayoritariamente se alimentaba de dos bolitas de arroz al día. Hoy, su obra ha hecho que China sea la primera potencia mundial económica junto con los Estados Unidos.
Siempre me llamaron la atención las memorias de Nikita Kruschov de la primera vez que visitó Beijing, en las que narra todos los espacios donde se ejercía la crítica contra el líder supremo.
El “Gran Timonel” era cuestionado una y otra vez. Kruschov le recordó al camarada Mao que ese negocio del comunismo -en la dictadura del proletariado- no permitía pensar que eran libres, que eso era peligroso y que por ese camino el régimen se acabaría.
Mao sólo miraba y sonreía.
Nikita Kruschov siguió preocupándose más y más hasta que en el último día, antes de separarse, Mao le dijo: “Camarada Kruschov, no se preocupe por la crítica. Permitir que cien flores florezcan y que cien escuelas de pensamiento compitan… las podrás arrancar de tajo y sangrarlas de una vez”.
Vamos a tener pronto, antes del fin del mes, nuevas Cámaras en la LXIV Legislatura del Congreso de la Unión. Los representantes de nuestro pueblo, ¿podrán ejercer su poder legislativo sin importar lo que piense el Ejecutivo?
Es muy “bonito” decir que somos independientes. El problema es para qué, hasta dónde, cómo y cuándo.
Imagínese que yo fuera un votante de Morena, de esos que después de mucho tiempo por fin llegaron. Y que de golpe resultara que el Congreso de la Unión se pusiera a hacer un plan diferente al que me prometió mi líder. Yo lo consideraría una traición a mi voto.
Comprendo que las formas democráticas son las que son. Estos son tres poderes: el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial. Sin embargo, la realidad demuestra primero al Ejecutivo, después al Ejecutivo y al final el Ejecutivo.
Somos el país donde se hacen las mejores leyes que jamás se cumplirán. Tenemos un poder judicial que permanece inédito, que habrá que descubrir e instaurar, porque realmente el país será diferente el día que el poder Ejecutivo tenga límites, que el Legislativo haga leyes y que el Judicial se encargue de imponer.
Mientras tanto, somos un modelo teórico de cómo funciona la democracia sobre un fracaso práctico.
Ahora empieza de verdad. Yo estoy seguro que Ricardo Monreal hubiera sido un gran Jefe de Gobierno. No sé si mejor o peor que la que eligió López Obrador, pero desde luego, un gran gobernante. También estoy seguro que será un gran líder de la mayoría en el Senado y estoy esperando, con el corazón embridado, a quien finalmente se elegirá, en el último momento, como líder de San Lázaro.
De lo que también estoy seguro, es que no existe hábito ni práctica de auto respeto por el poder, y que por lo tanto a partir de aquí, hay que hacer una doble clase. En cuanto al Ejecutivo qué bueno que el presidente ya ha ofrecido que se limite, en cuanto a los otros dos, espero ya que nazcan de una vez.
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