Entrevista a Ramón Pablo Videla.
Treinta
años después del reinicio de la democracia política en Argentina,
después de superar su sexta dictadura, considerada la más cruel de
América del Sur, el debilitamiento de los poderes militar, económico y
mediático en las decisiones del Estado es su principal política de
derechos humanos. La orientación es proteger al país de los tres pilares
que, juntos, pueden aplicar un golpe de Estado y destituir a la
población de su poder soberano. Para discutir el asunto, Adital
entrevistó al activista de derechos humanos Ramón Pablo Videla,
ex-obrero metalúrgico que luchó en movimientos de la guerrilla armada de
los años 1970, en Argentina, estuvo 10 años en prisión por la represión
militar y, actualmente colabora dentro del gobierno de la presidenta
Cristina Fernández en la construcción de una nación libre de autocracia.
Ramón Pablo Videla fue hecho prisionero durante la última dictadura argentina y, actualmente es funcionario público. Foto: Adital |
Miembro
del Centro Internacional para la Promoción de Derechos Humanos (CIPDH) y
funcionario del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina,
Videla estuvo en Brasil, recientemente, para promover la discusión en
torno de la importancia de la valorización del triplete memoria, verdad y
justicia para la consolidación del sistema democrático en todos los
países sudamericanos, que vivieron dictaduras en las últimas décadas.
Orquestadas por el interés imperialista de Estados Unidos, pero que
todavía hoy, no implementaron todas las posibles formas de hacer
justicia a los que sufrieron por la represión de los militares y de los
dueños del capital.
Para
él, además de retirar poder del histórico triplete Fuerzas
Armadas-Capital-Grandes Medios de Comunicación, es preciso penalizar a
todos los colaboradores de las dictaduras de la historia política
reciente en territorio sudamericano. “En Argentina tenemos 577 militares
presos, o sea, en la política de memoria, verdad e identidad se aplica
justicia. (…) En Argentina, nunca más va a condenarse a una persona por
sus ideas”, asevera Videla.
ADITAL – ¿La Comisión de la Verdad en Argentina consiguió rescatar los elementos ocultos de la dictadura militar?
Ramón Pablo Videla –
Bueno, en épocas incluso de la dictadura militar, año 1978, a dos años
de la dictadura instalada, surgieron los organismos de derechos humanos.
Estos organismos tuvieron una activa participación, que incluso llegó
con aquel intento de los militares en la Guerra de Malvinas contra los
ingleses. Los llevara a los militares como último intento de lograr
continuar para toda la vida, como habían propuesto. Pero la
participación de los organismos de derechos humanos también llegó a esos
familiares que fueron mandados a la guerra y muchos de ellos murieron.
Eso
hizo que se abriera un proceso de democratización en Argentina y se
diera en el año 1982 un llamado a las elecciones. Ahí surge el primer
gobierno democrático elegido por las urnas. Ese gobierno toma como
política que llevara a juzgamiento a las dictaduras militares, a las
juntas militares que habían llevado adelante la política de la represión
en Argentina. Es así que se produce el año 1987 el primer juicio
político a la junta militar. Eso se logra, pero esto lo vamos a ver más
adelante el porqué de la aplicación tan férrea de la política de
derechos humanos. Ese primer gobierno democrático después de la
dictadura continuó siendo presionado por el poder que todavía tenían los
militares.
ADITAL – Y Estados Unidos.
RPV –
Claro, y los Estados Unidos. A través de Brasil, mantenía toda la
política. Brasil era la punta de lanza de todas las dictaduras en
Argentina y en el Cono Sur. Ese gobierno continuó siendo presionado por
ese poder que tenían los militares, porque no se habían fijado su
propuesta de gobierno, de controlar el poder de los militares, controlar
el poder económico del Fondo Monetario Internacional, controlar el
poder de los medios de comunicación masiva, que eran los que permitían a
que la derecha políticamente se sintiera fuerte y llevara adelante su
política de golpe de Estado, ¿no?
Entonces,
este gobierno él comienza a restarles este poder a los militares y a
llevar al juzgamiento a las primeras juntas militares. Pero surge un
movimiento dentro de las Fuerzas Armadas que presiona al gobierno y le
hace manifestaciones como ocupar cuarteles, sacar los tanques a las
calles y actos de conspiración y le arrancan a ese primer gobierno
democrático la restauración de una de las primeras leyes que se llamó de
Obediencia de Vida. Que esa ley planteaba que podrían ser juzgados las
juntas militares, los ideólogos de la represión, pero nos los
subalternos; por eso la Obediencia de Vida.
Porque
los subalternos cumplían órdenes de sus superiores. No obstante ellos
continuaron con las conspiraciones militares y posteriormente también
arrancaran otra ley a ese gobierno y que fue la Ley de Punto Final. La
Ley de Punto Final decía que no se podían juzgar actos posteriores a la
retirada de la dictadura y la llegada del gobierno democrático, o sea,
que desde año 1983 para tras no se podía juzgar nada. Era como una ley
de auto amnistía, como la que tiene Brasil. O como la que tiene Uruguay.
O como a que tiene Chile.
La última dictadura argentina es considerada como una de las más violentas de América del Sur. Foto: Reproducción. |
ADITAL – Y en los últimos años, con el gobierno de Cristina Fernández, ¿cuál fue el trato delante de esa cuestión?
RPV – Te
digo: en el año 1990, ante las presiones que venía recibiendo ese
primer gobierno democrático de Raúl Alfonsín, entrega antes el poder por
lo que se sentía muy presionado por los militares y en elecciones
armadas a la ligera surge el presidente Carlo Menem. Carlo Menem,
haciendo uso de la facultad que le da la Constitución Nacional, como
presidente de la nación, como comandante y jefe de las Fuerzas Armadas,
dicta una amnistía a todos los militares que habían sido juzgados hasta
entonces. Deja en vigencia las dos leyes, la de Obediencia de Vida e la
del Punto Final. Existe toda una presión social con mucho contenido en
cuanto a los derechos humanos, motorizados todo por los organismos de
derechos humanos.
Así llevan esa
política de derechos humanos llega a que el gobierno del presidente
Menem, que llevaba adelante una política bien de amistad con el
imperialismo, con el Fondo Monetario Internacional, porque aplica el
proyecto neoliberal en Argentina. Todo lo que no habían logrado hacer
los militares, siendo gobierno de facto, lo hace él, con un gobierno
democrático.
ADITAL – La
superación de la dictadura militar en Sudamérica en final de los años
1980 fue interés de los Estados Unidos, para empezar una nueva fase
neoliberal, una vez que el comunismo y el socialismo ya estaban
reprimidos.
RPV –
Sí, pero en Argentina era algo muy particular. No hay que olvidar que
Argentina fue un país donde el acceso a la cultura siempre estuvo
presente. El hecho de que luego de la Segunda Guerra Mundial, muchos
inmigrantes se acercaron a Argentina en busca de trabajo. Venían
obreros, profesionales, tipógrafos, zapateros, de la industria
frigorífica, de la industria metalúrgica…
Y
pronto eses obreros llegaran ahí, como inmigrantes consiguieron
trabajo, se organizaron y formaron organizaciones como anarquistas, como
comunistas, llegaron a formar asociaciones gremiales de primero,
segundo, tercer nivel (digamos sindicato, asociación y federación). Es
algo muy distinto a cualquier oro país de América Latina, incluso era
sorprendente para un sindicalista alemán, un sindicalista italiano ver
que en Argentina un delegado de una parte de esa empresa él podía parar
la industria.
Era un grado de
conciencia extraordinario que no lo tenía otro pueblo. Y eso le hizo
difícil, por eso la cantidad de detenidos, de desaparecidos, que son 30
mil. De ese 30 mil un tercio son obreros de fábrica y otro tanto son
estudiantes. Y hay familias enteras. Hay familias que tienen
desaparecidas hasta quince personas.
Pero
no lograron destruir con todo eso. Por eso nosotros vimos que también
en la década de 1990 hubo intentos del imperialismo de continuar con esa
aplicación política neoliberal y de contrainsurgencia. Pero, en
Argentina, había un estado de movilización permanente que hacía
imposible esa aplicación. Y así fue que en el año 2003 asume el
presidente Néstor Kirchner con un proyecto de inclusión social bien anti
neoliberal, dándole mucha participación a la política de derechos
humanos. Nosotros veníamos desde los organismos de derechos humanos
presionando a los gobiernos que se venían sucediendo para que tomaran
como política de Estado a política de derechos humanos, pero no lo
lográbamos.
Hasta el año 2003, que
llega el presidente Kirchner, él en el mismo acto que deroga las leyes
de Obediencia de Vida e de Punto Final, también deroga los contenidos
del indulto que había decretado el presidente Carlos Menem. Pero además
pide perdón a la sociedad argentina como presidente de la nación por los
hechos de la dictadura militar, por los crímenes que había cometido la
dictadura militar. Algo que debería haber sido tomado por otras
instituciones que también son parte del Estado, como la Iglesia Católica
argentina y hasta hoy no ha pedido perdón.
30 mil personas fueron desaparecidas por la represión militar en el país. Foto: Reproducción. |
ADITAL – ¿Eso se manifestaba también en la valoración de la economía nacional?
RPV –
La política se fija en objetivos, el en gobierno del presidente Néstor
Kirchner. Los objetivos eran restarle poder a los militares, para que
nunca más se diera un golpe militar en Argentina; restarle poder al
poder económico del Fondo Monetario Internacional, que nos fijaba
siempre reglas de cómo nos debíamos manejar, los argentinos, en la
economía; y restarle poder también a los medios de comunicación masiva
concentrados y que tenían, digamos, en Argentina, bajo su poder. Y así
fue.
Las Abuelas de Plaza de Mayo,
viendo que las leyes de Obediencia de Vida y de Punto Final habían
logrado poner en libertad a los militares que habían sido condenados por
los delitos cometidos toman los planteos que hace el juez Baltasar
Garzón, de España, al llevar adelante condenas y de militares no en
presencia de ellos, pero sí como un país, digamos, que tenía tratado
firmado con Argentina, que, ante los delitos cometidos por las
dictaduras militares, esos delitos tomaban un concepto que hasta el
momento no habían sido, que eran delitos de lesa humanidad, los delitos
cometidos contra la humanidad.
Por
lo tanto, imprescriptibles y que podían ser juzgados sus ejecutores en
cualquier parte del planeta, parte del paneta que tuviese acuerdos desde
las Naciones Unidas y acuerdos firmados que hicieran posible esa
aplicación. Entonces ahí que las Abuelas de Plaza de Mayo toman lo que
hasta ahora no había sido puesto en ejecución, que es el secuestro de
los hijos de los detenidos desaparecidos. Había madres que parían en un
centro clandestino y, al momento de parir, era secuestrado su hijo y a
ella la mataban. Hubo 600 crianzas desaparecidas en Argentina. Digo
“había” porque hasta el momento llevamos recuperar en Argentina 155
hijos. Ya son padres, ya tienen hijos. Faltan 350 [450].
ADITAL
– Respecto a aquel número de 30 mil personas desaparecidas, ¿es un
número antiguo o hasta hoy 30 mil siguen con el paradero desconocido?
RPV –
La política de arrojar al mar a los detenidos desaparecidos eso hace
posible encontrar sus restos porque al principio los arrojaban en el mar
con vida y eso hacía con que sus pulmones no se llenaran de agua y
flotaban y aparecían en las costas. Muchos de ellos aparecieron en las
costas uruguayas. Las Madres de Plaza de Mayo que secuestraron en el año
1978, en la Iglesia Santa Cruz, en Buenos Aires.
Entonces,
lo que hacían después: los subían en los aviones, les colocaban unas
inyecciones, pero en el momento de arrojarlos les cometían un tajo,
digamos, para que sangraran y en el momento de llegar en agua, la sangre
atrajera los tiburones y, bueno, se los exterminaban.
Era
casi imposible encuentrar sus restos. Hubo gente que murió en las
cárceles, hubo gente que murió en los centros clandestinos de detención y
hubo gente que fusilaron porque ese día no llevaba documento y se
formaron fuerzas comunes y eso es lo que se está descubriendo, porque
las Abuelas de Plaza de Mayo, al tomar esto de secuestros de crianzas,
pudieron ante las Naciones Unidas y ante da Organización de Estados
Americanos instalar un nuevo concepto de delito de lesa humanidad, y eso
hizo posible que se recomenzara aquella propuesta inicial de llevar a
juicio a todos los militares que habían cometido esos delitos.
O
sea, que muchos de los que habían sido condenados, que estaban en
prisión y que habían sido dejados en libertad por esas dos leyes y por
el indulto, volvían nuevamente a ser juzgados, pero por esto. En
Argentina tenemos 577 militares presos, muchos de ellos están muriendo
ya en la cárcel, ya sea por su edad o por la enfermedad que tiene, y
están en proceso de ir a prisión. O sea, en Argentina, la política de
memoria, verdad e identidad se aplica justicia.
ADITAL – Hoy día la ley argentina permite que se haga el juicio de los militares antes que aquella fecha, en la década de 1980.
RPV –
Sí, (…) pero sigue siendo una política de Estado de restarle de poder a
las Fuerzas Armadas. (…) Las Fuerzas Armadas a servicio de la nación y
no para reprimir las protestas, porque la presidenta de la nación dijo
también que en Argentina nunca más un prisionero político por defender
sus ideas. En Argentina nunca más se va a condenar a una persona por sus
ideas.
Eso se lleva adelante. La
política de derechos humanos en Argentina es un ejemplo para el mundo.
En los centros clandestinos de detención, donde se torturaba, donde se
mataba, donde se exterminaba personas — que acá también ustedes os
tienen —, en todos los centros hubo más de 600 centros clandestinos; son
recuperados y no se paga indemnización para recuperar, porque también
había casas, cascos de estancias, hacienda (…). No, allá se colocan tres
pilares que uno dice memoria, el otro verdad, justicia y se apropia eso
el Estado. Y eso es un centro de la memoria.
Se
trasforma en el centro de la memoria. Tienen cultura, tienen política,
se transmitía a la gente que antes ni siquiera sabía que eso pasaba ahí
(…). En Argentina cualquier cuartel que era un centro se lo expropia los
militares van al otro lado. En Argentina, a política de derechos
humanos tiene una proyección. ¿Por qué? Porque la política de derechos
humanos hoy trata la historia reciente de Argentina. Y la historia
reciente ¿cuál es? Los 30 mil desaparecidos.
Pero
la política de derechos humanos para el futuro, para los que hoy tienen
15 años, 14 años, 16 años, que en Argentina pueden votar, elegir — de
los 16 hasta los 18 nos es obligatorio, pero sí después de los 18. La
política de los derechos humanos tiene mucho que ver con aquello que en
el sistema capitalista, en su Constitución Nacional, les fija a los
Estados y a los gobiernos y dice que a los gobiernos les deben
garantizar a sus ciudadanos los derechos a la vida, a la salud, al
trabajo, a la vivienda y a la educación.
Todo
eso son derechos humanos también, pero también es un derecho humano la
defensa de los recursos naturales. A nosotros se nos avecina ahora,
además que vivimos en el Cono Sur, el problema que va a ser el agua. Va a
ser un problema que va a llevar enfrentamientos también. No por nada
los ingleses se instalaron en Malvinas. Porque son parte del proyecto
del [Tratado de] Ottawa y del Atlántico Sur. Porque ellos ya están en
los barcos llevando agua para Europa, para sus países. ¡Claro! Y agua
dulce, que la tenemos en Argentina, la tenemos en Brasil, en Bolivia.
Esa es la política de derechos humanos, que tiene proyección hacia el
futuro.
Y nosotros, al hacer una
política de Estado, todas las personas tienen acceso a esa política,
porque el Estado imprime en folletos, en libros, en diarios, en radios
comunitarias, en televisión comunitaria, lleva adelante esa política de
derechos humanos. O sea, que todo el mundo está informado en Argentina
lo que es la actividad de derechos humanos.
ADITAL – ¿Cuáles son los principales temas de derechos humanos hoy día en Argentina?
RPV –
Hoy día, en Argentina, en la política de derechos humanos es encarcelar
a todos aquellos militares, fuerzas de seguridad y civiles, tanto
eclesiásticos como de la parte industrial, que fueron colaboradores de
la dictadura militar, llevarlos a juicios con tribunales federales y a
prisión en una cárcel común. Y eso es lo que se está haciendo ya. Hay
militares, hay curas, hay obispos, hay empresarios que fueron
colaboradores con la dictadura militar. Ese es el objetivo número uno:
restarles poder. Porque se sacó un libro en Argentina que se llama
“Nunca más”, donde dice “nunca más una dictadura militar en Argentina”. Y
la única forma de que ello no suceda es restándole poder a esos tres:
el poder militar, el poder económico y el poder de los medios de
información.
El Lema “Nunca Más”, mueve a la población y al Estado argentino a adoptar políticas que previenen golpes de Estado. Foto: Reproducción. |
ADITAL
– Actualmente, vivimos en Brasil un momento en que la elite
conservadora de derecha pide el regreso de los militares a lo poder, con
la salida de la presidente de la República Dilma Rousseff, en un
movimiento que se asemeja a un golpe de Estado. ¿Qué piensas acerca de
eso?
RPV –
Bueno, esto es una política que no me correspondería hablar a mí. Yo
soy un empleado del Ministerio de Justicia de la nación y no tengo que
intervenir en manifestaciones verbales contra la política de otro país.
Eso lo dejo para que ustedes hagan una lectura de lo que Argentina hace
en el gobierno nacional y les resta poder a los tres poderes, que
siempre se unen para dar golpes militares (…). Hagan un repaso de eso y
fíjense. Nosotros acá [Argentina] tenemos 577 militares presos. Fíjense
se ustedes tienen algo de eso acá [Brasil].
(…)
ADITAL
– ¿Cómo evalúa la relación de Argentina con otros gobiernos
considerados progresistas en América del Sur, como Bolivia y Ecuador?
Brasil también es considerado, pero está en un momento un poco más lejos
de esa orientación.
RPV
– Yo creo que [Brasil] perdió en tren de la vida que tuvieron en ese
momento. Cuando tuvieron el 80% de aceptación, no fueron capaces de
llevar adelante esta política de Argentina. Por eso no hay un militar
preso. (…) Bolivia y Ecuador, nosotros estamos colaborando mucho.
Recuerda que son países productores de droga, pero no de estiramiento. Y
que la coca en Bolivia es utilizada para medicina. Para producir
cocaína necesitas de muchos quilogramos de coca para hacer un gramo de
cocaína. Nosotros tenemos buenas relaciones y, además, colaboramos, en
este momento, con el gobierno de Rafael Correa, con todo lo que es
actividad social.
Un ejemplo: en
cuanto a la cuestión de cinemateca. El INCAA (Instituto Nacional de Cine
y Artes Audiovisuales), de Argentina, está colaborando, en este
momento, con Ecuador. Y de una película que tenían por año ellos, ahora
tienen 26 películas. En Argentina se produce cine. En Argentina el cine
nacional llevado adelante por el Estado, pero también está el cine de
derechos humanos, que lleva hoy el Instituto Multimedia [Instituto
Multimedia DerHumALC (IMD)], una ONG. Y que lleva adelante proyecciones
de derechos humanos y otras. (…)
Movimientos Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo trabajan activamente por la conquista de políticas públicas que recuperen la memoria y apliquen justicia a los involucrados en la dictadura. Foto: Reproducción. |
ADITAL
– Papa Francisco es considerado importante para el diálogo entre
diversos países, incluso entre países de América del Sur. ¿Cuál es su
evaluación respecto a lo liderazgo de Jorge Bergoglio?
RPV –
Yo tengo una opinión. La Iglesia Católica Apostólica Romana necesitaba
un papa negro. Bergoglio es ese papa negro. Pero no de piel, sino que la
Iglesia Católica Apostólica Romana necesitaba rescatar, recuperar en
conciencia y en participación a todo ese catolicismo, porque los países
de América Latina son católicos por descendencia y se estaba perdiendo
con la política de los Estados Unidos, que lleva a través de las
Iglesias Evangélicas. (…)
Él fue
electo porque la Iglesia Católica Romana necesitaba el papa negro. Un
papa negro que recuperara todo eso que se hubiera tapado con la política
que llevaba adelante Roma desde el Vaticano. Porque se habían
transformado en otro imperialismo más, porque manejaban a economía del
mundo por lo poderoso que era.
Francisco
dice que el grado de concentración monopólica que ha llegado en
capitalismo (no habla de imperialismo) se ha tornado el eje, cruel. Y
eso es lo mismo que la izquierda de marxismo leninismo decimos nosotros,
el imperialismo es la última etapa del capitalismo. ¿Por qué? Porque es
tanta la necesidad, tanta la avaricia, que se va concentrando cada vez
en menos, menos y menos manos, incluso absorbiendo a sus socios menores,
y se torna cruel, claro.
Pero, hay
algo. La vez pasada, yo seguí este último viaje de Francisco por
Bolivia, Ecuador y Paraguay y, cuando estaba en Bolivia, yo lo veía por
la televisión, porque el canal de Venezuela, el TeleSur, lo pasaban
directo en Argentina. (…) Él habló de solidaridad, y habló como un
principio de la Iglesia. Pero la Iglesia no hace solidaridad. La
solidaridad es un principio de la humanidad. Es un principio que le
determina la consciencia al ser humano. Es una práctica social. En
cambio, la Iglesia no aplica solidaridad, porque la Iglesia vive de un
diezmo, es muy fuerte, poderosa económicamente. Hace caridad, pero no
hace solidaridad. Entonces, no confundamos. Claro, yo no voy a salir a
viva voz a decirlo, porque no voy a estar en contra. Pero, ojo, no es lo
mismo caridad de solidaridad. (…)
ADITAL
– ¿El actual contexto de la política y economía internacional, de la
religión hegemónica, estaría preparado para mantener Papa Francisco en
el liderazgo de la Iglesia Católica?
RPV –
Él siempre dice: “recen por mí”. Y lo dice porque está en este temor de
que algo le pueda suceder. No creo que esté en la concepción de la
Iglesia Católica Romana, pero sí en la concepción de Francisco. Porque
Francisco ha sido parte de un movimiento muy numeroso y poderoso en
Argentina, que fue el peronismo. Y él es peronista (pero yo no soy
peronista). Y es probable que él tenga metas fijadas en este rescate de
espiritualidad de la humanidad.
ADITAL – Espiritualidad liberadora?
RPV –
Yo tuve activa participación con compañeros que practicaron la teología
de la liberación nacional, que eran curas guerrilleros, y te puedo
decir que pensábamos igual, con algunas disidencias en cuanto a la lucha
armada. Pero que también eran guerrilleros, también defendían su vida, a
veces, con un arma. Muchos de ellos fueron muertos, están desaparecidos
algunos. (…)
Bergoglio era
militante de ese movimiento [peronismo]. Debe de tener en su pensamiento
algo de liberación. Pero la Iglesia Católica Apostólica Romana todavía
no le pidió perdón al pueblo. Espero que Francisco, una vez que resorba
los problemas internos, que son muy fuertes. (…) Va a ser de dentro del
Vaticano, porque el Vaticano está muy rabioso con esto de dejar tanta
opulencia, tanta suntuosidad, tanto oro. No, no. ¿Porque ellos no se
dirigen a quién no tiene nada? ¿Qué le va a decir a uno que no tiene
nada cuando vuestra habitación está llena de oro? Él está llevando una
política en contra de eso, porque desde ahí se cometieron muchos
crímenes. Y hay que corregir todo eso. (…)
http://www.adital.com.br/?n=cwze
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