En
1906 se publicó el programa del Partido Liberal Mexicano (PLM), donde
se plasmaban las demandas más sentidas del pueblo mexicano. Los miembros
de este partido no eran ajenos a la situación en la que estaba México
en el proceso de lucha contra la dictadura porfirista. ¿Qué importancia
tienen hoy sus ideas?
El actual gobierno encabezado por López Obrador afirma que su propuesta del Plan Nacional de Desarrollo (2018-2024) está basada en el documento elaborado por los militantes del PLM en 1906 junto con el plan sexenal de Lázaro Cárdenas. Dicho documento fue redactado en San Luis Misuri por la Junta Organizadora del PLM, en donde a través de cartas, con sus distintos militantes que se encontraban en varias partes del país, contribuyeron a lanzar una serie de propuestas que el pueblo mexicano sentía para poder transformar la realidad. Es así que aquel primero de julio el PLM hizo una serie de propuestas que debían atenderse para poder elevar el modo de vida del pueblo, aquel que había sido maltratado por la dictadura de Díaz, por la represión, por la falta de libertad y por la opresión de una parte de la burguesía campante del momento, los hacendados.
Entre las cosas destacadas por el PLM estaba la libertad de expresión, consideraban – y actualmente debemos considerar – “que aquel Gobierno que ose proclamarse justo y bueno no puede hacer callar las voces de la inconformidad”, algo que actualmente no se ha cumplido. Con la agudización del terrorismo de Estado se ha vuelto imposible no leer noticias sobre el asesinato de un activista, un defensor de derechos humanos o un periodista. Además, el programa afirma que “un gobierno que se preocupe por el bien efectivo de todo el pueblo no puede permanecer indiferente ante la importantísima cuestión del trabajo.”
Es cierto, esto sirve para preguntarnos, ¿qué hace actualmente la 4T respecto al trabajo? Al seguir permitiendo en la nueva reforma laboral la subcontratación u outsourcing se agudizan las pésimas condiciones laborales de los trabajadores, eliminando sus derechos más fundamentales.
A aquellos que redactaron dicho programa les parecía denigrante que una persona como Porfirio Díaz pasara por alto la Constitución de 1857, que no pudieran respetar todo lo que ahí se plasmó. Hoy los ex presidentes Fox y Calderón piden que se les proteja después de los múltiples cambios hechos a la Constitución, ¿es necesario protegerlos por todos los crímenes cometidos en contra el pueblo mexicano? Nuestra respuesta debe de ser negativa y empuñar los principios del PLM. Hace 113 años el Partido Liberal se daba cuenta de que las grandes industrias se apropiaban de los recursos de nuestro país: a ellos se les condonaba todo, mientras el pueblo se hundía más y más en la miseria. Si bien es cierto que AMLO anunció que se dejaría de condonar impuestos a las grandes empresas, esto no es suficiente. Retomando el espíritu del PLM, tendríamos que avanzar en imponer un impuesto progresivo a la ganancia a las grandes empresas y en que los buegueses beneficiados con el neoliberalismo regresen lo robado y los recursos naturales al país, es decir, que se nacionalicen.
El Programa del PLM nos muestra que la lucha del pueblo debe asumir las demandas que más le son convenientes para él mismo, sin necesidad de intermediarios. Como decíamos en otro artículo en un FRAGUA anterior: “sólo el pueblo puede salvar al pueblo”.
Muchos trabajadores dieron su vida en la revolución y algunas demandas de esta lucha fueron retomadas en la Constitución de 1917, pero nunca con la profundidad y claridad con la que 11 años antes, un primero de junio de 1906, los militantes del PLM ya habían escrito: “Si queréis el grillete, la miseria, la humillación ante el extranjero, la vida gris del paria envilecido, sostened la dictadura, que todo eso os proporciona; si preferís la libertad, el mejoramiento económico, la dignificación de la ciudadanía mexicana, la vida altiva del hombre dueño de sí mismo…” De esta forma el PLM invitaba a la gente a sumarse a sus filas, a cobijarse dentro del partido, a luchar codo a codo de manera fraterna y organizada para conseguir lo que por derecho les pertenecía.
Nosotros como OLEP recuperamos esta experiencia histórica del Partido Liberal Mexicano como un instrumento para reunir nuestras demandas en un programa que sirva de guía en la lucha de obreros, campesinos, amas de casa, estudiantes, pues todos y todas entendemos la necesidad de una transformación, de la superación de este sistema económico-político que es el capitalismo, el cual se ha agudizado en su forma neoliberal haciéndonos perder nuestros derechos fundamentales. Por eso invitamos a la gente a conocer nuestro trabajo, a sumarse a la transformación de esta realidad y a conocer nuestras propuestas agrupadas en nuestro Programa Mínimo de Lucha, un programa que, como el del PLM, es una herramienta para agruparnos como una sola lucha, antes contra Díaz y los hacendados, hoy contra los burgueses que incumplen su palabra, como Carlos Slim, que nos cobra más caros los segundos de las llamadas, pero que no puede acabar una carretera que beneficie a la gente más pobre.
¡Contra el despojo, la represión y la explotación; resistencia, organización y lucha por el socialismo!
NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección NUESTRO PROGRAMA del No. 43 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Junio-Julio 2019.
Contacto:
olep.contacto@gmail.com
fragua.olep@gmail.com
Facebook: /olep.fragua
El actual gobierno encabezado por López Obrador afirma que su propuesta del Plan Nacional de Desarrollo (2018-2024) está basada en el documento elaborado por los militantes del PLM en 1906 junto con el plan sexenal de Lázaro Cárdenas. Dicho documento fue redactado en San Luis Misuri por la Junta Organizadora del PLM, en donde a través de cartas, con sus distintos militantes que se encontraban en varias partes del país, contribuyeron a lanzar una serie de propuestas que el pueblo mexicano sentía para poder transformar la realidad. Es así que aquel primero de julio el PLM hizo una serie de propuestas que debían atenderse para poder elevar el modo de vida del pueblo, aquel que había sido maltratado por la dictadura de Díaz, por la represión, por la falta de libertad y por la opresión de una parte de la burguesía campante del momento, los hacendados.
Entre las cosas destacadas por el PLM estaba la libertad de expresión, consideraban – y actualmente debemos considerar – “que aquel Gobierno que ose proclamarse justo y bueno no puede hacer callar las voces de la inconformidad”, algo que actualmente no se ha cumplido. Con la agudización del terrorismo de Estado se ha vuelto imposible no leer noticias sobre el asesinato de un activista, un defensor de derechos humanos o un periodista. Además, el programa afirma que “un gobierno que se preocupe por el bien efectivo de todo el pueblo no puede permanecer indiferente ante la importantísima cuestión del trabajo.”
Es cierto, esto sirve para preguntarnos, ¿qué hace actualmente la 4T respecto al trabajo? Al seguir permitiendo en la nueva reforma laboral la subcontratación u outsourcing se agudizan las pésimas condiciones laborales de los trabajadores, eliminando sus derechos más fundamentales.
A aquellos que redactaron dicho programa les parecía denigrante que una persona como Porfirio Díaz pasara por alto la Constitución de 1857, que no pudieran respetar todo lo que ahí se plasmó. Hoy los ex presidentes Fox y Calderón piden que se les proteja después de los múltiples cambios hechos a la Constitución, ¿es necesario protegerlos por todos los crímenes cometidos en contra el pueblo mexicano? Nuestra respuesta debe de ser negativa y empuñar los principios del PLM. Hace 113 años el Partido Liberal se daba cuenta de que las grandes industrias se apropiaban de los recursos de nuestro país: a ellos se les condonaba todo, mientras el pueblo se hundía más y más en la miseria. Si bien es cierto que AMLO anunció que se dejaría de condonar impuestos a las grandes empresas, esto no es suficiente. Retomando el espíritu del PLM, tendríamos que avanzar en imponer un impuesto progresivo a la ganancia a las grandes empresas y en que los buegueses beneficiados con el neoliberalismo regresen lo robado y los recursos naturales al país, es decir, que se nacionalicen.
El Programa del PLM nos muestra que la lucha del pueblo debe asumir las demandas que más le son convenientes para él mismo, sin necesidad de intermediarios. Como decíamos en otro artículo en un FRAGUA anterior: “sólo el pueblo puede salvar al pueblo”.
Muchos trabajadores dieron su vida en la revolución y algunas demandas de esta lucha fueron retomadas en la Constitución de 1917, pero nunca con la profundidad y claridad con la que 11 años antes, un primero de junio de 1906, los militantes del PLM ya habían escrito: “Si queréis el grillete, la miseria, la humillación ante el extranjero, la vida gris del paria envilecido, sostened la dictadura, que todo eso os proporciona; si preferís la libertad, el mejoramiento económico, la dignificación de la ciudadanía mexicana, la vida altiva del hombre dueño de sí mismo…” De esta forma el PLM invitaba a la gente a sumarse a sus filas, a cobijarse dentro del partido, a luchar codo a codo de manera fraterna y organizada para conseguir lo que por derecho les pertenecía.
Nosotros como OLEP recuperamos esta experiencia histórica del Partido Liberal Mexicano como un instrumento para reunir nuestras demandas en un programa que sirva de guía en la lucha de obreros, campesinos, amas de casa, estudiantes, pues todos y todas entendemos la necesidad de una transformación, de la superación de este sistema económico-político que es el capitalismo, el cual se ha agudizado en su forma neoliberal haciéndonos perder nuestros derechos fundamentales. Por eso invitamos a la gente a conocer nuestro trabajo, a sumarse a la transformación de esta realidad y a conocer nuestras propuestas agrupadas en nuestro Programa Mínimo de Lucha, un programa que, como el del PLM, es una herramienta para agruparnos como una sola lucha, antes contra Díaz y los hacendados, hoy contra los burgueses que incumplen su palabra, como Carlos Slim, que nos cobra más caros los segundos de las llamadas, pero que no puede acabar una carretera que beneficie a la gente más pobre.
¡Contra el despojo, la represión y la explotación; resistencia, organización y lucha por el socialismo!
NOTA: Este artículo fue publicado como parte de la sección NUESTRO PROGRAMA del No. 43 de FRAGUA, órgano de prensa de la Organización de Lucha por la Emancipación Popular (OLEP), Junio-Julio 2019.
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