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Exembajador argentino en Bolivia: "Se trata del primer golpe militar que se vive en Latinoamérica en el siglo XXI"
Ariel Basteiro considera que el golpe de Estado en Bolivia "es un mal presagio" para el resto del continente.
El exembajador argentino en Bolivia, Ariel Basteiro, cree que de repetirse las elecciones generales y formarse un nuevo Gobierno en el país andino tendría que rechazarse porque proviene de "un golpe de Estado a la vieja usanza, el primer golpe militar que se vive en Latinoamérica en el siglo XXI", según lo declaró este martes durante una entrevista concedida a RT.
En su opinión los organismos regionales e internacionales tendrían que tomar cartas en el asunto para que "no permitan que se provoquen estos hechos sin que tengan ningún tipo de costo". Asimismo, destaca que el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, fue una figura clave para que el depuesto presidente boliviano, Evo Morales, "pudiera salir de Bolivia íntegro, sin ser asesinado".
¿EE.UU. financió el golpe?
Basteiro considera que lo que ocurre en Bolivia estuvo planificado según el manual de golpes de Estado de la CIA y compara la situación política con la del Chile de Salvador Allende de los años setenta del siglo pasado. Por ello, asegura que América Latina "tiene que integrarse y buscar acuerdos en común" que tengan independencia de la Casa Blanca, que lleva a cabo sus políticas en la zona a través de la OEA.
El que fuera embajador de Argentina en Bolivia entre 2012 y 2015 dijo que este golpe de Estado en Bolivia "es un mal presagio" para el resto del continente. "Debemos trabajar fuertemente para que vuelva a resurgir Unasur y organismos regionales" que, en su opinión, en el pasado ayudaron a evitar este tipo de medidas.
"Se sabe que hubo financimiento externo a ONG's [...] que provenía de diferentes organismos de EE.UU.". Además, Basteiro hizo hincapié en que la actual situación en Bolivia no ocurriría si la OEA y la ONU no lo permitieran. Por último, aseveró que se está dando una medida anticonstitucional para tratar de nombrar como presidenta a la vicepresidenta segunda del Senado, Jeanine Áñez.
El exembajador argentino en Bolivia, Ariel Basteiro, cree que de repetirse las elecciones generales y formarse un nuevo Gobierno en el país andino tendría que rechazarse porque proviene de "un golpe de Estado a la vieja usanza, el primer golpe militar que se vive en Latinoamérica en el siglo XXI", según lo declaró este martes durante una entrevista concedida a RT.
En su opinión los organismos regionales e internacionales tendrían que tomar cartas en el asunto para que "no permitan que se provoquen estos hechos sin que tengan ningún tipo de costo". Asimismo, destaca que el presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, fue una figura clave para que el depuesto presidente boliviano, Evo Morales, "pudiera salir de Bolivia íntegro, sin ser asesinado".
¿EE.UU. financió el golpe?
Basteiro considera que lo que ocurre en Bolivia estuvo planificado según el manual de golpes de Estado de la CIA y compara la situación política con la del Chile de Salvador Allende de los años setenta del siglo pasado. Por ello, asegura que América Latina "tiene que integrarse y buscar acuerdos en común" que tengan independencia de la Casa Blanca, que lleva a cabo sus políticas en la zona a través de la OEA.
El que fuera embajador de Argentina en Bolivia entre 2012 y 2015 dijo que este golpe de Estado en Bolivia "es un mal presagio" para el resto del continente. "Debemos trabajar fuertemente para que vuelva a resurgir Unasur y organismos regionales" que, en su opinión, en el pasado ayudaron a evitar este tipo de medidas.
"Se sabe que hubo financimiento externo a ONG's [...] que provenía de diferentes organismos de EE.UU.". Además, Basteiro hizo hincapié en que la actual situación en Bolivia no ocurriría si la OEA y la ONU no lo permitieran. Por último, aseveró que se está dando una medida anticonstitucional para tratar de nombrar como presidenta a la vicepresidenta segunda del Senado, Jeanine Áñez.
Comentario: También, en Sputnik han publicado lo siguiente:
También está claro que cuando los militares exigen la renuncia de un presidente con amenazas incluidas, no se trata precisamente de un proceso democrático, sino de algo más parecido a lo que todos conocemos como un golpe de Estado.
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La excanciller del presidente Mauricio Macri, Susana Malcorra, aseguró que en Bolivia "hubo un golpe de Estado" y afirmó que la postura adoptada por Argentina "no es constructiva" para resolver la crisis institucional desatada tras el derrocamiento de Evo Morales. Malcorra, que ejerció como ministra de Relaciones Exteriores durante los dos primeros años de la gestión de Macri, se distanció este martes 12 de noviembre del posicionamiento del Gobierno argentino, que negó la existencia de un golpe de Estado y celebró la convocatoria a nuevas elecciones en Bolivia.Si el problema inicial era la sospecha de fraude en las elecciones y Evo Morales había accedido a realizar nuevas elecciones, ¿por qué los opositores decidieron cambiar sus demandas y pedir directamente la renuncia del presidente? ¿Acaso volver a votar no sería resolver el problema de manera democrática.
"Creo que hubo un golpe de Estado y lo hubo por razones muy objetivas. No es una cuestión debatible", remarcó Malcorra, entrevistada en el programa 'Crónica anunciada' de la emisora radial argentina Futurock.Malcorra explicó que se trató de un golpe porque "el mandato de un presidente electo democráticamente fue interrumpido por mecanismos no constitucionales". En ese sentido, recordó que el tercer mandato presidencial de Morales, que debía culminar en enero de 2020, no fue interrumpido "por los resortes que el Congreso tiene reservados para destituirlo". La diplomática, que también ejerció como jefa de Gabinete de Naciones Unidas entre 2012 y 2015, reforzó que se trata de un golpe porque la destitución de Morales llegó como consecuencia de una intervención de las Fuerzas Armadas bolivianas.
Para Malcorra, reconocer que el derrocamiento de Evo Morales fue un golpe de Estado "no quita que al mismo tiempo uno pueda tener consideraciones respecto de cómo se llegó a las elecciones, qué pasó durante las elecciones y cómo se manejó ese proceso".
En efecto, la excanciller argentina lamentó que varios países latinoamericanos, entre ellos Argentina, no hayan catalogado el hecho como un golpe de Estado, señalando que en esos casos "hay una cuestión ideológica detrás de análisis objetivos".
También está claro que cuando los militares exigen la renuncia de un presidente con amenazas incluidas, no se trata precisamente de un proceso democrático, sino de algo más parecido a lo que todos conocemos como un golpe de Estado.
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