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La OTAN exige a Rusia que no vuelva a violar el espacio aéreo turco
Andrés Mourenza,Lucía Abellán
La
participación rusa en la guerra de Siria inquieta a la comunidad
internacional. La tensión en la frontera entre Turquía y Siria se ha
elevado con dos incidentes aéreos este fin de semana, lo que ha
provocado la inmediata reacción de la OTAN, que ha reunido a su cúpula
para analizar la nueva situación. El sábado un caza Su-30 de la fuerza
aérea rusa de los que participan en la recién lanzada campaña de bombardeos sobre Siria se internó durante dos minutos en el espacio aéreo turco, según fuentes militares turcas,
que confirmaron que dos cazas F-16 salieron a interceptarlo. Fuentes de
la Embajada rusa en Ankara atribuyeron lo ocurrido a “un error de
navegación”. El segundo incidente sucedió el domingo cuando un Mig-29
–un modelo operado por el Ejército ruso y también por el sirio-
“hostigó”, según un comunicado del Estado Mayor turco, a dos cazas F-16
de su país que formaban parte de una patrulla de 10 cazas que vigilaban
la frontera siria.
El primer ministro, Ahmet Davutoglu, intentó quitar hierro a la situación: "Rusia es nuestro amigo y hasta ahora no habíamos vivido ningún problema”, declaró este lunes pero "nuestra postura es clara, las reglas de combate son claras. Lo avisamos a quien viole nuestras fronteras, lo avisamos amistosamente".
Pese a todo, la Alianza Atlántica ha reunido de urgencia en la tarde del lunes a los embajadores de los 28 socios. El Consejo del Atlántico Norte ha declarado su "profunda preocupación" por la escalada militar siria y ha pedido explicaciones al Kremlin. Los aliados llamaron a Rusia a no repetir esas incursiones y a "terminar inmediatamente sus atauqe contra la oposición siria y los civiles". Horas antes, el secretario general Jens Stoltenberg se había reunido en Bruselas con el ministro turco de Exteriores, Feridun Sinirlioglu, y había criticado la "inaceptable violación del espacio aéreo turco por parte de aviones de combate rusos" .
También se ha mostrado muy crítico con Rusia ha sido el secretario de Defensa de EE UU, Ashton Carter, que está de visita oficial en España. "Moscú echa gasolina al fuego con sus ataques aéreos en Siria", ha señalado en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESDEN), en Madrid. Para Carter, la postura de Rusia es "poco útil y contradictoria".
El Ministerio de Exteriores de Turquía informó este lunes de la “violación” de su espacio aéreo ocurrida el sábado. El incidente se produjo a las 12.08 hora local, cuando un aparato de las Fuerzas Aéreas de la Federación Rusa voló sobre territorio turco en Yayladag, localidad en el sur de Turquía fronteriza con las provincias sirias de Idlib y Latakia, una zona donde se han producido bombardeos a las fuerzas rebeldes en los últimos días. “La aeronave rusa salió del espacio aéreo turco con dirección a Siria cuando fue interceptada por dos F-16 de las Fuerzas Aéreas turcas que patrullaban la región”, explica un comunicado gubernamental.
El Ministerio de Exteriores turco convocó al embajador de Rusia en Ankara, Karlov Andrey Gennadyevich, para pedirle explicaciones y “protestar enérgicamente” por este incidente, mientras el jefe de la diplomacia de Turquía telefoneó a su homólogo en Moscú, Sergei Lavrov. “Se pidió que no se repitan estas violaciones, de otra forma, responsabilizaremos a la Federación Rusa de cualquier incidente indeseado que pueda ocurrir”, afirma el comunicado del Ministerio. Al mismo tiempo, Turquía ha iniciado consultas con sus socios europeos, con EE UU y con la secretaría general de la OTAN para “evaluar la situación”. De momento la Alianza Atlántica se ha limitado a pedir a Rusia que no repita esas incursiones y ha advertido de que seguirá de cerca los acontecimientos
“Rusia está cometiendo un grave error”, criticó este domingo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, molesto porque su homólogo ruso y amigo cercano, Vladimir Putin, no esté teniendo en cuenta la oposición de Turquía a esta campaña militar. Según Erdogan, que hoy inicia una ronda de contactos con las autoridades de la Unión Europea, las acciones rusas contribuirán a su “soledad en la región”.
Y, sin embargo, los bombardeos rusos han cosechado en Oriente Próximo no solo el apoyo de sus tradicionales aliados, Irán y la Siria controlada por el régimen de Asad, sino también de otros gobiernos como el Irak o el de Egipto. Los kurdos que luchan en el norte de Siria tampoco ven con malos ojos la intervención de Rusia. En una reciente entrevista con Al Monitor, Salih Muslim, líder del Partido de la Unión Democrática (PYD), mayoritario entre los kurdos de Siria, dio la bienvenida a los bombardeos rusos porque, dijo, ello “evitará una intervención turca” en el norte de Siria. Además, se mostró favorable a que, junto al Estado Islámico, sean atacadas también las posiciones de facciones como Ahrar ash Sham o Al Nusra pues “no hay diferencia entre los tres grupos”.
El primer ministro, Ahmet Davutoglu, intentó quitar hierro a la situación: "Rusia es nuestro amigo y hasta ahora no habíamos vivido ningún problema”, declaró este lunes pero "nuestra postura es clara, las reglas de combate son claras. Lo avisamos a quien viole nuestras fronteras, lo avisamos amistosamente".
Pese a todo, la Alianza Atlántica ha reunido de urgencia en la tarde del lunes a los embajadores de los 28 socios. El Consejo del Atlántico Norte ha declarado su "profunda preocupación" por la escalada militar siria y ha pedido explicaciones al Kremlin. Los aliados llamaron a Rusia a no repetir esas incursiones y a "terminar inmediatamente sus atauqe contra la oposición siria y los civiles". Horas antes, el secretario general Jens Stoltenberg se había reunido en Bruselas con el ministro turco de Exteriores, Feridun Sinirlioglu, y había criticado la "inaceptable violación del espacio aéreo turco por parte de aviones de combate rusos" .
También se ha mostrado muy crítico con Rusia ha sido el secretario de Defensa de EE UU, Ashton Carter, que está de visita oficial en España. "Moscú echa gasolina al fuego con sus ataques aéreos en Siria", ha señalado en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESDEN), en Madrid. Para Carter, la postura de Rusia es "poco útil y contradictoria".
El Ministerio de Exteriores de Turquía informó este lunes de la “violación” de su espacio aéreo ocurrida el sábado. El incidente se produjo a las 12.08 hora local, cuando un aparato de las Fuerzas Aéreas de la Federación Rusa voló sobre territorio turco en Yayladag, localidad en el sur de Turquía fronteriza con las provincias sirias de Idlib y Latakia, una zona donde se han producido bombardeos a las fuerzas rebeldes en los últimos días. “La aeronave rusa salió del espacio aéreo turco con dirección a Siria cuando fue interceptada por dos F-16 de las Fuerzas Aéreas turcas que patrullaban la región”, explica un comunicado gubernamental.
El Ministerio de Exteriores turco convocó al embajador de Rusia en Ankara, Karlov Andrey Gennadyevich, para pedirle explicaciones y “protestar enérgicamente” por este incidente, mientras el jefe de la diplomacia de Turquía telefoneó a su homólogo en Moscú, Sergei Lavrov. “Se pidió que no se repitan estas violaciones, de otra forma, responsabilizaremos a la Federación Rusa de cualquier incidente indeseado que pueda ocurrir”, afirma el comunicado del Ministerio. Al mismo tiempo, Turquía ha iniciado consultas con sus socios europeos, con EE UU y con la secretaría general de la OTAN para “evaluar la situación”. De momento la Alianza Atlántica se ha limitado a pedir a Rusia que no repita esas incursiones y ha advertido de que seguirá de cerca los acontecimientos
Críticas a la intervención rusa
Ankara ha sido una de las capitales más críticas con la intervención de Moscú en Siria ya que el poder aéreo ruso imposibilita la creación de una “zona tapón” o un área de exclusión aérea en el norte de Siria, medida que Turquía lleva tiempo exigiendo. El plan turco era crear una región entre las ciudades de Yarablús y Azaz a la que no tuviesen acceso ni el Estado Islámico (EI) ni el Gobierno de Bachar el Asad, en la que pudiesen ser acogidos parte de los dos millones de refugiados que actualmente residen en Turquía y en la que las facciones rebeldes apoyadas por Ankara pudiesen organizarse. Por otro lado, los bombardeos rusos se han cebado en grupos organizados bajo la comandancia del Ejército de la Conquista, una coalición militar patrocinada por Turquía, Arabia Saudí y Qatar en la que participan unidades de opositores moderados pero cuya mayor fuerza de combate la aportan batallones islamistas de Ahrar ash Sham y Frente al Nusra (filial de Al Qaeda en Siria). Durante la primavera y el verano, esta alianza logró importantes avances frente al Ejército regular en la provincia de Idlib, poniendo en riesgo la defensa de Latakia, uno de los bastiones de apoyo al régimen sirio.“Rusia está cometiendo un grave error”, criticó este domingo el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, molesto porque su homólogo ruso y amigo cercano, Vladimir Putin, no esté teniendo en cuenta la oposición de Turquía a esta campaña militar. Según Erdogan, que hoy inicia una ronda de contactos con las autoridades de la Unión Europea, las acciones rusas contribuirán a su “soledad en la región”.
Y, sin embargo, los bombardeos rusos han cosechado en Oriente Próximo no solo el apoyo de sus tradicionales aliados, Irán y la Siria controlada por el régimen de Asad, sino también de otros gobiernos como el Irak o el de Egipto. Los kurdos que luchan en el norte de Siria tampoco ven con malos ojos la intervención de Rusia. En una reciente entrevista con Al Monitor, Salih Muslim, líder del Partido de la Unión Democrática (PYD), mayoritario entre los kurdos de Siria, dio la bienvenida a los bombardeos rusos porque, dijo, ello “evitará una intervención turca” en el norte de Siria. Además, se mostró favorable a que, junto al Estado Islámico, sean atacadas también las posiciones de facciones como Ahrar ash Sham o Al Nusra pues “no hay diferencia entre los tres grupos”.
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