Mancera saca las agallas
Carlos Navarrete se había ilusionado con la Secretaría de Gobierno
Adrián Rueda
Quienes pensaban que Miguel Ángel Mancera iba a ser un flancito ante las tribus
del PRD se están llevando una verdadera sorpresa, pues ya les dijo que
de ninguna manera les dará ningún espacio de más en su gabinete.
Las negociaciones se tensaron a partir del lunes, cuando Mancera tuvo una encerrona de varias horas con René Bejarano, quien presionó infructuosamente para obtener al menos cinco secretarías en la nueva administración.
El jefe de Gobierno fue claro y le dijo que sólo le tocaría una y nada más; que tampoco se iba a dejar presionar por el número de diputados que el de las ligas dice tener en la Asamblea Legislativa del DF y con los que siempre ha amenazado con desestabilizar.
Y es que, si fuera necesario, Mancera podría echar mano de los diputados de Nueva Izquierda y de los progresistas, a los cuales se unirían muy probablemente los del PRI y los del PAN, para frenar al oscuro profesor, incluso en sus descaradas intenciones de apoderarse del Instituto Electoral capitalino.
La reunión fue tan prolongada, que el empacador de dólares ajenos ni siquiera asistió a la misa de los lunes con la jerarquía de su tribu: cada inicio de semana da sermones a su primer círculo de la IDN y el lunes los dejó plantados.
Las reuniones continuaron ayer y Mancera se mantuvo en su posición de no ceder a las presiones, y quedó en claro que si Bejarano se atreviera a boicotear la toma de posesión de hoy, no le tocaría nada en el gabinete, que será anunciado en el Zócalo alrededor de las 11:00 de la mañana.
Pero no sólo con los bejaranistas se fajó el nuevo jefe de Gobierno; la misma regla les aplicó a Los Chuchos y los demás grupos: sólo le dará un lugar a Nueva Izquierda y no más, y esgrimió una razón muy poderosa.
El ex procurador les pidió que lo apoyaran para integrar un gabinete plural, pues quiere seguir manteniendo el perfil de un gobierno ciudadano, y no necesariamente copado por perredistas, sobre todo con mala fama.
Las negociaciones no fueron nada sencillas, pues incluso tuvo que reunirse con el propio Jesús Zambrano para que le ayudara a calmar los ánimos en su corriente, pues Carlos Navarrete se había ilusionado con la Secretaría de Gobierno.
Y, por supuesto, no podía faltar la reunión con Marcelo Ebrard para afinar una transición tersa, y ratificar los lugares que muy posiblemente le respete Mancera para su gente.
Mucho se dijo semanas atrás que Ebrard había pedido conservar a Fernando Aboitiz en Obras; a Marcela Gómez Zalce le tocaría el nuevo canal de TV Capital 21, y el Metro sería para Enrique Gómez, cabeza visible en la Línea 12.
También desde hace varios días se dijo que Fernando Macías, ex vocero de Alejandra Barrales en la ALDF, sería quien llegara a Comunicación Social, en un acuerdo previo con la hoy senadora del PRD.
El resto del gabinete se daría a conocer hoy, después de la toma de protesta en la ALDF, con el argumento de que de esa forma tendrían un sustento legal sus nombramientos, aunque se sabe que Mancera decidió mantenerlos hasta el último momento en espera de cómo se comporten las tribus, sobre todo IDN, para ratificarlos o aplicar el plan b.
CENTAVITOS… Quienes soñaron con ver a Enrique Peña Nieto en Donceles atestiguando la toma de protesta de Mancera ya pueden despertar, y es que el de Los Pinos decidió que no era oportuno asistir al evento. Las razones son muchas, pero sobre todo no iba a manchar por nada del mundo la firma del Pacto por México, exponiéndose a una escenita de los diputados de Bejarano, que están en contra de todo. Ayer todavía algunos ilusos conservaban la ilusión, hasta que alguien les dijo que si el Presidente fuera a asistir, Donceles estaría tomado por el Estado Mayor Presidencial y no por los paleros del PRD que acampan desde hace días… Pero si Peña no va, sí estarán algunos peces gordos como Emilio Gamboa, Manlio Fabio Beltrones y el presidente de la Suprema Corte, entre otros.
Las negociaciones se tensaron a partir del lunes, cuando Mancera tuvo una encerrona de varias horas con René Bejarano, quien presionó infructuosamente para obtener al menos cinco secretarías en la nueva administración.
El jefe de Gobierno fue claro y le dijo que sólo le tocaría una y nada más; que tampoco se iba a dejar presionar por el número de diputados que el de las ligas dice tener en la Asamblea Legislativa del DF y con los que siempre ha amenazado con desestabilizar.
Y es que, si fuera necesario, Mancera podría echar mano de los diputados de Nueva Izquierda y de los progresistas, a los cuales se unirían muy probablemente los del PRI y los del PAN, para frenar al oscuro profesor, incluso en sus descaradas intenciones de apoderarse del Instituto Electoral capitalino.
La reunión fue tan prolongada, que el empacador de dólares ajenos ni siquiera asistió a la misa de los lunes con la jerarquía de su tribu: cada inicio de semana da sermones a su primer círculo de la IDN y el lunes los dejó plantados.
Las reuniones continuaron ayer y Mancera se mantuvo en su posición de no ceder a las presiones, y quedó en claro que si Bejarano se atreviera a boicotear la toma de posesión de hoy, no le tocaría nada en el gabinete, que será anunciado en el Zócalo alrededor de las 11:00 de la mañana.
Pero no sólo con los bejaranistas se fajó el nuevo jefe de Gobierno; la misma regla les aplicó a Los Chuchos y los demás grupos: sólo le dará un lugar a Nueva Izquierda y no más, y esgrimió una razón muy poderosa.
El ex procurador les pidió que lo apoyaran para integrar un gabinete plural, pues quiere seguir manteniendo el perfil de un gobierno ciudadano, y no necesariamente copado por perredistas, sobre todo con mala fama.
Las negociaciones no fueron nada sencillas, pues incluso tuvo que reunirse con el propio Jesús Zambrano para que le ayudara a calmar los ánimos en su corriente, pues Carlos Navarrete se había ilusionado con la Secretaría de Gobierno.
Y, por supuesto, no podía faltar la reunión con Marcelo Ebrard para afinar una transición tersa, y ratificar los lugares que muy posiblemente le respete Mancera para su gente.
Mucho se dijo semanas atrás que Ebrard había pedido conservar a Fernando Aboitiz en Obras; a Marcela Gómez Zalce le tocaría el nuevo canal de TV Capital 21, y el Metro sería para Enrique Gómez, cabeza visible en la Línea 12.
También desde hace varios días se dijo que Fernando Macías, ex vocero de Alejandra Barrales en la ALDF, sería quien llegara a Comunicación Social, en un acuerdo previo con la hoy senadora del PRD.
El resto del gabinete se daría a conocer hoy, después de la toma de protesta en la ALDF, con el argumento de que de esa forma tendrían un sustento legal sus nombramientos, aunque se sabe que Mancera decidió mantenerlos hasta el último momento en espera de cómo se comporten las tribus, sobre todo IDN, para ratificarlos o aplicar el plan b.
CENTAVITOS… Quienes soñaron con ver a Enrique Peña Nieto en Donceles atestiguando la toma de protesta de Mancera ya pueden despertar, y es que el de Los Pinos decidió que no era oportuno asistir al evento. Las razones son muchas, pero sobre todo no iba a manchar por nada del mundo la firma del Pacto por México, exponiéndose a una escenita de los diputados de Bejarano, que están en contra de todo. Ayer todavía algunos ilusos conservaban la ilusión, hasta que alguien les dijo que si el Presidente fuera a asistir, Donceles estaría tomado por el Estado Mayor Presidencial y no por los paleros del PRD que acampan desde hace días… Pero si Peña no va, sí estarán algunos peces gordos como Emilio Gamboa, Manlio Fabio Beltrones y el presidente de la Suprema Corte, entre otros.
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