jueves, 29 de agosto de 2013

Siria: una invasión costosa y de objetivos inciertos

Siria: una invasión costosa y de objetivos inciertos

Siria: una invasión costosa y de objetivos inciertos

La operación militar contra Damasco parece estar decidida. Buques de guerra estadounidenses se encuentran cerca de las costas de Siria y son cada día más frecuentes las declaraciones de cargos oficiales de EEUU y Europa sobre un posible ataque contra el régimen de Bashar Asad sin el visto bueno del Consejo de Seguridad de la ONU.

La invasión, cuyo éxito no está de ningún modo garantizado, en todo caso costaría miles de millones de dólares. La perspectiva de la próxima injerencia de militares occidentales en el conflicto sirio ya ha generado temores en el mercado financiero global. 
Mientras la comisión de la ONU sigue investigando los detalles del uso de armas químicas en un suburbio de Damasco, los líderes occidentales hablan de Siria en términos cada vez más amenazadores. Y poco a poco están pasando de las palabras a los hechos. Hace algunos días, zarpó rumbo a Siria el destructor estadounidense “Mahan”. Frente a las costas del país árabe ya se encuentran los destructores “Greyvli”, “Barry” y “Ramage”, armados con decenas de misiles de crucero Tomahawk. El jefe del Pentágono, Chuck Hagel, anunció que las FFAA de EEUU podrán atacar a Siria en cuanto reciban la respectiva orden de Barack Obama
Al mismo tiempo, a nivel de expertos se comenta que esta operación puede convertirse en una carga poco llevadera para el presupuesto de EEUU. Se trata de al menos cientos de millones dólares, asegura el director de proyectos informativos de la agencia PIR Center, Andréi Baklitski: 
A estas alturas, es difícil adelantar el posible costo de esta campaña militar, porque puede tener formas muy diferentes. Lo más probable es que sea una serie de ataques de misiles. En realidad, esto no es muy costoso, porque ni siquiera se usan los bombarderos. Durante una operación similar en Libia, se gastaba alrededor de un millón de dólares diario en los ataques de misiles, sin recurrir a ninguna otra operación. 
El Pentágono está perfectamente al tanto del posible costo de la operación planeada. Ya en julio pasado, el general Martin Dempsey formuló cinco eventuales escenarios de la ayuda estadounidense a los insurgentes sirios. El más económico suponía entrenarlos y facilitarles datos de inteligencia. Esta opción costaría al contribuyente estadounidense unos quinientos millones de dólares anuales. El resto de los escenarios costarían no menos de mil millones de dólares mensuales porque suponen la participación directa de tropas estadounidenses en el conflicto sirio. 
El secretario de Estado, John Kerry, hizo recientemente una declaración que denota la intención de Washington de ahorrar presupuesto limitándose a puros ataques de misiles. Sin embargo, estos ataques difícilmente llevarían al derrocamiento de Asad. 
Ni siquiera una operación militar a gran escala por parte de EEUU y sus aliados pondría fin al conflicto interno en Siria. Muchos analistas estiman que esto solo exacerbaría la violencia en el país. Nuestro experto sostiene que, al desestabilizar la situación en Siria, EEUU no tiene muy claro su objetivo final. 
Al parecer, los propios norteamericanos carecen de una visión clara de sus objetivos en Siria. Lo único que ha dicho Kerry en sus recientes declaraciones es que hay que reaccionar de alguna manera a los casos de uso de armas químicas. Pero no precisó cómo. Si se limitan a los ataques de misiles, solo castigarían a Asad, pero no lo derrocarían ni cambiarían mucho el curso de la contienda. O sea, si optan por una acción de fuerza, será una medida más bien política que militar. 
La perspectiva de una operación militar contra Siria ya ha generado nerviosismo en el mercado financiero mundial. Los índices de acciones estadounidenses han bajado tras la declaración de John Kerry sobre un posible escenario militar para Siria y se ha registrado un alza de precios del petróleo. 
nv/kg/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

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