Guillermo Alejandro primer rey Holandés desde 1890
Por MIKE CORDER y TOBY STERLING
Associated Press
AMSTERDAM (AP) -- La reina Beatriz abdicó oficialmente el
martes a favor de su hijo mayor, Guillermo Alejandro, el primer rey de
Holanda en más de 100 años, en un acto de significado especial para
América Latina, pues la princesa Máxima, nacida en Argentina, es ahora
una reina europea.
Guillermo Alejandro tomó la
mano de su madre, visiblemente emocionado después de que ambos firmaron
el documento de abdicación, después de un reinado de 33 años marcado en
los últimos años por disturbios sociales y tragedias personales.
La
muy querida Beatriz terminó así su reinado de 33 años en una ceremonia
de firma televisada a nivel nacional desde el Palacio Real, en el centro
de Ámsterdam, mientras miles de personas vestidas de naranja vitoreaban
en las calles.
Con su abdicación, la antigua
reina ahora será conocida como la princesa Beatriz. Su hijo ascendió al
trono como el primer rey holandés en más de un siglo, pues Guillermo III
murió en 1890.
El nuevo rey tiene 46 años de
edad y es padre de tres hijos. Su popular esposa es ahora la reina
Máxima. La hija mayor de ambos, Catalina Amelia, es ahora la princesa de
Orange y la primera en la línea de sucesión.
Guillermo
Alejandro se ha comprometido a ser un rey del siglo XXI y cercano a sus
casi 17 millones de súbditos, y no un "protocolo fetichista" que no va a
insistir en que la gente y los medios se refieran a él como "Su
Majestad".
Una encuesta divulgada el lunes por
la televisora nacional NOS indicaba que la popularidad de Guillermo
Alejandro se ha disparado en el camino a su ascenso, especialmente por
su forma de conducirse, relajado y con aplomo, en una entrevista que fue
televisada a todo el país este mes.
Dijo que
no sigue totalmente el protocolo y que cree que "incluso el mayor
símbolo de una monarquía ceremonial, como cortar moños inaugurales,
puede tener mucho significado". Agregó que por su selección de actos e
inauguraciones a los cuales asistirá se podrán entender las cosas que
cree son importantes para Holanda.
Agregó que considera que la función de la monarquía es vivir como un símbolo viviente de la unidad de la nación.
Beatriz
anunció su intención de abdicar en enero. El lunes, en su discurso
final antes de abdicar al trono, la reina Beatriz instó a su pueblo a
apoyar a su hijo.
Beatriz, de 75 años, recibió
el lunes a representantes reales de todo el mundo para una cena en el
recientemente remodelado museo nacional, el Rijksmuseum. Los invitados
cenaron frente la obra maestra de Rembrandt van Rijn, "La ronda de la
noche".
Quizá la muestra más contundente de la
capacidad de Beatriz es que desde que asumió la corona en 1980, la Casa
de Orange se ha salvado casi por completo de los escándalos, algo que
pocas familias reales europeas pueden presumir.
Algunos
expertos consideran que Beatriz permaneció en el trono por tanto tiempo
en parte por la agitación en la sociedad holandesa, pues el país tenía
problemas para asimilar el número creciente de inmigrantes, la mayoría
musulmanes del norte de África, al tiempo que se alejaba de su
reputación como uno de los países más tolerantes del mundo.
Las pérdidas recientes en su vida aumentaron la simpatía hacia ella entre la población.
Su
esposo, el príncipe Claus, murió en 2002 y el año pasado su hijo menor,
el príncipe Friso, quedó atrapado por una avalancha cuando esquiaba, lo
cual le causó graves daños cerebrales y lo dejó en un estado casi
comatoso.
Las calles de Ámsterdam se han
llenado de color naranja en honor a la casa real Oranje-Nassau. En el
centro histórico de la ciudad había vendedores con camisetas naranjas,
sombreros y estolas de pluma. Los tranvías estaban decorados con
banderas naranjas y banderas holandesas, al igual que muchos de los
botes que pasaban por los antiguos canales de la ciudad.
El
espacio aéreo sobre Ámsterdam se cerró el lunes y permanecerá así por
tres días. La policía holandesa ha inspeccionado la plaza Dam en busca
de explosivos con la ayuda de agentes alemanes con perros entrenados.
Los
invitados reales de 18 países llegaron el lunes y el tráfico de la
ciudad se vio constantemente interrumpido por limosinas con ventanillas
obscuras y sus escoltas.
Entre los invitados
destacaban el príncipe Carlos de Gran Bretaña y su esposa Camilla, el
príncipe Felipe y la princesa Letizia de España, así como el príncipe
heredero de Japón Naruhito y la princesa Masako. Carlos también estuvo
presente cuando Beatriz fue coronada en 1980.
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