miércoles, 4 de junio de 2014

Obama garantiza el apoyo a los países que se sientan amenazados por Putin

Obama garantiza el apoyo a los países que se sientan amenazados por Putin

El presidente de EE UU resalta el “compromiso inquebrantable” con Europa del Este

Los presidentes Obama y Poroshenko este miércoles en Varsovia. / J. T. (EFE)
El presidente Barack Obama ha garantizado este miércoles, en un discurso en la Plaza Real de Varsovia, el “compromiso inquebrantable” de Estados Unidos con la soberanía nacional de Polonia y otros países de la región que se sienten intimidados por las acciones recientes de la Rusia de Vladímir Putin en la vecina Ucrania.
En el 25 aniversario de las primeras elecciones semilibres en Polonia, tras décadas bajo el dominio comunista, el presidente de EE UU describió a este país como un ejemplo de los beneficios de la democracia, el estado de derecho, el libre mercado y la libertad de expresión. Se encontraba en el centro de Varsovia y hablaba de Polonia, pero pensaba en Ucrania.

Antes del discurso, que congregó a veteranos de la lucha por la libertad en Polonia como el líder de Solidarnosc Lech Walesa, Obama se reunió con Petro Poroshenko, elegido presidente de Ucrania el 25 de mayo, y le ofreció el apoyo de la primera potencia “no sólo en los próximos días y semanas sino en los próximos años”. El presidente de EE UU anunció una nueva ayuda no letal para las fuerzas armadas ucranias, que incluye gafas de visión nocturna, chalecos antibalas y equipamiento de comunicación. EE UU se ha resistido hasta ahora a ofrecer armamento a la exrepública soviética, que no pertenece a la OTAN y por tanto no disfruta del paraguas de la organización.
El discurso de Obama seguía la tradición de otros presidentes que hablaron en favor de la libertad frente a la amenaza rusa. En 1963, John F. Kennedy proclamó que él era un berlinés (‘Ich bin ein Berliner’) en el Berlín recién dividido por el Muro. En 1987, Ronald Reagan se fue directamente al pie del Muro e instó a ‘Míster Gorbachov’, el líder soviético, a derribarlo.
Obama tiene otro estilo. No hubo en Varsovia invocaciones directas a ‘Míster Putin’ ni llamamientos a cambiar el orden geopolítico. Para compararlo con los discursos de sus antecesores Obama debería haber hablado en Kíev. Si el discurso tuvo una resonancia particular, fue por el escenario, el centro de una ciudad golpeada por una historia traumática de invasiones y ocupaciones de sus vecinos, y traiciones de sus aliados.
“He venido a Varsovia en nombre de Estados Unidos, en nombre de la OTAN, para reafirmar nuestro compromiso inquebrantable con la seguridad de Polonia. El artículo 5 [de la OTAN] es claro: un ataque a uno de nosotros es un ataque a todos”, dijo Obama en tono beligerante.
“Polonia nunca estará sola”, continuó Obama. “Y no sólo Polonia. Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía nunca estará solas”. Fue significativo que en este momento el presidente no citase a Ucrania. Para Obama, el compromiso con la defensa de otros países pasa por la legalidad internacional y la pertenencia a organziaciones como la OTAN.
Como durante todo el viaje de Obama por Europa, que empezó el martes en Varsovia y terminará el viernes en las playas de Normandía, el mensaje se dirige a audiencias diversas. A los países anfitriones y al público norteamericano, de un lado. Pero sobre todo el al presidente ruso, Putin.
“Creemos que los pueblos y las naciones tiene el derecho a determinar su futuro”, dijo. “Incluido el pueblo de Ucrania”. Obama ligó la lucha de los proeuroeos en Kíev frente a la influencia rusa con la lucha pasada de los polacos frente a la URSS y la lucha contempránea por las libertades en Caracas y Damasco, entre otras ciudades.

Baile de cifras de muertos en Ucrania

En Ucrania prosiguen los enfrentamientos. Un portavoz de lo que el Gobierno ucranio califica como "operación antiterrorista" ha afirmado que en las últimas 24 horas han muerto 300 rebeldes y hay alrededor de 500 heridos en Slaviansk. Los prorrusos, sin embargo, lo niegan: "No es cierto. Las pérdidas en el lado ucranio son mayores que las nuestras", ha afirmado Alexander Borodai, primer ministro de la autoproclamada República de Donetsk, según recoge la agencia Interfax. El portavoz de las fuerzas gubernamentales ucranias Vladyslav Seleznyov solo ha reconocido que dos soldados han muerto y 45 han resultado heridos. No está claro cuál es el avance real de los militares ucranios en las zonas estratégicas bajo control de los separatistas.
El discurso de Obama y la celebración en Varsovia llega en un momento en que la democracia ha dejado de parecer el fin ineluctable de todo proceso político. Tras la caída del comunismo, Francis Fukuyama hablaba del fin de la historia: el triunfo de la democracia liberal. Ahora el modelo de desarrollo autoritario chino —que nació el mismo día que las elecciones polacas, bajo los escombros de la plaza Tiananmen— presenta una alternativa y es objeto de fascinación, por ser supuestamente más eficaz, entre algunas elites occidentales.
En el pasado Obama se ha sentido incómodo con la retórica en favor de la democracia y los derechos humanos. Nada que ver con su antecesor, que colocó en el centro de su política exterior la llamada agenda por la libertad y usó la promoción de la democracia y los derechos humanos como uno de los argumentos para invadir Irak en 2003. Ante las primaveras árabes, en Siria o en China, el actual presidente de EE UU ha optado por un enfoque más práctico, menos dado a la gesticulación y cercano a la realpolitik.
En la Plaza Real de Varsovia se reunieron las fuerzas vivas del país: obispos, militares, políticos, expresidentes. Walesa se dio un baño de masas con los ciudadanos que esperaban detrás de la valla en los bordes de la plaza. Una mujer nacida en 1988, un año antes del fin del comunismo, confesó que sabía poco de Solidaridad y que estaba allí para conseguir un improbable autógrafo de Obama.
Las elecciones del 4 de junio de 1989 se celebraron tras la mesa redonda que reunió a los representantes de la oposición con los del régimen comunista. La victoria de Solidaridad fue abrumadora. Las elecciones polacas carecieron de la fotogenia de la caída del Muro de Berlín, cinco meses después, pero marcaron el inicio de la caída de las piezas de dominó que culminaría con el derrumbe de la URSS.
En 1989 Polonia abrió la primera grieta en sistema de dominio soviético que ahora, algunos en la región temen que regresa bajo la forma de un nuevo nacionalismo expansionista ruso.
La anexión de Crimea por la Rusia de Putin y la pugna en Ucrania entre las fuerzas proeuropeas y prorrusas ha proyecto Solidaridad como un modelo. El mensaje de aquellas mujeres y hombres que pacíficamente conquistaron la libertad hace 25 años —algunos acudieron la Plaza Real de Varsovia para escuchar a Obama y otros oradores— sigue vigente.
La lucha del sindicato Solidaridad durante los años del comunismo y la transición pactada —inspirada en parte en la española— forman parte indestructible de la identidad de este país. Podría hablarse de excepcionalismo polaco.
“Polonia es uno de los pocos países poscomunistas que se niega a dar por supuesta la libertad y que está decidido a fomentar la libertad en otros lugares”, comenta Judy Dempsey, del laboratorio de ideas Carnegie Endowment for International Peace, que asitió a la cena que el martes por noche reunió a Obama y a las autoridades polacas con varios veteranos de Solidaridad. “Por esto tiene un significado especial que [en la ceremonia] se entregase el Premio Solidaridad a Mustafa Dzhemilev, líder de los tártaros de Crimea. En otras palabras, los polacos no quiere que el movimiento Solidaridad quede relegado en los libros de historia”.
Existe un modelo polaco, país golpeado en su historia por sus vecinos expansionistas, Alemania y Rusia. Es un modelo transición pacífica: el diálogo —no las bombas— como método para expandir al democracia. Y también económico. Estos días se repite un argumento elocuente: en 1989, Polonia y Ucrania, países vecinos y de población similar, tenían un nivel económico parecido. Ahora el PIB per cápita de Polonia es de 13.394 dólares. El de Ucrania es 3.919. No hay mejor propaganda para los beneficios de la pertenencia a la Unión Europea y a la OTAN y de la democracia parlamentaria que la transformación de Polonia en las dos últimas décadas.
"Gracias Polonia, por tu triunfo no de las armas sino del espírituo humano", dijo Obama. "No hay cambio sin riesgo, no hay progreso sin sacrificio, y no hay libertad sin solidaridad", concluyó, en alusión al eslogan del movimiento Solidarnosc.

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