¿Somos más estúpidos?
Que tengan un buen fin de semana
Su amigo de siempre:
Angel Sandoval
Y que la fuerza de la sonrisa les acompañe.
Tenemos la tendencia a pensar que somos más inteligentes que nuestras generaciones antiguas (la de los primeros homo sapiens),
pero ahora un grupo de científicos de Stanford alega que el punto más
alto de la inteligencia humana fue después de que nuestros ancestros
abandonaran África.
La mutación genética durante los pasados
milenios está causando un decremento en la habilidad mental y emocional
del hombre, dice el genetista Gerald Crabtree, líder de la
investigación.
La poca presión evolutiva que existe actualmente no
ejerce un beneficio a favor de la inteligencia, y el problema parece ser
exponencial. Según Crabtree, no es que seamos más tontos que nuestros
abuelos, pero afirma que los atenienses del año 1000 AC "serían más
brillantes e intelectuales que nosotros".
Su tesis central alega que cada generación muta su genética, por lo que, para el final de la historia humana, la inteligencia estará todavía más dañada que la de nuestros antecesores.
Pero como en toda tesis científica, hay siempre detractores.
"Toma miles de genes y años crear un cerebro humano,
las mutaciones pueden dañar el proceso, eso es cierto. También es cierto
que en cada generación hay nuevas mutaciones, pero lo que Crabtree
ignora es el otro lado de la ecuación, la selección natural" dice Kevin
Mitchell, profesor de genética en la Universidad de Dublín.
"La selección natural es muy poderosa y tiene
la habilidad de crear nuevas habilidades para mantener la inteligencia.
Existen varios aspectos de la investigación que creo no están bien"
menciona a PopSci.
En la investigación, Crabtree examinó el efecto
acumulativo en la mutación genética de generaciones: la inteligencia
está controlada por ciertos genes. Así, el indicador que se usó en el
estudio fue el cromosoma X, relacionado con el retraso mental.
Se encontraron entre 2 mil y 5 mil genes relacionados
con la habilidad intelectual. Otro índice que midió las mutaciones
comunes entre generaciones, calculó que en 3 mil años ?tendremos otras
mutaciones que dañen más nuestra inteligencia?.
Crabtree se defiende diciendo que la selección ya no se aplica como antes,
y una evidencia es el sentido del olfato. Actualmente tenemos menos
receptores olfativos que antes, pues nos guiamos por la inteligencia y
no el olor.
"Una vez que le pones presión a tus actividades
intelectuales, y dejas de lado las olfativas, y el gen para oler se
deteriora" asegura Crabtree.
Similarmente, él piensa que la evolución ahora elige a
las personas más sanas pero no a las más inteligentes. Las ciudades y
grandes comunidades aumentan las enfermedades, y aquellos con una mejor constitución física serán los que pasen los genes.
No son pocos los genetistas que se levantaron en
contra de la premisa, pero Crabtree la defiende diciendo que en el
futuro no tendremos que preocuparnos, ya que cuando esto ocurra,
poseeremos las herramientas suficientes para corregir cualquier error genético.
El estudio se publicó en Trends of Genetics.
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