Gas de esquisto pone a Europa en riesgo de desastre ecológico
Al principio, los políticos del Viejo Mundo aceptaron con
entusiasmo la idea de extraer en el continente un gas no tradicional, lo que
hubiera podido ayudar a reducir la dependencia energética de Rusia. El problema
consiste en que las tecnologías de extracción de hidrocarburos de esquisto son
demasiado peligrosas. El gas se extrae por medio de la llamada fracturación
hidráulica. El procedimiento consiste en inyectar (a presión) un líquido tóxico
en el pozo para destruir el esquisto y liberar el gas. Parte de ese líquido
queda en el subsuelo amenazando con contaminar los acuíferos subterráneos. Otra
parte se extrae a la superficie y contamina el terreno. El problema se ve
agravado debido a que el período de funcionamiento de los pozos no es largo,
aclara Serguéi Pravosúdov, director del Instituto de Energía Nacional:
–La productividad cae en el 80-90 % en dos años, y los abandonan pronto. Por eso perforan un gran número de esos pozos. Como consecuencia, la zona abarcada por la extracción, se convierte en una especie de "paisaje lunar".
Además existen riesgos de polución de metano en la
atmósfera, así como temores de movimientos sísmicos en las zonas de las
extracciones, señala Svetlana Mélnikova, especialista del Instituto de
Investigaciones Energéticas de la Academia rusa de Ciencias. Los problemas son
obvios, subrayan los expertos, pero hay que estudiar hasta qué punto son
graves:
–Basta con mencionar que la Agencia de Protección Ambiental de EEUU hasta la fecha no ha emitido su informe oficial con la evaluación del daño al medio ambiente provocado por la fracturación hidráulica de las capas del subsuelo, y eso que los trabajos en esa área se llevan a cabo durante siete años.
En EEUU las empresas diseñadoras (del procedimiento)
trabajan activamente con la población. Es decir, se les pagan indemnizaciones a
los propietarios de los terrenos donde se realizan los trabajos. Además, en
Estados Unidos el gas de esquisto se extrae en zonas poco pobladas, casi
inhabitadas, donde pueden desplegarse sin preocuparse por afectar el medio
ambiente. Sobre todo porque los requisitos ecológicos en EEUU no son muy
rigurosos. Pero, en Europa prácticamente no hay zonas poco pobladas. Las
consecuencias de la extracción del gas de esquisto serán mucho más sensibles,
lo que provoca descontento de los verdes y del ciudadano común. Además del
deseo de los políticos europeos de alcanzar independencia energética, los
presionan grupos influyentes norteamericanos. En EEUU está disminuyendo el
interés por el tema de esquisto. Para apoyar sus empresas, Washington promueve
activamente la extracción de ese tipo de combustible fuera de su país. Svetlana
Mélnikova señala:
–Ellos promueven por todo el mundo los servicios de sus empresas. La motivación es simple y clara: se trata de un enorme mercado de servicios. A las empresas estadounidenses, que hay muchas trabajando en ese sector, se les brindan posibilidades de hacer dinero en todo el mundo ofreciendo servicios especiales de perforación para extraer el gas de esquisto.
Como indican los
expertos, los riesgos ecológicos pueden ser reducidos sólo endureciendo
el control de la actividad de las empresas, si los países, en los que se
llevan a cabo esa clase de trabajos, vigilan con atención todo lo que
hacen las empresas extractoras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario