Israel y Hamás evitan el cara a cara y recurren a intermediarios
Egipto ejerce de mediador entre ambas delegaciones
Ricard González
El Cairo
6 AGO 2014 - 20:53 CEST
Mientras en Gaza se respetaba por segundo día consecutivo el alto al fuego
pactado la noche del lunes, en El Cairo los representantes del Gobierno
israelí y de las principales facciones palestinas iniciaron este
miércoles una ronda de negociaciones indirectas para llegar a un acuerdo
permanente que ponga fin al conflicto bélico. De momento, la evolución
de las conversaciones se mantiene en el más absoluto secretismo y ni
siquiera se ha confirmado dónde se están celebrando. "Esperamos que se
pueda extender [la tregua] para dar una opción real a las negociaciones
entre las partes. Esperamos que el alto al fuego se extienda tanto como
sea posible y se transforme en un alto al fuego permanente", afirmó el
ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukry.
Egipto, a través de varios altos cargos de sus servicios de inteligencia, ejerce de mediador entre ambas delegaciones, que se hallan en habitaciones diferentes y no mantendrán ningún encuentro cara a cara. Al no reconocer a Israel desde su fundación, Hamás siempre se ha negado a mantener un contacto directo con sus representantes. Por su parte, el Estado hebreo considera a la milicia palestina un grupo terrorista y también prefiere la participación de un intermediario.
Para reforzar el proceso de diálogo, la noche de este miércoles se desplazó a El Cairo Frank Lowenstein, un diplomático del Departamento de Estado de EE UU. El portavoz de la embajada estadounidense en El Cairo no quiso precisar cuál sería el rol específico de Lowenstein. Washington rechaza cualquier contacto directo con los responsables de Hamás, pues la milicia islamista está incluida en la lista de grupos terroristas del Departamento de Estado. Con la finalidad de asistir en el diálogo también se encuentra en la capital egipcia Tony Blair, ex primer ministro británico y enviado para Oriente Próximo del Cuarteto, integrado por la ONU, la Unión Europea, EE UU y Rusia.
La delegación palestina está integrada por doce personas, está presidida por Azzam al-Ahmed, representante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Hamás cuenta con cuatro miembros, entre ellos uno de los principales líderes de su brazo político, Abu Musa Marzouk. Dos de sus representantes, provenientes de Gaza, se incorporaron a última hora a la delegación, pues tuvieron que esperar a la consolidación de la tregua para viajar a El Cairo. También están presentes en el nutrido grupo dos representantes de la Yihad islámica y Maged Farag, el director de los servicios de inteligencia de la Autoridad Palestina.
Por su parte, la delegación israelí, que llegó a El Cairo el martes por la noche, está formada por Isaac Molho, un consejero del primer ministro, Benjamin Netanyahu, Yoram Cohen, director de los servicios de inteligencia, y Amos Gilad, un alto cargo del Ministerio de Defensa.
Egipto, a través de varios altos cargos de sus servicios de inteligencia, ejerce de mediador entre ambas delegaciones, que se hallan en habitaciones diferentes y no mantendrán ningún encuentro cara a cara. Al no reconocer a Israel desde su fundación, Hamás siempre se ha negado a mantener un contacto directo con sus representantes. Por su parte, el Estado hebreo considera a la milicia palestina un grupo terrorista y también prefiere la participación de un intermediario.
Para reforzar el proceso de diálogo, la noche de este miércoles se desplazó a El Cairo Frank Lowenstein, un diplomático del Departamento de Estado de EE UU. El portavoz de la embajada estadounidense en El Cairo no quiso precisar cuál sería el rol específico de Lowenstein. Washington rechaza cualquier contacto directo con los responsables de Hamás, pues la milicia islamista está incluida en la lista de grupos terroristas del Departamento de Estado. Con la finalidad de asistir en el diálogo también se encuentra en la capital egipcia Tony Blair, ex primer ministro británico y enviado para Oriente Próximo del Cuarteto, integrado por la ONU, la Unión Europea, EE UU y Rusia.
La delegación palestina está integrada por doce personas, está presidida por Azzam al-Ahmed, representante de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Hamás cuenta con cuatro miembros, entre ellos uno de los principales líderes de su brazo político, Abu Musa Marzouk. Dos de sus representantes, provenientes de Gaza, se incorporaron a última hora a la delegación, pues tuvieron que esperar a la consolidación de la tregua para viajar a El Cairo. También están presentes en el nutrido grupo dos representantes de la Yihad islámica y Maged Farag, el director de los servicios de inteligencia de la Autoridad Palestina.
Por su parte, la delegación israelí, que llegó a El Cairo el martes por la noche, está formada por Isaac Molho, un consejero del primer ministro, Benjamin Netanyahu, Yoram Cohen, director de los servicios de inteligencia, y Amos Gilad, un alto cargo del Ministerio de Defensa.
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