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La nueva cara de la corrupción en México: sobreprecios y amiguismo en medio de la pandemia
Diversos casos de corrupción en compraventa de equipo
médico con sobreprecios, amiguismo y tráfico de influencias, entre otras
irregularidades, surgieron en dos meses de pandemia en México, dijo a
Sputnik la economista especialista en temas de transparencia,
posgraduada en Economía, Sofía Ramírez Aguilar.
"La corrupción ha cambiado de rostro a raíz de la pandemia, pero la historia de cada administración permite distinguir una forma particular de aceitar la maquinaria" de los poderes en este país, dijo a Sputnik la investigadora de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
La corrupción es parte de la vida pública de países que están en procesos de consolidación de procesos democráticos como México, sostiene la especialista que se desempeñó como ministra de la cartera de Gobernación en la embajada de México en Washington, y fue directora general de la secretaría técnica del Consejo de Seguridad Nacional.
Hasta hace un año, el tema era uno de los que más preocupaba a la ciudadanía mexicana.
"Pero la corrupción ha pasado a segundo lugar, en marzo de este año cedió su lugar ante la inseguridad y la violencia", dice la especialista del centro independiente.
Una investigación de MCCI dirigida por Raúl Olmos, quien ha sido galardonado como el Premio Nacional de periodismo y autor de notables hallazgos en el escándalo de sobornos pagados en México por la constructora brasileña Odebrecht, descubrió un caso de compraventa de 20 ventiladores respiratorios con notable sobreprecio.
Tras el revuelo causado por la investigación, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) rechazó oficialmente, el miércoles 13 de mayo, los respiradores que compró a León Manuel Bartlett, hijo de un destacado miembro del Gobierno federal, a un precio inflado de 1,5 millones de pesos, unos 62.000 dólares cada uno.
El total de la operación fue de 30 millones de pesos, equivalente a 1,25 millones de dólares, al cambio actual.
Pero los ventiladores terapéuticos que llegaron el 5 de mayo a México procedentes de EEUU costaron entre 21.000 o incluso 16.000 dólares, unos 420.000 o 320.000 dólares, es decir, tres o cuatro veces más baratos.
En los contratos del Gobierno federal por el "equipo electromecánico controlado por microprocesador", de soporte de vida para ventilación respiratoria, MCCI encontró una diferencia de hasta 85% entre el precio más barato y el más caro.
Un contrato oscuro
El proveedor resultó ser el hijo del actual titular de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett.
El funcionario federal es un polémico político de 84 años que cobró notoriedad en 1988, acusado por el entonces candidato presidencial de centroizquierda, Cuauhtémoc Cárdenas, de orquestar un "monstruoso fraude electoral" a favor de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), a quien el mandatario actual, Andrés Manuel López Obrador, califica como "el padre del neoliberalismo".
El contrato del IMSS con Cyber Robotics, propiedad de Bartlett hijo, fue asignado el 17 de abril.
Ese mismo día, una filial del IMSS pagó casi la mitad del precio pactado con esa firma a otro proveedor, por un ventilador de características similares.
"La corrupción de sus aliados y familiares, el enriquecimiento inmobiliario inexplicable de la familia", están bajo el escrutinio público.
Sin embargo, a finales de 2019, la secretaría federal de la Función Pública lo exculpa argumentando que durante la actual administración no hay materia para investigar más a Bartlett.
"Descartó conflicto de intereses, tráfico de influencias, o mentir bajo palabra", lamenta Ramírez Aguilar.
Al comercializar ventiladores terapéuticos y otros equipos médicos para enfermos de COVID-19, en un marco de escasa oferta mundial, el hijo de Bratlett "aprovechó para venderlos al Gobierno un 50% más caros que otros equipos comprados por autoridades sanitarias", prosigue la especialista.
La respuesta del controvertido proveedor a la prensa fue más desconcertante: dijo que "en la Ciudad de México se compran más caros".
No desmintió el sobreprecio sino que enfiló contra otra autoridad, el Gobierno capitalino de Claudia Sheinbaum, destacada correligionaria de López Obrador.
El Gobierno capitalino respondió que los ventiladores "se encuentran dentro del promedio del precio del mercado" y compras de otras instituciones oficiales.
Días después, el IMSS devolvió los ventiladores "porque no cumplen con las especificaciones, no solo eran más caros sino que los rechaza, para cerrar un conflicto de intereses y tráfico de influencias", puntualiza la entrevistada.
En México fallecieron 4.220 personas por COVID-19, y hay 40.186 casos confirmados en el pico de la pandemia.
"La corrupción ha cambiado de rostro a raíz de la pandemia, pero la historia de cada administración permite distinguir una forma particular de aceitar la maquinaria" de los poderes en este país, dijo a Sputnik la investigadora de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).
La corrupción es parte de la vida pública de países que están en procesos de consolidación de procesos democráticos como México, sostiene la especialista que se desempeñó como ministra de la cartera de Gobernación en la embajada de México en Washington, y fue directora general de la secretaría técnica del Consejo de Seguridad Nacional.
Hasta hace un año, el tema era uno de los que más preocupaba a la ciudadanía mexicana.
"Pero la corrupción ha pasado a segundo lugar, en marzo de este año cedió su lugar ante la inseguridad y la violencia", dice la especialista del centro independiente.
Una investigación de MCCI dirigida por Raúl Olmos, quien ha sido galardonado como el Premio Nacional de periodismo y autor de notables hallazgos en el escándalo de sobornos pagados en México por la constructora brasileña Odebrecht, descubrió un caso de compraventa de 20 ventiladores respiratorios con notable sobreprecio.
Tras el revuelo causado por la investigación, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) rechazó oficialmente, el miércoles 13 de mayo, los respiradores que compró a León Manuel Bartlett, hijo de un destacado miembro del Gobierno federal, a un precio inflado de 1,5 millones de pesos, unos 62.000 dólares cada uno.
El total de la operación fue de 30 millones de pesos, equivalente a 1,25 millones de dólares, al cambio actual.
Pero los ventiladores terapéuticos que llegaron el 5 de mayo a México procedentes de EEUU costaron entre 21.000 o incluso 16.000 dólares, unos 420.000 o 320.000 dólares, es decir, tres o cuatro veces más baratos.
En los contratos del Gobierno federal por el "equipo electromecánico controlado por microprocesador", de soporte de vida para ventilación respiratoria, MCCI encontró una diferencia de hasta 85% entre el precio más barato y el más caro.
Un contrato oscuro
El proveedor resultó ser el hijo del actual titular de la Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett.
El funcionario federal es un polémico político de 84 años que cobró notoriedad en 1988, acusado por el entonces candidato presidencial de centroizquierda, Cuauhtémoc Cárdenas, de orquestar un "monstruoso fraude electoral" a favor de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), a quien el mandatario actual, Andrés Manuel López Obrador, califica como "el padre del neoliberalismo".
El contrato del IMSS con Cyber Robotics, propiedad de Bartlett hijo, fue asignado el 17 de abril.
Ese mismo día, una filial del IMSS pagó casi la mitad del precio pactado con esa firma a otro proveedor, por un ventilador de características similares.
"Cuando se cruza la pandemia, vemos que la corrupción que ha marcado a este Gobierno puede traducirse en la aplicación discrecional de leyes, conflictos de intereses, y el nombramiento de personajes como Manuel Barttlet, con una singular biografía política", resume Ramírez AguilarInvestigaciones periodísticas y de organismos anticorrupción han arrojado luz sobre el enorme patrimonio acumulado por el político formado en la era del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó siete décadas del siglo XX, partido que regresó a la presidencia con el antecesor de López Obrador, Enrique peña Nieto.
"La corrupción de sus aliados y familiares, el enriquecimiento inmobiliario inexplicable de la familia", están bajo el escrutinio público.
Sin embargo, a finales de 2019, la secretaría federal de la Función Pública lo exculpa argumentando que durante la actual administración no hay materia para investigar más a Bartlett.
"Descartó conflicto de intereses, tráfico de influencias, o mentir bajo palabra", lamenta Ramírez Aguilar.
Al comercializar ventiladores terapéuticos y otros equipos médicos para enfermos de COVID-19, en un marco de escasa oferta mundial, el hijo de Bratlett "aprovechó para venderlos al Gobierno un 50% más caros que otros equipos comprados por autoridades sanitarias", prosigue la especialista.
La respuesta del controvertido proveedor a la prensa fue más desconcertante: dijo que "en la Ciudad de México se compran más caros".
No desmintió el sobreprecio sino que enfiló contra otra autoridad, el Gobierno capitalino de Claudia Sheinbaum, destacada correligionaria de López Obrador.
El Gobierno capitalino respondió que los ventiladores "se encuentran dentro del promedio del precio del mercado" y compras de otras instituciones oficiales.
Días después, el IMSS devolvió los ventiladores "porque no cumplen con las especificaciones, no solo eran más caros sino que los rechaza, para cerrar un conflicto de intereses y tráfico de influencias", puntualiza la entrevistada.
En México fallecieron 4.220 personas por COVID-19, y hay 40.186 casos confirmados en el pico de la pandemia.
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