Estado en derechos humanos
El titular del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto. Foto: Miguel Dimayuga |
MÉXICO, D.F. (apro).- En un reconocimiento implícito de la
ausencia de una política de Estado en materia de derechos humanos, el
presidente Enrique Peña Nieto consideró hoy que deben realizarse
esfuerzos para transformar al país en una auténtica sociedad de
derechos.
El objetivo de su gobierno, dijo, es “transitar del reconocimiento de los derechos humanos económicos, sociales, culturales, ambientales, civiles y políticos de las personas, a una política de Estado que garantice en la práctica su cumplimiento efectivo”.
Transcurrido más de un cuarto del período para el que fue electo, esta mañana el presidente presentó en la residencia oficial de Los Pinos su “Programa Nacional de Derechos Humanos 2014-2018”.
En ese marco, Peña Nieto aseguró que su gobierno está comprometido con la difusión y protección de los derechos fundamentales, y presumió que las quejas contra las fuerzas de seguridad federales, en especial de las Fuerzas Armadas, se han reducido 75% desde que asumió el cargo.
El Ejecutivo delineó 11 objetivos en la materia, consistentes en capacitación de funcionarios públicos, armonización de las normas con los derechos fundamentales, resolución pacífica de conflictos sociales, establecimiento y seguimiento a las sanciones derivadas de las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
También, mejorar la posición del país en el Índice de Integridad Física, es decir, disminuir torturas, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones y encarcelamientos por razones políticas.
Además, se comprometió a retirar las reservas que el Estado Mexicano ha opuesto a la suscripción de tratados internacionales en la materia, y a medir y dar seguimiento a los programas de protección a defensores de derechos humanos y periodistas.
Los otros planteamientos tienen que ver con la medición y seguimiento de las condiciones de respeto o violación de derechos humanos en las entidades federativas, así como un programa de evaluación federal y para los estados de la República.
Durante el acto, participaron como oradores el rector de la UNAM, José Narro Robles; el gobernador de Coahuila y presidente de la Comisión de Derechos Humanos en la Conferencia Nacional de Gobernadores, Rubén Moreira Valdez, y el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Àngel Osorio Chong, quienes encomiaron el programa y la política presidencial en la materia.
Otro de los oradores fue Raúl Plascencia Villanueva, presidente de la CNDH. El ombudsman aprovechó para extender su reconocimiento al gobierno de Peña Nieto por haber aceptado todas las recomendaciones emitidas en 2013.
Y luego de precisar que las quejas contra las Fuerzas Armadas se redujeron en 50%, soltó: “Esto implica un compromiso más allá del discurso, un compromiso que está traduciéndose en realidades, una capacitación y estrategias que sí están dando frutos y resultados en México y que estamos compartiendo ya con por lo menos una docena de países de América Latina, Asia y África”.
El objetivo de su gobierno, dijo, es “transitar del reconocimiento de los derechos humanos económicos, sociales, culturales, ambientales, civiles y políticos de las personas, a una política de Estado que garantice en la práctica su cumplimiento efectivo”.
Transcurrido más de un cuarto del período para el que fue electo, esta mañana el presidente presentó en la residencia oficial de Los Pinos su “Programa Nacional de Derechos Humanos 2014-2018”.
En ese marco, Peña Nieto aseguró que su gobierno está comprometido con la difusión y protección de los derechos fundamentales, y presumió que las quejas contra las fuerzas de seguridad federales, en especial de las Fuerzas Armadas, se han reducido 75% desde que asumió el cargo.
El Ejecutivo delineó 11 objetivos en la materia, consistentes en capacitación de funcionarios públicos, armonización de las normas con los derechos fundamentales, resolución pacífica de conflictos sociales, establecimiento y seguimiento a las sanciones derivadas de las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
También, mejorar la posición del país en el Índice de Integridad Física, es decir, disminuir torturas, ejecuciones extrajudiciales, desapariciones y encarcelamientos por razones políticas.
Además, se comprometió a retirar las reservas que el Estado Mexicano ha opuesto a la suscripción de tratados internacionales en la materia, y a medir y dar seguimiento a los programas de protección a defensores de derechos humanos y periodistas.
Los otros planteamientos tienen que ver con la medición y seguimiento de las condiciones de respeto o violación de derechos humanos en las entidades federativas, así como un programa de evaluación federal y para los estados de la República.
Durante el acto, participaron como oradores el rector de la UNAM, José Narro Robles; el gobernador de Coahuila y presidente de la Comisión de Derechos Humanos en la Conferencia Nacional de Gobernadores, Rubén Moreira Valdez, y el titular de la Secretaría de Gobernación, Miguel Àngel Osorio Chong, quienes encomiaron el programa y la política presidencial en la materia.
Otro de los oradores fue Raúl Plascencia Villanueva, presidente de la CNDH. El ombudsman aprovechó para extender su reconocimiento al gobierno de Peña Nieto por haber aceptado todas las recomendaciones emitidas en 2013.
Y luego de precisar que las quejas contra las Fuerzas Armadas se redujeron en 50%, soltó: “Esto implica un compromiso más allá del discurso, un compromiso que está traduciéndose en realidades, una capacitación y estrategias que sí están dando frutos y resultados en México y que estamos compartiendo ya con por lo menos una docena de países de América Latina, Asia y África”.
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