miércoles, 21 de agosto de 2013

¿Es Manning víctima de la psicosis antiterrorista y antiespionaje?

¿Es Manning víctima de la psicosis antiterrorista y antiespionaje?

Брэдли Мэннинг суд

En Fort Meade, Maryland, EEUU, un tribunal del ejército dictará hoy sentencia contra el soldado norteamericano Bradley Manning, como el abastecedor principal de informaciones del sitio WikiLeaks.

El Fiscal militar exige condenarlo a sesenta años de prisión por una veintena de cargos. Aunque, la condena máxima podría ser de hasta noventa años. Los abogados anunciaron ya que tal condena sería desproporcionada y que presentarán una apelación.
Lo más paradójico en el caso Manning consiste en que el soldado fue declarado culpable de espionaje, aunque le levantaron la imputación de “ayuda al enemigo”. Por cuanto espiar, según la definición, es posible solo a favor del enemigo, resultaría que Manning es un espía del todo legal, aunque del sitio internacional escandalosamente famoso WikiLeaks. Manning no entregó la información a nadie más. Tal interpretación de espionaje se encuentra por vez primera en la jurisprudencia militar.
De ahí justamente que tanto los abogados de Manning como los defensores estadounidenses de los DDHH afirmen que con esta sentencia será creado un precedente sumamente peligroso. Y que el objetivo principal que persigue este tribunal es el de amedrentar a los hipotéticamente nuevos “reveladores” de los crímenes del Ejército de EEUU y, de neutralizar para siempre en ellos el deseo de “buscar la verdad”.
Una pena tan larga nuestra que al gobierno de EEUU “interesa solo el castigo” y no un veredicto justo, declaró David Coombs, el abogado de Manning.
Este es un proceso modelo, con la participación de todo el poderío y el dinero del Estado con un único objetivo, a saber, el de aplastar y aniquilar una persona honrada, manifestó en entrevista a La Voz de Rusia Debra Svit, defensora norteamericana de los DDHH, de la organización social El mundo no puede esperar (World Can’t Wait):
—Las personas que hacen llegar a la opinión pública las informaciones reveladas por Manning arriesgan la vida y la libertad. Ellas arriesgan su futuro solo por decir la verdad. Para la mayoría de las gentes del mundo, acciones de esta naturaleza son propias de un héroe. Pero nunca de un traidor, como se afanan en presentar a Manning.
Bradley Manning entregó a WikiLeaks videos de ataques aéreos, como consecuencia de los que resultaron asesinados civiles, además de cientos de miles de informes de incidentes, desagradables para EEUU, en las guerras en Afganistán e Irak, un expediente sobre los reclusos en la cárcel de Guantánamo y cientos de miles de despachos diplomáticos del Departamento de Estado. Esta fue la más voluminosa filtración de información secreta en la historia de EEUU. Manning fue arrestado en mayo de 2010 en Kuwait, una base militar estadounidense, acusado de espionaje, de hurto de bienes públicos y de difundir secretos de estado. Manning confesó que estaba harto de tanta mentira y decidió revelar la verdad de lo que sucede en Irak y en Afganistán.
Kristinn Hrafnsson, dirigente de WikiLeaks, definió el día de la sentencia contra Manning de “día negro” para todas las gentes honradas que se empeñan en denunciar los crímenes de las autoridades:
—Nunca antes en la historia de los denunciadores han sido estos acusados ni condenados según los artículos de la ley de espionaje de 1917. Este es un precedente muy peligroso. Pero este, desgraciadamente, se encaja del todo en la persecución de los “filtradores” (como se denominan en EEUU a los que revelan la verdad sobre las maquinaciones del poder), en tiempos de la gestión de Barack Obama. Esta persecución se extiende también al periodismo de investigación y al periodismo en general, y no solo a nuestro sitio WikiLeaks.
En efecto, con ningún otro presidente de EEUU, el espionaje global de Washington ha alcanzado tal envergadura como bajo la gestión de Obama. Y EEUU no había conocido hasta ahora una interpretación tan amplia de las leyes sobre combate al terrorismo y el espionaje.
sb/as
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario