Lima,
14 may (PL) El presidente de Perú, Ollanta Humala, mantiene hoy su
silencio ante una campaña conservadora de presión para que acceda al
pedido de indulto humanitario del expresidente Alberto Fujimori.
Fuentes cercanas al despacho presidencial señalaron que el jefe de
Estado no tiene previsto hacer comentarios, pese a las insistencias de
seguidores políticos y familiares del exgobernante (1990-2000), así como
medios de prensa, para que responda a la solicitud del indulto
presentada en octubre de 2012.
Del otro lado, defensores de los
derechos humanos y juristas destacados quienes consideran que no debe
concederse indulto alguno a quien cometió crímenes de lesa humanidad,
creen que debe haber una pronta respuesta del presidente y que debe ser
negativa.
Humala dijo en una reciente entrevista que espera el
informe de la comisión de gracias presidenciales, el cual analizará
antes de tomar una decisión que solo a él le corresponde, sin plazos y
sin aceptar presiones.
El presidente del Congreso, Víctor Isla,
desalentó ayer una pronta decisión de Humala, al pedir que no haya
perturbaciones y señalar que el mandatario decidirá lo que sea mejor
para el país, sin plazos.
La campaña se intensificó ayer tras
difundir el preso, condenado a 25 años de cárcel, una carta en la que se
queja porque la citada comisión intentó someterlo a un nuevo peritaje
psiquiátrico y dice que ello tendría el fin de modificar el dictamen de
la junta médica que lo examinó.
Tanto Fujimori como su abogado,
César Nakazaki, su médico de cabecera y congresista Alejandro Aguinaga, y
su hijo, el parlamentario Kenji, alegan que el informe de la junta lo
señala como paciente de "pronóstico reservado", lo que supuestamente
determina que califica para el indulto..
Tal diagnóstico parece
aludir al cáncer que sufrió y que no ha rebrotado en los últimos cinco
años y a la depresión severa, según tres de los psiquiatras que lo
evaluaron, y moderada, según los otros dos, lo que se buscaría dilucidar
con un nuevo peritaje,
Aguinaga dijo que debe prevalecer la
primera evaluación y admitió haber convencido a Fujimori que no acepte
la nueva porque el preso está siendo tratado de la depresión, lo que
determinaría un resultado diferente.
El defensor del Pueblo,
Eduardo Vega, y otros juristas y abogados de derechos humanos, coinciden
en que Fujimori solo podría ser indultado si tiene una enfermedad
extremadamente grave o terminal, un mal degenerativo e incurable o una
situación en la que el encierro ponga en riesgo su vida, como indica el
reglamento del indulto humanitario.
Los opositores al perdón señalan que el preso no está en ninguna de esas situaciones, por lo que no merece la gracia.
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