jueves, 5 de junio de 2014

Alerta Greenpeace que México 'institucionaliza' la depredación ambiental

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  • Fecha: 05 Jun 2014
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  • Fuente: Rocío Méndez Robles

Alerta Greenpeace que México 'institucionaliza' la depredación ambiental

En los dos primeros años del actual gobierno, en las reformas estructurales y los planes de desarrollo de la administración federal, "la protección del medio ambiente está lejos de convertirse en hechos concretos para lograr la sustentabilidad"; mientras, "la degradación del medio ambiente le sale más cara al país: en febrero de 2014 el INEGI dio a conocer que el costo económico por los daños ambientales en 2012 fue del 6.3 por ciento del Producto Interno Bruto, es decir 985,064 millones de pesos, apunta Greenpeace.
Las políticas públicas impulsadas por el actual gobierno han institucionalizado el deterioro ambiental al permitir que los ecosistemas y su riqueza natural sean usados como "moneda de cambio para privilegiar el interés económico frente al derecho a un medio ambiente sano", expresó Greenpeace en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente.

En los dos primeros años del actual gobierno, en las reformas estructurales y los planes de desarrollo de la administración federal, "la protección del medio ambiente está lejos de convertirse en hechos concretos para lograr la sustentabilidad"; mientras, "la degradación del medio ambiente le sale más cara al país: en febrero de 2014 el INEGI dio a conocer que el costo económico por los daños ambientales en 2012 fue del 6.3 por ciento del Producto Interno Bruto, es decir 985,064 millones de pesos, apunta Greenpeace.

La agrupación ambientalista destaca que la vulnerabilidad de México ante los impactos del cambio climático afectan a por lo menos el 68% de la población mexicana, como quedó demostrado con las inundaciones por las tormentas "Ingrid" y "Manuel" de septiembre de 2013, que provocaron la muerte de 157 ciudadanos y 60 mil damnificados en 18 estados del país. El costo fue estimado en 16,303 millones de pesos (0.1 puntos del PIB), sin embargo, el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) sólo contaba con 5 mil 500 millones de pesos de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación para ese mismo año.

Pese a ello, agrega Greenpeace, en diciembre de 2013 esta administración aprobó una Reforma Energética en la que privilegió la mayor explotación de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) que aumenta la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI), principales causantes del calentamiento global que aceleran el cambio climático; en vez de impulsar la inversión en energías renovables que permitan frenar el aumento de estos gases; asimismo, en el desempeño ambiental de Petróleos Mexicanos (Pemex) para 2013, se registró un incremento del 12.5% de (GEI) a la atmósfera "debido al mayor uso de combustóleo para apoyar al suministro de gas a nivel nacional."

Además, la Reforma Energética mantiene la explotación de aguas profundas en el Golfo de México está considerada dentro de los 14 proyectos de "energía sucia" que están llevando al mundo a rebasar el umbral de GEI para mantener la temperatura del planeta debajo de los 2°C, que los expertos urgen mantener para evitar impactos catastróficos por el cambio climático.

En este escenario de crecimiento "sin prevención de los efectos ambientales y sociales, México ha retomado el tema del impulso de la energía nuclear, pues ya analiza la posibilidad de ampliar la capacidad instalada con el fin de diversificar la matriz energética. La pregunta es ¿dónde, cómo y con qué costo económico y social se enfrentará la disposición de residuos nucleares en el territorio mexicano?", cuestiona Greenpeace en su posicionamiento.

Asimismo, agrega el organismo ambientalista, la Reforma Energética promueve la explotación de gas shale, cuya obtención es por medio de la técnica de fracking, que implica el desperdicio y contaminación de miles de litros de agua en estados donde se ven afectados por sequías prolongadas, como Chihuahua, Coahuila y Nuevo León.

Greenpeace califica como "un absurdo" que México impulse el fracking cuando se enfrenta ya una grave crisis hídrica por la falta de disponibilidad y calidad de este vital líquido. De acuerdo con la Conagua, el 70 por ciento de los cuerpos de agua presentan algún grado de contaminación en gran medida por el manejo corporativista del agua y la laxitud de leyes para los responsables. Mientras se siga permitiendo que en los corredores industriales del país se hagan descargas de sustancias tóxicas a los ríos, cuencas o directamente hacia el mar, no podremos detener la contaminación del agua.

Por otra parte, el gobierno mexicano está lejos de lograr la protección de ecosistemas que brindan grandes servicios ambientales a las comunidades; en una lógica de “ganar” inversiones "se han puesto en riesgo Áreas Naturales Protegidas" como  paso en Cabo Pulmo, Baja California Sur, donde se pretendía construir un megaproyecto de turismo depredador; un escenario similar se presenta ahora en Holbox, Quintana Roo, donde se pretende construir el complejo La Ensenada, a costa de sacrificar una de las zonas mejor conservadas de la reserva  Yum-Balam, que alberga una gran diversidad de flora y fauna como son aves -residentes y migratorias-, mamíferos, anfibios y reptiles; algunas de ellas en peligro de extinción, o bien simplemente cambiar categorías de protección como en el caso del Nevado de Toluca, que dejó de ser un Parque Nacional para ser una Zona de Protección de Flora y Fauna, que permite, entre otras actividades, tanto de conservación como de aprovechamiento comercial.

Greenpeace destaca que tampoco se han tomado medidas contundentes para evitar la deforestación en el país y promover el uso sustentable de los bosques. Cada año México pierde casi medio millón de hectáreas según un estudio publicado por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) en el Capital Natural de México y hasta la fecha es inexistente un Plan Nacional Forestal.

Este gobierno no ha tenido la determinación de cerrarle la puerta del campo mexicano a las grandes transnacionales de la agroindustria, que pretenden construir un gran monopolio para la comercialización del maíz transgénico, argumentando la necesidad de una mayor producción de este grano para alimentar al pueblo mexicano sin importar los riesgos para el medio ambiente. México tiene la capacidad para alcanzar una mayor producción con variedades mexicanas, sistemas de riego, tecnificación para el campo y programas presupuestales que realmente beneficien a los pequeños y grandes productores del país.

"Frente a todos estos pendientes del actual gobierno es preciso preguntar ¿qué celebramos hoy en México en el Día Mundial del Medio Ambiente?", concluye Greenpeace.

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