Washington,
29 ago (PL) Los aires de otra guerra de imprevisibles consecuencias,
esta vez contra Siria, que desatarían Estados Unidos y sus aliados,
ocupa hoy aquí los principales espacios noticiosos de medios de prensa.
Titulares relacionados con Siria y el intento por incriminar a las
autoridades de ese país con el uso de armas químicas, pretexto que
provocaría una acción militar sobre la nación árabe, han desplazado la
atención sobre otros temas informativos.
La cadena Fox difundió
un reporte en el cual asegura que el presidente Barack Obama abogó ayer
por un "tiro de advertencia" contra el país del Medio Oriente, en
interés, según dijo, de la seguridad nacional estadounidense.
Todo a pesar de la creciente preocupación de los legisladores del
Congreso sobre la posibilidad de un ataque militar estadounidense.
En una entrevista con PBS, Obama mencionó por primera vez públicamente
que Estados Unidos "ha llegado a la conclusión que el gobierno sirio
llevó a cabo un ataque con armas químicas contra la población civil la
semana pasada", lo que niega rotunda y reiteradamente Damasco.
Sus comentarios se produjeron poco después de que la Casa Blanca anunció
que se reunirá con los líderes del Capitolio este jueves por la tarde
para abordar un informe de inteligencia y los planes de un eventual
ataque.
Un alto funcionario de la Marina norteamericana confirmó
a la propia cadena que se está reforzando la presencia naval en la
región. Se incrementa a dos el número de portaviones apostados, tras la
llegada del USS Harry S Truman al Mar Arábigo.
Además se ordenó al Nimitz, que se encuentra en el Océano Índico, permanecer en el lugar, dijo.
Obama subrayó este miércoles que aún no ha tomado una decisión sobre la
opción contra Siria y es eso lo que se evalúa, porque su gobierno dice
estar seguro que Damasco usó armas químicas, aunque todavía no se ha
presentado una prueba.
Citando la preocupación de los
estadounidenses sobre la posibilidad de que Washington se involucre en
otra guerra como las de Irak y Afganistán, el gobernante trató de calmar
los ánimos y señaló que sería algo limitado lo que se aplicaría contra
Siria pero al parecer no ha calculado consecuencias.
La CNN
publicó un reporte en su página digital que subrayó que en este contexto
se están observando las opciones militares, se celebran reuniones de
emergencia y se destaca la necesidad de una acción internacional rápida.
Los diarios The New York Times y The Washington Post también dedican en
su portada varios despachos relacionados con el desarrollo del
conflicto y el aumento de las tensiones.
Mientras, The Hill,
dedicado a asuntos legislativos, resaltó que el mandatario tiene que
pedir permiso al Congreso para una eventual acción armada contra el país
mesoriental, según dijo el presidente de la Cámara de Representantes,
John Boehner.
El mismo rotativo destacó en otro reporte que 116
legisladores, entre ellos 18 demócratas, han firmado una carta en la
cual se enfatiza que Obama estaría violando la Constitución en caso de
atacar Siria sin obtener primero la autorización del Capitolio.
La iniciativa demuestra el interés de ambos partidos y el creciente
impulso que refieren por asegurar el papel de esa instancia en la
presumible decisión de utilizar la fuerza en Siria, acotó The Hill.
"Involucrar a nuestros militares en Siria cuando no existe ninguna
amenaza directa a Estados Unidos y sin autorización del Congreso
violaría la separación de poderes que está claramente delineada en la
Constitución", argumentó la carta, promovida por el representante Scott
Rigell.
Por su parte el senador republicano Rand Paul advirtió
hoy que lo que ocurre en aquella nación árabe no tiene "ninguna conexión
clara con la seguridad nacional de Estados Unidos".
El
legislador por Kentucky y posible candidato presidencial en 2016 también
manifestó su escepticismo hacia la visión de la administración
demócrata de que era "innegable" que las fuerzas del presidente Bashar
Al-Assad han utilizado armas químicas.
Su oposición a un ataque
de Estados Unidos pone de relieve las divisiones dentro del Partido
Republicano sobre cómo responder ante este supuesto, pues los senadores
John McCain y Lindsey Graham han instado a la administración demócrata a
ir más allá de los ataques limitados que se barajan en estos momentos.
El gobierno de Al-Assad -que ha cooperado y permitido el trabajo de una
misión de la ONU que investiga los hechos- insiste que las acusaciones
son una burda manipulación de Estados Unidos, Occidente y aliados árabes
para facilitar la intervención militar en el país.
Cintillos
destacados indican que un golpe contra Siria se avecina, mientras otros
asuntos candentes como las filtraciones de programas secretos de
vigilancia masiva de la Casa Blanca, revelados en junio por el
excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional Edward Snowden,
pasaron a un segundo plano.
rc/dfm |
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