El mercado reacciona con mucha calma a los bombardeos
El petróleo cotiza a su nivel más bajo desde abril
Los mercados han reaccionado con inusitada calma a la decisión de Estados Unidos de bombardear Irak.
Las primeras noticias de la operación han provocado una subida del
precio del petróleo, pero la tendencia se ha revertido apenas unas horas
más tarde. La caída ha sido más acusada en las bolsas asiáticas, algo
menos en las europeas y se han situado en la zona positiva cuando le ha
tocado el turno a Estados Unidos. Solo la deuda de las grandes economías
ha actuado como valor refugio, lo que se ha traducido en una caída de
las rentabilidades.
Tras una subida inicial del 1,3%, el barril de Brent, el de referencia para Europa, caía hasta los 104,8 dólares, el nivel más bajo desde abril. “La calma del mercado ante los sucesos de Irak dice mucho sobre lo que ha cambiado el mercado del petróleo en los últimos años”, apuntaba un análisis de Bloomberg. Basta recordar que el precio del petróleo subió casi un 50% en los seis meses anteriores a la invasión estadounidense de Irak, en 2003.
No faltan razones de fondo. La producción de gas y petróleo de esquisto por parte de Estados Unidos ha revolucionado el mercado energético pero otros países tampoco se quedan atrás. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha publicado este viernes los datos de producción en julio, cuando aumentó su oferta por quinto mes consecutivo, gracias a la mayor aportación de Libia, en 200.000 barriles diarios, y de Arabia Saudí, en otros 85.000 barriles. Por el contrario, la producción iraquí, junto a la de Angola, acumula dos meses consecutivos de descensos y ahora produce algo más de tres millones de barriles diarios.
Los datos facilitados por la OPEP apuntan que hay un importante colchón en la oferta petrolera incluso si la situación empeora significativamente en Irak. Hay incluso quien sostiene que el bombardeo, en pleno corazón de la producción petrolera iraquí, servirá para estabilizar a medio plazo la producción y que eso explica la calma de los inversores. A día de hoy y pese a los numerosos conflictos abiertos, el país proporciona el 3,6% de la producción mundial de petróleo y la Agencia Internacional de la Energía calcula que para 2035 la producción iraquí puede rondar los ocho millones de barriles diarios.
"La escalada de las tensiones en todo el mundo aún tendrá que afectar a los mercados, pero como advertimos: todo lo que es económico sufre un retraso de entre nueve y doce meses; a toda acción le sigue su reacción", admitía en un reciente informe Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank. Si Jakobsen tiene razón, con la tensión creciendo respecto a Ucrania y Rusia o el conflicto en Gaza, la corrección de los mercados puede ser considerable en los próximos meses.
Tras una subida inicial del 1,3%, el barril de Brent, el de referencia para Europa, caía hasta los 104,8 dólares, el nivel más bajo desde abril. “La calma del mercado ante los sucesos de Irak dice mucho sobre lo que ha cambiado el mercado del petróleo en los últimos años”, apuntaba un análisis de Bloomberg. Basta recordar que el precio del petróleo subió casi un 50% en los seis meses anteriores a la invasión estadounidense de Irak, en 2003.
No faltan razones de fondo. La producción de gas y petróleo de esquisto por parte de Estados Unidos ha revolucionado el mercado energético pero otros países tampoco se quedan atrás. La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha publicado este viernes los datos de producción en julio, cuando aumentó su oferta por quinto mes consecutivo, gracias a la mayor aportación de Libia, en 200.000 barriles diarios, y de Arabia Saudí, en otros 85.000 barriles. Por el contrario, la producción iraquí, junto a la de Angola, acumula dos meses consecutivos de descensos y ahora produce algo más de tres millones de barriles diarios.
Los datos facilitados por la OPEP apuntan que hay un importante colchón en la oferta petrolera incluso si la situación empeora significativamente en Irak. Hay incluso quien sostiene que el bombardeo, en pleno corazón de la producción petrolera iraquí, servirá para estabilizar a medio plazo la producción y que eso explica la calma de los inversores. A día de hoy y pese a los numerosos conflictos abiertos, el país proporciona el 3,6% de la producción mundial de petróleo y la Agencia Internacional de la Energía calcula que para 2035 la producción iraquí puede rondar los ocho millones de barriles diarios.
"La escalada de las tensiones en todo el mundo aún tendrá que afectar a los mercados, pero como advertimos: todo lo que es económico sufre un retraso de entre nueve y doce meses; a toda acción le sigue su reacción", admitía en un reciente informe Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank. Si Jakobsen tiene razón, con la tensión creciendo respecto a Ucrania y Rusia o el conflicto en Gaza, la corrección de los mercados puede ser considerable en los próximos meses.
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