lunes, 16 de septiembre de 2013

EEUU no se retirará de Afganistán en 2015

EEUU no se retirará de Afganistán en 2015

EEUU no se retirará de Afganistán en 2015

El pasado 13 de septiembre, durante una rueda de prensa ofrecida al término de una visita de cuatro días que hizo a Kabul una delegación del comité de defensa y la industria militar del Senado pakistaní, el presidente de dicho comité, Mushahid Hussain Sayed, manifestó que EEUU y sus aliados tienen previsto dejar en Afganistán unos veinte mil efectivos en nueve bases, emplazadas en diversas partes del país.

Según el senador, Kabul y Washington celebrarán el correspondiente acuerdo en cuestión de dos meses.
Esta cifra no ha sido ninguna sorpresa para los expertos pues un número menor de militares sería insuficiente para implementar los programas con vistas a encomendar la seguridad de Afganistán a sus fuerzas armadas y a la policía.
Mientras, hay indicios de que los cuerpos armados de Afganistán no serán abandonados a su propia suerte. Mushahid Hussain Sayed ha aducido una circunstancia importante: “Según fuentes bien informadas, aparte de los militares, en el país se quedarán más de cien mil contratistas estadounidenses que actuarán en el ámbito de la seguridad y en áreas conexas, tanto en Afganistán como en Pakistán”. Procede señalar que la reducción de las tropas de la OTAN no se hará extensiva a este contingente”.
Ya a comienzos de mayo pasado, el periódico Fiscal Times proporcionó datos más precisos aún. Según el último censo realizado por la entidad Professional Overseas Contractors, por aquel entonces, en Afganistán había 110 404 contratistas, de los que 33 444 eran estadounidenses. Los demás, eran afganos o ciudadanos de otros países. “La mayor parte trabajan para agencias de seguridad privadas que se subordinan al Departamento de Estado y ofrecen protección física a los diplomáticos. Esto significa que están armados para matar en nombre de la Administración de EEUU”, escribió el periódico.
Más aún, tras la retirada completa de las tropas, dichas agencias se encargarán de la instrucción del ejército y la policía afganos, del desarrollo de la correspondiente infraestructura, de los proyectos de desarrollo y de la protección de las personas involucradas en la ejecución de los mismos.
A tenor del acuerdo de asociación estratégica, firmado ya el verano del año pasado por Afganistán y EEUU, hasta 2024 en el país permanecerá un número reducido de tropas estadounidenses. La mayor parte del trabajo que ahora realizan los militares será encomendada a los contratistas. “En realidad, se trata de tropas y presencia militar de facto”, manifestó a Fiscal Times Malou Innocent, analista en temas de política exterior del Instituto Cato.
Pero será una “tropa” algo distinta. En situaciones críticas, los contratistas están mucho menos restringidos en su actuación que los militares de carrera. Teniendo presente que la mayor parte de ataques contra instalaciones y convoyes de transporte los cometen grupos poco numerosos, los contratistas serían capaces de repeler el ataque, sin acatar las reglas vigentes de empleo de armas. En este caso, todas las consecuencias posibles serán consideradas “casos particulares”. De todas formas, según evidencia la experiencia, los contratistas, por regla general, están en contacto con las agrupaciones locales, lo que reduce al mínimo el riesgo de choques armados. Tampoco les importan mucho las acusaciones de sobornar a los extremistas, tan sensibles para las instituciones públicas. En los negocios, como es sabido, todos los medios son válidos, sobre todo, aquellos que contribuyen a cumplir las misiones planteadas.
Por paradójico que pueda parecer, los contratistas resultan más económicos para el presupuesto, pues todos los gastos relacionados con su alojamiento y aprovisionamiento, como es lógico, corren a cargo de la respectiva agencia de seguridad. El Estado no asume compromiso alguno en caso de muerte o traumas graves . Cuando hace poco el Pentágono fue acusado de ignorar qué actividades desarrollaban sus agencias contratistas en Afganistán, los altos cargos respondieron serenamente que el departamento militar plantea “misiones estratégicas”, y los métodos y formas de cumplirlas son de incumbencia de las agencias privadas.
Según datos que obran en poder del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, en 2011, la Secretaría de Defensa de EEUU pagó por los contratos 375 000 millones de dólares frente a los 163 000 millones en el año 2000. A juzgar por todo, los contratistas gozan de una demanda cada vez mayor.
ach/kg/sm
Nota: Las opiniones expresadas por el autor no necesariamente coinciden con los puntos de vista de la redacción de La Voz de Rusia.

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