martes, 16 de junio de 2015
Vaticano y el cambio climático
El 18 de junio, el Vaticano tiene previsto publicar la carta
del Papa Francisco referente al cambio climático en el mundo.
Uno de los oradores que presentarán la carta es el profesor
John Schellnhuber, director y fundador del Instituto Postdam para la
Investigación del Impacto Climático. Schellnhuber ha advertido a la presidenta
de Alemania, Angela Merkel, sobre la amenaza del calentamiento global. Según informa Breitbart, el profesor ha declarado que en el mundo sobramos 6 mil millones
de personas.
Schnellnhuber es bien conocido por su promoción de medidas
draconianas para combatir el cambio climático. En 2009 propuso
una cuota de CO2 por cada persona en el planeta. También ha presentado un "plan maestro" para la transformación de la sociedad
que implica la creación de un sistema de gobierno mundial que incluye una
constitución para la Tierra, un consejo mundial y un tribunal planetario.
La ciencia del calentamiento global ha estado rodeada de
fraude. También hay una agenda globalista orientada a la supervivencia basada
en la idea del calentamiento global. En un informe de 1991 titulado
"La Primera Revolución Mundial", publicado por el Club de Roma, nos
encontramos con la siguiente declaración:
En la búsqueda de un nuevo
enemigo para unirnos, se nos ocurrió la idea de que la contaminación, la
amenaza del calentamiento global, la escasez de agua, el hambre y similares
encajaría en el proyecto .... Todos estos peligros son causados por la
intervención humana ... El verdadero enemigo, entonces, es la humanidad misma.
En la década de 1970, el Proyecto Modelos del Orden Mundial, financiado
por la Fundación Carnegie para la Paz Internacional y la fundación Rockefeller,
propuso "estrategias de transición" hacia una nueva era global. Saúl
H. Mendlovitz, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, dirigió el
proyecto. Richard A. Falk, también miembro del CFR, contribuyó al trabajo
académico. Uno de los objetivos del proyecto era utilizar líderes
simbólicos del mundo para promover las ideas globalistas. El proyecto específicamente
denominó al Papa como un portavoz potencial para el orden del día.
Por Daniel
Taylor
Nota sobre el informe “La Primera Revolución Mundial”:
Es un informe de Alexander King y Bertrand Schneider al Club
de Roma. Aunque ya algo antiguo, sigue conservando la lucidez que lo
caracterizó en su momento para diagnosticar los rasgos del mundo actual.
Los autores consideran el cambio que se está produciendo en
la actualidad como una Revolución Mundial, en la medida en que, como
consecuencia de la extensión por el planeta de los efectos de la sociedad
posindustrial, todas las sociedades se encuentran sometidas a cambios
acelerados, profundos y radicales que llevan a una mutación de sus estructuras.
A diferencia de otros autores que mantienen una visión
optimista del cambio ---como Toffler, por ejemplo---, el Club de Roma alerta
sobre los graves peligros de autodestrucción de la especie y la Tierra que, por
primera vez en la Historia, acechan en el futuro, si no se adoptan políticas
urgentes para controlar el proceso.
Por esta razón, afirman, "Todo este libro es un
llamamiento a la solidaridad mundial. Viviendo, como vivimos, en los comienzos
de la primera revolución mundial, en un pequeño planeta que parece
infernalmente decidido a destruirse, asediados de conflictos, en un vacío
ideológico y político, enfrentados a problemas de dimensiones globales que los
decadentes Estados-Nación son impotentes para resolver, con inmensas
posibilidades científicas y tecnológicas para la mejora de la condición humana,
ricos en conocimientos, pero pobres en sabiduría, buscamos las claves de la
supervivencia y de la sostenibilidad. La única esperanza parece radicar en una
acción conjunta provocada por la luz de la comprensión común de los peligros y
de la comunidad de intereses de todos los hombres y mujeres"(pág. 241).
Para el Club de Roma, se está produciendo un cambio sin
dirección ni control, que crea problemas interrelacionados de rango mundial, y
de efectos irreversibles de suma gravedad, que ya no pueden ser abordados desde
las instituciones existentes.
Los problemas más importantes creados por el cambio son los
siguientes:
1) En primer lugar, la explosión demográfica ---la población
mundial crece en un millón de personas neto cada cuatro o cinco días---. Este
incremento demográfico crea dos problemas inmediatos, como son el crecimiento
urbano incontrolado y la insuficiencia radical incluso de las tasas de
desarrollo económico más elevadas para alimentar a la especie.
2) En segundo lugar, la macrocontaminación producida por los
vertidos a la Naturaleza de sustancias tóxicas no biodegradables y desechos
radiactivos, la destrucción del ozono de la estratosfera, la deforestación y el
"efecto invernadero". Esta macrocontaminación, que está traspasando
un umbral crítico e irreversible, producirá cambios climáticos, aumento del
nivel del mar, desplazamientos de grandes masas de población, esterilización de
inmensas zonas de tierras fértiles y disminución de los alimentos disponibles,
incluida en ellos el agua potable.
3) En tercer lugar, el consumo incontrolado de la energía,
que aumenta el "efecto invernadero", así como el agotamiento de las
fuentes energéticas, que harán entrar en crisis el sistema productivo y el
desarrollo.
4) En cuarto lugar, el estancamiento económico y la
desigualdad, a nivel mundial y en el interior de los países, que ponen en
cuestión los modelos existentes de desarrollo y producirán un aumento de la
pobreza, el hambre, el desempleo, el desarraigo y la emigración.
5) En quinto lugar, una crisis de valores ---la nación, la
religión tradicional y la autoridad--- y de ideologías, que producen un vacío
normativo en el que lo único que sobrevive es un materialismo grosero y un comportamiento
insolidario. Esta anomía produce un creciente "malestar humano" y
estimula la aparición de fenómenos de fundamentalismo, fanatismo, xenofobia y
racismo, así como de las plagas actuales: la violencia, el terrorismo, las
mafias, el tráfico de drogas, y el Sida.
6) En sexto lugar, la "crisis de gobernabilidad",
la caducidad de los sistemas políticos: de las instituciones, e ideas que
deberían constituir los medios de solución de los demás problemas.
En efecto, el ámbito mundial de los problemas, la rapidez de
los cambios, la complejidad de las decisiones, la intensidad de la
interdependencia en un amplio número de asuntos, la hipertrofia de las
burocracias y la acentuación de sus inercias, las crecientes demandas populares
y el decreciente respeto a la autoridad, hacen entrar en crisis la capacidad de
dirección y control del poder político.
Frente a la situación descrita en las líneas que anteceden,
y que el Club de Roma denomina "La Gran Transición", los autores
proponen una serie de medidas. Entre ellas se incluyen el desarrollo de
instituciones supraestatales y mundiales; el cambio del modelo de desarrollo
económico; la concienciación de la opinión pública acerca de la peligrosidad de
la situación, y la formulación de una nueva ética que dé sentido y orientación
al comportamiento de la Humanidad.
KING, A. & SCHNEIDER, B.: "La Primera Revolución
Mundial. Informe del Consejo al Club de Roma". Ed. Plaza&Janes.
Barcelona, 1991.
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