Argentino Jorge Bergoglio es papa Francisco
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CIUDAD DEL VATICANO (AP) -- El cardenal argentino Jorge Mario
Bergoglio, bajo el nombre de Francisco, será el primer papa
latinoamericano de la historia y deberá guiar la Iglesia Católica en uno
de sus momentos más complicados.
"Vengo del fin del mundo", dijo Francisco al presentarse ante decenas de miles fieles en Roma.
Bergoglio,
de 76 años, no contaba en ningún pronóstico; pero el arzobispo de
Buenos Aires, un jesuita, se convirtió el miércoles en el papa número
266.
No es el primer pontífice de habla
hispana porque en el pasado hubo papas españoles como el famoso papa
Borgia Alejandro VI en el siglo XV. Pero su elección marca un importante
hito para América Latina, que reúne a la mayor población católica del
planeta: 501 millones de personas, el 42% del total de 1.200 millones de
fieles, según estadísticas de la Santa Sede.
"Estoy
muy contento de que haya sido elegido un latinoamericano. Sabemos las
esperanzas que había en ese continente en el que vive la mayor parte de
los católicos", aseguró el padre Federico Lombardi, portavoz del
Vaticano, en rueda de prensa.
Tras la renuncia
de Benedicto XVI se había especulado con la posibilidad de que la
Iglesia buscara un papa más joven para ordenar la curia vaticana e
inspirar a la juventud en tiempos de secularización. Se barajaron
nombres como el del italiano Angelo Scola y el brasileño Odilo Scherer.
Pero
los 115 cardenales electores hicieron añicos las quinielas, superaron
sus teóricas divisiones con más rapidez de lo previsto y se inclinaron
finalmente por el jesuita, reconocido por modernizar la iglesia
argentina y quien en el cónclave de 2005 fue considerado un posible
papable.
En el segundo día del cónclave, la
fumata blanca en la chimenea de la Capilla Sixtina tras la quinta ronda
de votaciones emergió al cielo lluvioso de Roma a las 19.06 hora local.
Mientras las campanas de la basílica de San Pedro repicaban en señal de
júbilo, nada hacía presagiar la sorpresa.
Sin
querer faltar al juramento secreto de sus votaciones, el cardenal
estadounidense Timothy Dolan reveló que una vez el conteo alcanzó la
mayoría necesaria de 77 papeletas, los cardenales comenzaron a aplaudir.
"No había un sólo ojo que no estuviera lloroso", relató Dolan.
Una
hora después se abrieron las ventanas del balcón de la basílica y el
famoso "habemus papam" (tenemos papa) develó la identidad de Bergoglio,
que tomó el nombre de Francisco, rompiendo con una larga tradición de
nombres papales.
Un gesto casi de incredulidad
se advirtió en la marea de personas que esperaban para saludar al nuevo
pontífice entre gritos de "¡Viva el papa!".
En
sus primeras palabras, Francisco pidió a los fieles su bendición y en
un gesto sin precedentes se inclinó en señal de sumisión y reverencia
hacia la gente.
El silencio se hizo en la plaza.
"Recemos
por todo el mundo", dijo Francisco en italiano. "Que este camino de la
Iglesia que hoy comenzamos sea fructífero", agregó entre vítores y
aplausos.
Jorge, un joven argentino que vino a Roma desde Mendoza, admitió que la sorpresa fue mayúscula.
"No
lo conozco personalmente pero puedo decir que es una persona muy
sencilla, que vive en una casa normal y que usa los medios de transporte
públicos", afirmó.
Bergoglio es notorio por
haber modernizado la Iglesia argentina, que había estado entre las más
conservadoras de Latinoamérica, pero también por su austeridad. Pese a
ser el primero en la jerarquía eclesiástica argentina nunca ha vivido en
la elegante mansión arzobispal en Buenos Aires y ha preferido una cama
sencilla en un cuarto céntrico calentado por una pequeña estufa en
invierno.
Durante años se movilizó en transporte público por la ciudad y se preparó sus propias comidas.
"Los
Jueves Santos nunca celebraba la misa en la catedral, siempre iba a
lavar los pies a la cárcel, a los enfermos de HIV, a la Maternidad
Sardá" un hospital público de Buenos Aires, dijo su ex vocero, el
sacerdote Guillermo Marcó, al canal de cable Todo Noticias.
Según
varios sacerdotes del arzobispado de Buenos Aires consultados por la
AP, el papa Francisco es una persona que se levanta a las 4.30 a rezar y
empieza a trabajar a las 7. Sólo toma mate, una infusión típica de
Argentina y otros países de la región, en ronda de amigos y es
simpatizante del club de fútbol San Lorenzo de Almagro.
En
este viaje a Roma, que se coronó con su elección como sumo pontífice,
viajó en clase turista como lo hizo siempre. Habla italiano, alemán, lee
inglés y habla algunas palabras de guaraní, el dialecto indígena de
Paraguay y norte de Argentina.
"Es realmente
maravilloso que sea un latinoamericano el nuevo pontífice, por primera
vez en la historia", explicó Gisela, una peruana que también se
encontraba en la plaza.
Una de las primeras
decisiones del nuevo papa será visitar a su predecesor y ahora papa
emérito Benedicto XVI el jueves en Castel Gandolfo, en el primer
encuentro entre dos pontífices en vida en más de seis siglos. Su misa de
inauguración se celebrará el próximo 19 de marzo, festividad de San
José.
También realizará una visita privada a
un templo mariano de Roma, que se cree será Santa María la Mayor. La
devoción por la virgen María fue una característica de Juan Pablo II y
es una de las más fervientes en el mundo hispanoamericano.
Pero pasado el impacto inicial de la elección, Francisco va a enfrentar una Iglesia en crisis.
Las
finanzas de la Santa Sede, en particular de la banca vaticana, han
quedado en entredicho por supuestas acusaciones de corrupción.
Ese
asunto, unido al famoso caso Vatileaks, el informe redactado por tres
cardenales sobre la filtración de documentos confidenciales de Benedicto
XVI, ha marcado las reuniones previas al cónclave.
"El
cardenal Bergoglio es jesuita y los jesuitas se caracterizan por el
servicio a la Iglesia recogiendo todos los carismas que el Señor nos da,
allá donde se necesitan, pero intentando evitar los puestos de poder",
explicó Lombardi. "Para mí esta elección asume el significado de una
llamada al servicio, una llamada fuerte y no una búsqueda de poder o de
autoridad".
Bergoglio ha disminuido un poco su
actividad con la edad y está sintiendo los efectos de la extirpación de
un pulmón debido a una infección que padeció de adolescente.
Se
le considera moderado con mentalidad flexible, aunque sus posiciones
doctrinales y espirituales coinciden con el legado de Juan Pablo II y
Benedicto XVI.
Los críticos lo acusan de no
haber enfrentado públicamente a la dictadura militar de 1976 a 1983
cuando las víctimas y sus familiares solían denunciar secuestros,
tortura y muerte a los sacerdotes que supervisaba como líder de la orden
jesuita en Argentina.
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