La cruz del Apóstol Andrés llega a Moscú
© Foto: La Voz de Rusia
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Esta reliquia única, procedente de la ciudad
griega de Patra, se encuentra en tierra rusa desde el 11 de julio.
Primero esta cruz visitó San Petersburgo, luego dos templos de la región
de Moscú. Ahora los devotos podrán postrarse ante el santuario en la
catedral capitalina de Cristo Salvador.
En la
actualidad, poco queda de la cruz en forma de X en la cual, según la
tradición, fue crucificado en Patra el Apóstol Andrés en el año 62 DC.
Los restos sagrados reposan en un arca. Esta cruz, al igual que el
Apóstol, tuvo un duro destino, según nos comenta uno de los promotores
del arribo del esta reliquia, el vicepresidente del Fondo del Apóstol
San Andrés, Mijaíl Yákushev:
–Esta cruz fue testigo
del martirio del primero de los apóstoles, San Andrés. La cruz fue la
herramienta de muerte del apóstol, y aunque parezca extraño, fue víctima
de las fuerzas antirreligiosas. Durante la Revolución Francesa, los
ateos le reservaron una muerte cruel a la propia cruz, la lanzaron al
fuego. Pero gracias a los cristianos de buena fe esta reliquia no solo
se salvó, sino que llegó hasta nuestros días.
Durante
la estancia de la cruz en los predios de la Iglesia ortodoxa rusa, ante
esta reliquia ya se han postrado cerca de trescientas mil personas.
Mucho antes de la llegada de la reliquia al templo de Cristo Salvador,
los feligreses acudieron al santuario, formando una fila interminable.
Desde temprano en la mañana habían creyentes junto a la catedral, a
pesar de que la reliquia solo llegó en la segunda mitad del día. Por
cierto, no solo acudieron habitantes de la capital, las ciudades
aledañas y otras regiones de Rusia, sino de los países vecinos. Nina,
por ejemplo, es de Ucrania. Estuvo esperando la llegada de la cruz casi
veinticuatro horas. “Sé que la cruz luego nos visitará, irá a Kiev, pero
no podré postrarme ante ella en mi patria, y por eso vine aquí”,
explicó la mujer:
–Se trata de un santuario muy
importante para mí. Tiene dos mil años, y es la reliquia del apóstol que
siguió a Cristo. Andrés fue el primer hombre al que el Señor le llamó a
seguirle, para llevarnos a nosotros, los eslavos, la cristiandad. Por
ello acudí aquí con alegría y placer, para postrarme ante la cruz y
pedir por la salvación de mi alma y por mi salud.
Se
considera que la cruz de Andrés tiene una gran fuerza milagrosa. Cura a
los enfermos incurables, ilumina a los malvados y a los obstinados,
ayuda a solucionar los problemas familiares e incluso otorga el don de
la maternidad a aquellas mujeres que ya habían perdido sus esperanzas.
Vera Nikoláevna, de la ciudad Podolsk de la región de Moscú, no quiere
pedir nada de esto a la cruz. Pero para ella es muy importante acudir a
este templo. “Es como si alguien me hubiese llamado hoy acá”, confiesa
la mujer:
–Mi hermana y yo nos levantamos a las
siete de la mañana y estábamos aquí alrededor de las diez. Desde
entonces estamos esperando. Ahora solo comienzo a visitar la iglesia y
recién acudo a la fe. Pero tengo muchos deseos de ver la cruz del
apóstol y postrarme ante ella. Pedirle por el fortalecimiento de mi fe.
Tengo fe, y cada día esta se torna más fuerte. Cada vez siento más
deseos de levantarme temprano, ir a la iglesia, orar. Espero que esta fe
se fortalezca junto a la cruz.
Durante el primer
día de estancia de esta reliquia en el templo la cantidad de feligreses
deseosos de postrarse ante ella es extremadamente grande, y por ello no
hay tiempo para meditar junto a la cruz. Acercarse, persignarse,
postrarse, irse: todo rápido y claro, para no detener la cola. Sin
embargo, los rostros de quienes estuvieron junto a la reliquia, cambian
de inmediato: se tornan felices y les colma cierta bondad. La moscovita
Liubov literalmente irradia alegría y no oculta su estado:
–Se
trata de una verdadera alegría. Es tan bueno que nos traigan estos
santuarios... Y además, mis antecesores procedían de Grecia. Yo misma
estuve en Patra, pero no logré visitar el templo que atesora esta cruz.
Por ello me alegra mucho que hayan traído la cruz a Rusia. Siempre me
alegro cuando traen reliquias de Grecia, y me inclino ante ellas, como
ante mi Tierra Santa.
La llegada de la cruz del
Apóstol Andrés a Moscú da inicio a los festejos dedicados al 1025
aniversario de la cristianización de Rusia. Esta celebración será
festejada en Belorrusia, Kiev y Rusia el 28 de julio, durante la fiesta
eclesiástica del Día del Príncipe Vladímir, cristianizador de la Rus,
mediante oraciones, peregrinaciones, repique de campanas y conciertos.
La reliquia griega estará en la principal catedral del país hasta el 25
de julio, para luego partir en un tren especial junto a las delegaciones
de todas las iglesias ortodoxas del mundo rumbo a Kiev, y luego, a
Minsk.
fs/kg/er
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