Enfrentamientos en Egipto
Foto: Amru Omran
Los choques comenzaron a fines de semana.
Hacia la mañana del 27 de julio, según algunos datos, en El Cairo
murieron veinte personas; según otros, el número de víctimas mortales
superó los ciento veinte y más de un millar resultaron heridas. En
muchas ciudades del país de las pirámides se registraron
enfrentamientos. El Ejército sacó a las calles patrullas adicionales y
vehículos blindados.
Los diarios egipcios informan que
unos treinta millones de egipcios respondieron al llamamiento del
Ejército y salieron a las calles para apoyar al nuevo poder en su lucha
contra el terrorismo. Los disturbios estallaron tras las
contramanifestac iones del movimiento islámico Hermanos Musulmanes en
respaldo del presidente Mohamd Morsi derrocado a principios de julio.
Los enfrentamientos cobraron rigor cuando se supo la noticia de que el
26 de julio Morsi fue arrestado por quince días. El expresidente está
siendo investigado por varias acusaciones, entre ellas la de fuga de la
cárcel, traición y delitos económicos. De hecho este arresto no cambia
la situación en Morsi. Con anterioridad estaba “bajo arresto
domiciliario” y permanecía encerrado en cuarteles. Pero, tras el
arresto, la situación en las calles se caldeó al extremo.
Los Hermanos Musulmanes mediante su accionar someten al país a la destrucción y el caos, declaró a La Voz de Rusia, el presidente del Centro de Estudios Estratégicos Rusia – mundo islámico, Shamil Sultánov.
–La
guerra civil desestabiliza a Egipto. Pero la desestabilizació n de
Egipto equivale a la desestabilizació n de todo el Oriente Próximo, que
puede transformarse en un gran Afganistán.
Los
más cruentos enfrentamientos entre los partidarios de los Hermanos
Musulmanes y la policía se protagonizaron no lejos de la mezquita Rabaa
al Adawiya en El Cairo, que se convirtió en el lugar de concentración de
los islamistas.
El
ministro del Interior, Muhamed Ibrahim, manifestó que los mítines de
los “Hermanos” en El Cairo no reportan beneficio alguno y que Egipto ya
nunca retrocederá. El presidente provisional Adli Mansur exhortó a los
seguidores de los “Hermanos” a volver a sus casas, prometiéndole que
nadie será perseguido.
Entretanto, la mañana del sábado
en Egipto venció el plazo del ultimátum del Ejército a los Hermanos
Musulmanes para que aprueben el plan de reconciliación nacional y cesen
los desórdenes en el país. En caso contrario, los uniformados amenazan
con pasar a la rigurosa estrategia de acabar con los actos de violencia y
el terrorismo. Para los Hermanos Musulmanes esto equivale a declarar su
movimiento fuera de ley. La jefatura de la organización ya manifestó
que el Ejército de Egipto de hecho emprendió la guerra civil en el país.
El
problema principal del futuro próximo de Egipto es la lucha contra los
grupos islamistas radicales, apunta el experto del Instituto de
Evaluaciones y Análisis Estratégicos, Serguéi Demidenko:
–El
quid de la cuestión consiste ahora en impedir la participación en la
actividad política legal a los grupos religiosos más radicales. No
pienso que esto ahonde la división en la sociedad egipcia. Gran parte de
la sociedad evidencia su secularidad. Pero esto se traducirá obviamente
en una mayor desestabilizació n.
Algunos
analistas suponen que el ejército está perfectamente en condiciones de
poner fin a los disturbios en las ciudades egipcias y hasta “descabezar”
la cúpula de las organizaciones islamistas. Pero esto puede acarrear
consecuencias no menos peligrosas: el terrorismo puede pasar a la
clandestinidad. Los islamistas, incluido el grupo más radical Al Gamaa
al-Islamiya, que apoya activamente a los “Hermanos”, están de nuevo
dispuestos a volver al “terror sangriento” de los años 1980-1990.
Entretanto,
en El Cairo empezó a trabajar la comisión constitucional especial, que,
al cabo de un mes, debe modificar de nuevo la Ley Fundamental del país o
“Constitución de Morsi”. El Parlamento, que se encontraba bajo control
de los Hermanos Musulmanes, la aprobó en noviembre de 2012.
Los
políticos liberales y seculares confían en incluir en la nueva ley un
postulado que prohíba las actividades de los partidos islamistas
radicales y asimismo la propaganda política en las mezquitas. En
realidad, se trata del retorno de Egipto a la Constitución algo
modificada del expresidente Hosni Mubarak promulgada en 1971. Ésta
también prohibía las actividades en el país de los islamistas radicales
del tipo del movimiento Hermanos Musulmanes. Hosni Mubarak fue derrocado
durante la revolución de 2011.
mj/sk
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.
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