Peña Nieto, flanqueado por izquierda
AGENCIA REFORMA/ANTONIO BARANDA / ÉRIKA HERNÁNDEZ / Publicada el 03/09/2014
El presidente Enrique Peña Nieto, acompañado de los presidentes de los diputados y senadores, Silvano Aureoles y Miguel Barbosa, respectivamente, emitió su mensaje a la Nación. FOTO: El Universal
Cuando
el Presidente Enrique Peña Nieto subió a la tribuna desde donde daría
el mensaje por su Segundo Informe de Gobierno, buscó el abrazo de dos
perredistas.
Por primera vez desde su nacimiento en 1989, el PRD preside, al mismo tiempo, las cámaras del Congreso de la Unión y, en esa condición, el diputado Silvano Aureoles y el senador Miguel Barbosa flanquearon durante una hora y 28 minutos al Jefe del Ejecutivo federal.
Civilidad política elogió Peña Nieto en público y en corto a los legisladores que, tras semanas de negociaciones --por el temor sobre la conducta que asumirían frente al Gobierno-- ahora conducen la Cámara baja y el Senado.
“Valoro que dos representantes de la izquierda mexicana conduzcan los trabajos de ambas cámaras. Su presencia en este acto republicano reafirma la vocación democrática, nuestra condición de madurez y de civilidad política y de normalidad democrática”, así arrancó el Primer Mandatario su mensaje.
Los rostros de los perredistas pasaban de la solemnidad a la sonrisa abierta. Ambos cedieron a los abrazos y apretones de manos, y en medio de ellos, recibieron de Peña Nieto el deseo de un papel exitoso en su encargo.
Pensativo, con el puño en la boca, Barbosa, quien ha asumido una posición más critica frente al Mandatario federal, escuchaba los argumentos sobre la reforma energética.
Por segundo año consecutivo, el líder nacional de su partido, Jesús Zambrano, no asistió al evento.
“Reformar implica tomar decisiones y asumir costos. Reformar es romper ataduras”, leía el presidente, quien a su derecha tenía a los miembros de su gabinete y a su izquierda a los Gobernadores.
En el Patio de Honor de Palacio Nacional, arropados por enormes bloques de cartón simulando muros coloniales, estaban mil 300 invitados.
Ahí estaban los empresarios más importantes del País: Carlos Slim, que pocas veces acude a invitaciones presidenciales, pues a nombre de su corporativo siempre acude asiste su hijo, Carlos Slim Domit; Emilio Azcárraga, presidente de Televisa; y José Andrés de Oteyza, presidente de OHL México, una de las empresas con más obras en la Administración de Peña Nieto.
El líder del PAN, Gustavo Madero, fue sentado a un lado del priísta César Camacho, al pvemista Jorge Emilio González y el aliancista Luis Castro. Junto a ellos, las esposa y los hijos del Primer Mandatario.
Aparecieron representantes de todos los sectores: líderes sindicales, eclesiásticos, de organizaciones civiles, empresariales y hasta priístas de viejas generaciones como Francisco Labastida, Francisco Rojas o Jorge Mendoza.
Fue el día del Presidente. Recibió uno de los aplausos más prolongado durante sus 21 meses de gestión, de casi dos minutos.
Tras su discurso, interrumpido varias veces por ovaciones, principalmente cuando anunció la construcción del nuevo aeropuerto, tardó en subir a su oficina 38 minutos, pues mientras algunos salieron a paso apresurado por la puerta principal de Palacio Nacional, otros hicieron largas filas para tomarse la foto, entre ellos muchos de sus paisanos mexiquenses.
Por primera vez desde su nacimiento en 1989, el PRD preside, al mismo tiempo, las cámaras del Congreso de la Unión y, en esa condición, el diputado Silvano Aureoles y el senador Miguel Barbosa flanquearon durante una hora y 28 minutos al Jefe del Ejecutivo federal.
Civilidad política elogió Peña Nieto en público y en corto a los legisladores que, tras semanas de negociaciones --por el temor sobre la conducta que asumirían frente al Gobierno-- ahora conducen la Cámara baja y el Senado.
“Valoro que dos representantes de la izquierda mexicana conduzcan los trabajos de ambas cámaras. Su presencia en este acto republicano reafirma la vocación democrática, nuestra condición de madurez y de civilidad política y de normalidad democrática”, así arrancó el Primer Mandatario su mensaje.
Los rostros de los perredistas pasaban de la solemnidad a la sonrisa abierta. Ambos cedieron a los abrazos y apretones de manos, y en medio de ellos, recibieron de Peña Nieto el deseo de un papel exitoso en su encargo.
Pensativo, con el puño en la boca, Barbosa, quien ha asumido una posición más critica frente al Mandatario federal, escuchaba los argumentos sobre la reforma energética.
Por segundo año consecutivo, el líder nacional de su partido, Jesús Zambrano, no asistió al evento.
“Reformar implica tomar decisiones y asumir costos. Reformar es romper ataduras”, leía el presidente, quien a su derecha tenía a los miembros de su gabinete y a su izquierda a los Gobernadores.
En el Patio de Honor de Palacio Nacional, arropados por enormes bloques de cartón simulando muros coloniales, estaban mil 300 invitados.
Ahí estaban los empresarios más importantes del País: Carlos Slim, que pocas veces acude a invitaciones presidenciales, pues a nombre de su corporativo siempre acude asiste su hijo, Carlos Slim Domit; Emilio Azcárraga, presidente de Televisa; y José Andrés de Oteyza, presidente de OHL México, una de las empresas con más obras en la Administración de Peña Nieto.
El líder del PAN, Gustavo Madero, fue sentado a un lado del priísta César Camacho, al pvemista Jorge Emilio González y el aliancista Luis Castro. Junto a ellos, las esposa y los hijos del Primer Mandatario.
Aparecieron representantes de todos los sectores: líderes sindicales, eclesiásticos, de organizaciones civiles, empresariales y hasta priístas de viejas generaciones como Francisco Labastida, Francisco Rojas o Jorge Mendoza.
Fue el día del Presidente. Recibió uno de los aplausos más prolongado durante sus 21 meses de gestión, de casi dos minutos.
Tras su discurso, interrumpido varias veces por ovaciones, principalmente cuando anunció la construcción del nuevo aeropuerto, tardó en subir a su oficina 38 minutos, pues mientras algunos salieron a paso apresurado por la puerta principal de Palacio Nacional, otros hicieron largas filas para tomarse la foto, entre ellos muchos de sus paisanos mexiquenses.
‘No hay nada que celebrar con este Gobierno’: Jesús Zambrano
El
presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, dijo que en el segundo año
del Gobierno de Enrique Peña Nieto no hay nada que celebrar y que el
presidente de la República habló más de promesas que de logros en su
mensaje de este martes, desde Palacio Nacional.
Mediante un comunicado, Zambrano Grijalva criticó que el presidente reconozca los logros del Pacto por México pero omita decir que él y su partido lo violaron al poner por delante de los principios de este mecanismo y de la construcción democrática de acuerdos, la privatización del sector energético.
El líder perredista dijo que ojalá que las nuevas promesas en materia de economía, seguridad e infraestructura se hagan realidad, que haya resultados inmediatos pues la gente está necesitada de más y mejores empleos con retribuciones justas y de un ambiente libre de violencia.
“Por el momento nada hay que celebrar cuando hay tantos pendientes en los temas que más afectan a las y los mexicanos”.
Sobre el PRD, Zambrano dijo que su partido continuará luchando en la defensa de nuestros recursos energéticos a través de la consulta popular.
Reiteró que su partido seguirá siendo una oposición proactiva que antepone el interés nacional a los de partido, que seguirá construyendo acuerdos que beneficien a todos y no sólo a unos cuantos.
Mediante un comunicado, Zambrano Grijalva criticó que el presidente reconozca los logros del Pacto por México pero omita decir que él y su partido lo violaron al poner por delante de los principios de este mecanismo y de la construcción democrática de acuerdos, la privatización del sector energético.
El líder perredista dijo que ojalá que las nuevas promesas en materia de economía, seguridad e infraestructura se hagan realidad, que haya resultados inmediatos pues la gente está necesitada de más y mejores empleos con retribuciones justas y de un ambiente libre de violencia.
“Por el momento nada hay que celebrar cuando hay tantos pendientes en los temas que más afectan a las y los mexicanos”.
Sobre el PRD, Zambrano dijo que su partido continuará luchando en la defensa de nuestros recursos energéticos a través de la consulta popular.
Reiteró que su partido seguirá siendo una oposición proactiva que antepone el interés nacional a los de partido, que seguirá construyendo acuerdos que beneficien a todos y no sólo a unos cuantos.
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