Ernesto Zedillo, “criminal de guerra, culpable de la masacre de Acteal” y catedrático de Yale
Por: Sergio Castro Bibriesca /
25 octubre, 2014
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Sergio Castro Bibriesca / @SergioBibriesca
(25 de octubre, 2014).- Durante la
presidencia de Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000) hubo una
“creciente militarización fomentada el Ejecutivo, como parte de su
política contra la insurgencia del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (EZLN)”, relata el libro Acteal, crimen de Estado de
Hermann Bellinghausen. El 22 de diciembre de 1997, 45 tzotziles de
Acteal, (21 mujeres –4 de ellas embarazadas–), 9 hombres, 15 niños,
fueron masacrados –mientras rezaban– en Acteal, municipio de Chenalhó,
en la región de Los Altos de Chiapas. Esta semana, en la Universidad de
Yale, alrededor de 30 estudiantes y residentes pidieron la expulsión de
Zedillo de la planta de catedráticos. Zedillo es director del Centro
para el Estudio de la Globalización y da clases de economía y política.
“Acteal 1997, Zedillo Guilty (culpable)” se veía en un ataúd que portaban los manifestantes, quienes externaron que lo sucedido en Acteal,
hace poco menos de 17 años, es “parte de una larga historia de
terrorismo de Estado” que encuentra su más reciente episodio con lo
sucedido el 26 de septiembre pasado, con la desaparición de 43
normalistas de Ayotzinapa y la ejecución extrajudicial –hasta el
momento– de tres estudiantes.
Zedillo, desde el inicio de su gobierno,
optó la gestación de grupos paramilitares para combatir a los
zapatistas. De acuerdo con Bellinghausen, entre los años de 1995 y 1997
“Chenalhó se había convertido en un laboratorio más de una estrategia
amplia de contrainsurgencia, en un territorio de guerra que abarca la
tercera parte de Chiapas e involucra a la casi totalidad de indígenas de
la entidad”.
La noche anterior a la masacre –escribió
Bellinghausen– ya se tenían noticias del acontecimiento, lo que hizo
que los zapatistas que estaban en Acteal se retiraran del lugar. “Las
Abejas” (Organización de la Sociedad Civil de Acteal que se organizó en
diciembre de 1992, como reacción a la prisión de cinco de sus
compañeros) decidieron quedarse rezando y planearon para el día
siguiente una vigilia de oraciones por la paz. “A las 11 de la mañana se
empezaron a escuchar los tiros desde el monte”.
El gobierno federal, encabezado por
Zedillo, como el estatal, de Julio César Ruiz Ferro, atribuyeron el
ataque a “conflictos locales”. Zedillo declaró días después, que la
masacre de Acteal no fue un crimen de Estado, sino un “conflicto
intercomunitario”.
Actualmente, el 6 de octubre del presente año, la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos desechó una demanda civil contra Zedillo, argumentando que fue parcialmente responsable por la masacre de Acteal en 1997.
A pesar del fallo, los manifestantes
exhortaron a estudiantes de Yale, y al cuerpo de catedráticos, a
continuar manifestándose para juzgar a Zedillo. “Estamos aquí para
responsabilizar a la Universidad de Yale de albergar a un criminal de
guerra en nuestra comunidad”, dijo uno de los docentes.
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