¿Quién salvará a México?
La inversión innovadora privada y la prudencia fiscal pública deben ir de la mano para salvar a México.
Fausto Alzati Araiza
05/02/2015 02:43
¿Quién salvará a México? ¿El gasto público financiado con endeudamiento? Es aventurada esta gastada receta. La “recuperación” estimulada por pura creación de dinero y acumulación de deuda pública hace rato encontró sus límites políticos y sociales en el mundo entero. El gastado truco “keynesiano” con sus quantitative easings y demás “instrumentos” reventó y volverá a generar crisis cada vez más severas donde se le aplique. El “truco keynesiano” funciona sólo si es creíble. Si logra desatar los animal spirits del capitalismo. Algún irreverente diría que Keynes y Goebbels fueron al mismo kindergarten. Pero la receta fracasa cuando nadie se la cree. Sin credibilidad no hay liquidez que se convierta en inversión, ni en crecimiento ni en ocupación. Y el proceso político terminaría por reventar el experimento cuando se alcance el límite de endeudamiento sin establecer nuevas y suficientes fuentes de ingreso.
La respuesta dependerá de la velocidad con que México tome ventaja del gran cambio global. Apuntaré aquí algunos rasgos esenciales del mundo venidero: 1) La aceleración de la destrucción creativa; 2) La cada vez más rápida desaparición del trabajo asalariado y su reemplazo por nuevas modalidades de colaboración descentralizada y no subordinada; 3) La erosión y gradual desaparición de los activos monetarios y su reemplazo por registros digitales; 4) El debilitamiento creciente de los Estados nacionales y el fortalecimiento de redes globales de intercambio y poder que no reconocen fronteras; 5) La sustitución creciente del consumo de bienes manufacturados y estandarizados por el disfrute de “experiencias” y la desaparición de la privacidad. Habrá que analizarlos en detalle para ver cuáles son las mejores respuestas que México puede adoptar ante ellos. De acertar en esas respuestas depende nuestra permanencia de largo plazo como Estado soberano.
Para salvar a México es indispensable más inversión innovadora en nuestra industria automotriz de exportación. Pero también en el desarrollo de nuevos yacimientos por nuestra industria petrolera en nuestro territorio y en otros países. En el 2015 las finanzas públicas amortiguarán el desplome de los precios internacionales del crudo gracias a las coberturas financieras adquiridas. Pero los petroprecios no volverán a sus niveles reales anteriores en al menos un lustro o más. Y las empresas manufactureras de exportación, punta de lanza del crecimiento, no aguantan más impuestos. Así pues, la inversión innovadora privada y la prudencia fiscal pública deben ir de la mano para salvar a México.
Twitter: @alzati_phd
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