Pese
al alto el fuego, Arabia Saudí y sus aliados todavía no han puesto fin a
sus ataques contra la provincia de Al-Hudayda, en el oeste de Yemen.
El portavoz adjunto del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Farhan Haq, informó la semana pasada de que las partes involucradas en el conflicto de Yemen han acordado implementar nuevas medidas de alto el fuego.
Ambas partes iniciaron el 14 de julio una nueva ronda de contactos a bordo de un buque de la ONU en el mar Rojo, explicó las Naciones Unidas en un comunicado. El resultado fue una declaración de intenciones para reducir las hostilidades.
Ante las perspectivas optimistas, los aviones de Arabia Saudí bombardearon el domingo con al menos 56 misiles la aldea de Al-Zafran, ubicada en el este de Al-Hudayda, según informa la cadena libanesa Al Mayadeen.
El movimiento popular yemení Ansarolá ha condenado en reiteradas ocasiones que los aviones de combate bajo el mando de Arabia Saudí aún bombardearon en múltiples ocasiones las regiones cercanas al aeropuerto de Al-Hudayda después de que entrara en vigor el acuerdo de tregua pactado en Suecia en diciembre pasado con la mediación de la ONU.
Al-Hudayda ha sido controlada por Ansarolá desde 2014 y es el principal punto de acceso de los alimentos y las ayudas humanitarias del pueblo, afectado por cuatro años de la campaña militar saudí.
Desde el inicio de su despiadada campaña bélica en marzo de 2015, las incursiones aéreas saudíes han alcanzado escuelas, hospitales y festejos de bodas, matando a más de 91 000 personas, según calcula la oenegé Proyecto de Localización y Datos de Conflictos Armados (Acled, por sus siglas en inglés).
La ONU ha estimado que si a la guerra no se le pone punto final, la cifra de víctimas mortales podría llegar a situarse en torno a 500 000 personas para finales del año 2020.
El organismo internacional ha hecho además sonar todas las alarmas de crisis humanitaria en Yemen, que se enfrenta a la peor hambruna del último siglo. Alrededor de 24 millones de yemeníes —más de 80 % de la población— depende de algún tipo de ayuda humanitaria o protección para sobrevivir y, si no se hace nada y la guerra continúa, pronto habrá 12 millones de personas al borde de la hambruna, según el organismo internacional.
alg/mnz/mkh
El portavoz adjunto del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Farhan Haq, informó la semana pasada de que las partes involucradas en el conflicto de Yemen han acordado implementar nuevas medidas de alto el fuego.
Ambas partes iniciaron el 14 de julio una nueva ronda de contactos a bordo de un buque de la ONU en el mar Rojo, explicó las Naciones Unidas en un comunicado. El resultado fue una declaración de intenciones para reducir las hostilidades.
Ante las perspectivas optimistas, los aviones de Arabia Saudí bombardearon el domingo con al menos 56 misiles la aldea de Al-Zafran, ubicada en el este de Al-Hudayda, según informa la cadena libanesa Al Mayadeen.
El movimiento popular yemení Ansarolá ha condenado en reiteradas ocasiones que los aviones de combate bajo el mando de Arabia Saudí aún bombardearon en múltiples ocasiones las regiones cercanas al aeropuerto de Al-Hudayda después de que entrara en vigor el acuerdo de tregua pactado en Suecia en diciembre pasado con la mediación de la ONU.
Al-Hudayda ha sido controlada por Ansarolá desde 2014 y es el principal punto de acceso de los alimentos y las ayudas humanitarias del pueblo, afectado por cuatro años de la campaña militar saudí.
Desde el inicio de su despiadada campaña bélica en marzo de 2015, las incursiones aéreas saudíes han alcanzado escuelas, hospitales y festejos de bodas, matando a más de 91 000 personas, según calcula la oenegé Proyecto de Localización y Datos de Conflictos Armados (Acled, por sus siglas en inglés).
La ONU ha estimado que si a la guerra no se le pone punto final, la cifra de víctimas mortales podría llegar a situarse en torno a 500 000 personas para finales del año 2020.
El organismo internacional ha hecho además sonar todas las alarmas de crisis humanitaria en Yemen, que se enfrenta a la peor hambruna del último siglo. Alrededor de 24 millones de yemeníes —más de 80 % de la población— depende de algún tipo de ayuda humanitaria o protección para sobrevivir y, si no se hace nada y la guerra continúa, pronto habrá 12 millones de personas al borde de la hambruna, según el organismo internacional.
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