Día de los Inocentes. Ebrard y los liberados
La protesta post de los detenidos el 1 de diciembre fue tan o mas escandalosa que los desmanes cometidos ese día.
La Ley que los diputados del DF derogaron, o modificaron que para efectos políticos que no juridicos pero que para el caso es lo mismo, supuestamente a "modo" para sacar del hoyo a las autoridades capitalinos fue la culminación de una puesta en escena.
A la salida del reclusorio el "abogado" de los liberados se destapo con un discurso demagógico y descontextualizado. Fue la caída del telón de la comedia.
Era previsible que sin la Ley de marras, o con ella vigente, los de la protesta no cambiarían su ruta.
Hubo una denuncia primordial. El "movimiento" fue infiltrado.
Lo mas fácil: Fue Peña.
Lo mas probable si el objetivo era bajarle bonos a Mancera, pues apunta a Marcelo Ebrard.
Lo evidente: las desigualdades sociales que existen en México se han profesionalizado.
Pero mas allá de esas conjeturas lo cierto es que ni a Peña, ni a Mancera ni a México le cambiaron sus proyectos las protagónicas actuaciones de los liberados, sus parientes en huelga de hambre ni el abogado del discurso magonista pronunciado a las afueras del penal demandando lo que estaba ejerciendo en esos precisos momentos, su libertad de expresión.
Ni hablar, hoy es el Día de los Inocentes.
La Ley que los diputados del DF derogaron, o modificaron que para efectos políticos que no juridicos pero que para el caso es lo mismo, supuestamente a "modo" para sacar del hoyo a las autoridades capitalinos fue la culminación de una puesta en escena.
A la salida del reclusorio el "abogado" de los liberados se destapo con un discurso demagógico y descontextualizado. Fue la caída del telón de la comedia.
Era previsible que sin la Ley de marras, o con ella vigente, los de la protesta no cambiarían su ruta.
Hubo una denuncia primordial. El "movimiento" fue infiltrado.
Lo mas fácil: Fue Peña.
Lo mas probable si el objetivo era bajarle bonos a Mancera, pues apunta a Marcelo Ebrard.
Lo evidente: las desigualdades sociales que existen en México se han profesionalizado.
Pero mas allá de esas conjeturas lo cierto es que ni a Peña, ni a Mancera ni a México le cambiaron sus proyectos las protagónicas actuaciones de los liberados, sus parientes en huelga de hambre ni el abogado del discurso magonista pronunciado a las afueras del penal demandando lo que estaba ejerciendo en esos precisos momentos, su libertad de expresión.
Ni hablar, hoy es el Día de los Inocentes.
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