lunes, 5 de octubre de 2015

Para evitar nuevas dictaduras, es preciso retirar el poder de los militares, de los medios y del capital

 
 

Entrevista a Ramón Pablo Videla.
Treinta años después del reinicio de la democracia política en Argentina, después de superar su sexta dictadura, considerada la más cruel de América del Sur, el debilitamiento de los poderes militar, económico y mediático en las decisiones del Estado es su principal política de derechos humanos. La orientación es proteger al país de los tres pilares que, juntos, pueden aplicar un golpe de Estado y destituir a la población de su poder soberano. Para discutir el asunto, Adital entrevistó al activista de derechos humanos Ramón Pablo Videla, ex-obrero metalúrgico que luchó en movimientos de la guerrilla armada de los años 1970, en Argentina, estuvo 10 años en prisión por la represión militar y, actualmente colabora dentro del gobierno de la presidenta Cristina Fernández en la construcción de una nación libre de autocracia.
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Ramón Pablo Videla fue hecho prisionero durante la última dictadura argentina y, actualmente es funcionario público. Foto: Adital
Miembro del Centro Internacional para la Promoción de Derechos Humanos (CIPDH) y funcionario del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Argentina, Videla estuvo en Brasil, recientemente, para promover la discusión en torno de la importancia de la valorización del triplete memoria, verdad y justicia para la consolidación del sistema democrático en todos los países sudamericanos, que vivieron dictaduras en las últimas décadas. Orquestadas por el interés imperialista de Estados Unidos, pero que todavía hoy, no implementaron todas las posibles formas de hacer justicia a los que sufrieron por la represión de los militares y de los dueños del capital.
Para él, además de retirar poder del histórico triplete Fuerzas Armadas-Capital-Grandes Medios de Comunicación, es preciso penalizar a todos los colaboradores de las dictaduras de la historia política reciente en territorio sudamericano. “En Argentina tenemos 577 militares presos, o sea, en la política de memoria, verdad e identidad se aplica justicia. (…) En Argentina, nunca más va a condenarse a una persona por sus ideas”, asevera Videla.
ADITAL – ¿La Comisión de la Verdad en Argentina consiguió rescatar los elementos ocultos de la dictadura militar?
Ramón Pablo Videla – Bueno, en épocas incluso de la dictadura militar, año 1978, a dos años de la dictadura instalada, surgieron los organismos de derechos humanos. Estos organismos tuvieron una activa participación, que incluso llegó con aquel intento de los militares en la Guerra de Malvinas contra los ingleses. Los llevara a los militares como último intento de lograr continuar para toda la vida, como habían propuesto. Pero la participación de los organismos de derechos humanos también llegó a esos familiares que fueron mandados a la guerra y muchos de ellos murieron.
Eso hizo que se abriera un proceso de democratización en Argentina y se diera en el año 1982 un llamado a las elecciones. Ahí surge el primer gobierno democrático elegido por las urnas. Ese gobierno toma como política que llevara a juzgamiento a las dictaduras militares, a las juntas militares que habían llevado adelante la política de la represión en Argentina. Es así que se produce el año 1987 el primer juicio político a la junta militar. Eso se logra, pero esto lo vamos a ver más adelante el porqué de la aplicación tan férrea de la política de derechos humanos. Ese primer gobierno democrático después de la dictadura continuó siendo presionado por el poder que todavía tenían los militares.
ADITAL – Y Estados Unidos.
RPV – Claro, y los Estados Unidos. A través de Brasil, mantenía toda la política. Brasil era la punta de lanza de todas las dictaduras en Argentina y en el Cono Sur. Ese gobierno continuó siendo presionado por ese poder que tenían los militares, porque no se habían fijado su propuesta de gobierno, de controlar el poder de los militares, controlar el poder económico del Fondo Monetario Internacional, controlar el poder de los medios de comunicación masiva, que eran los que permitían a que la derecha políticamente se sintiera fuerte y llevara adelante su política de golpe de Estado, ¿no?
Entonces, este gobierno él comienza a restarles este poder a los militares y a llevar al juzgamiento a las primeras juntas militares. Pero surge un movimiento dentro de las Fuerzas Armadas que presiona al gobierno y le hace manifestaciones como ocupar cuarteles, sacar los tanques a las calles y actos de conspiración y le arrancan a ese primer gobierno democrático la restauración de una de las primeras leyes que se llamó de Obediencia de Vida. Que esa ley planteaba que podrían ser juzgados las juntas militares, los ideólogos de la represión, pero nos los subalternos; por eso la Obediencia de Vida.
Porque los subalternos cumplían órdenes de sus superiores. No obstante ellos continuaron con las conspiraciones militares y posteriormente también arrancaran otra ley a ese gobierno y que fue la Ley de Punto Final. La Ley de Punto Final decía que no se podían juzgar actos posteriores a la retirada de la dictadura y la llegada del gobierno democrático, o sea, que desde año 1983 para tras no se podía juzgar nada. Era como una ley de auto amnistía, como la que tiene Brasil. O como la que tiene Uruguay. O como a que tiene Chile.
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La última dictadura argentina es considerada como una de las más violentas de América del Sur. Foto: Reproducción.
ADITAL – Y en los últimos años, con el gobierno de Cristina Fernández, ¿cuál fue el trato delante de esa cuestión?
RPV – Te digo: en el año 1990, ante las presiones que venía recibiendo ese primer gobierno democrático de Raúl Alfonsín, entrega antes el poder por lo que se sentía muy presionado por los militares y en elecciones armadas a la ligera surge el presidente Carlo Menem. Carlo Menem, haciendo uso de la facultad que le da la Constitución Nacional, como presidente de la nación, como comandante y jefe de las Fuerzas Armadas, dicta una amnistía a todos los militares que habían sido juzgados hasta entonces. Deja en vigencia las dos leyes, la de Obediencia de Vida e la del Punto Final. Existe toda una presión social con mucho contenido en cuanto a los derechos humanos, motorizados todo por los organismos de derechos humanos.
Así llevan esa política de derechos humanos llega a que el gobierno del presidente Menem, que llevaba adelante una política bien de amistad con el imperialismo, con el Fondo Monetario Internacional, porque aplica el proyecto neoliberal en Argentina. Todo lo que no habían logrado hacer los militares, siendo gobierno de facto, lo hace él, con un gobierno democrático.
ADITAL – La superación de la dictadura militar en Sudamérica en final de los años 1980 fue interés de los Estados Unidos, para empezar una nueva fase neoliberal, una vez que el comunismo y el socialismo ya estaban reprimidos.
RPV – Sí, pero en Argentina era algo muy particular. No hay que olvidar que Argentina fue un país donde el acceso a la cultura siempre estuvo presente. El hecho de que luego de la Segunda Guerra Mundial, muchos inmigrantes se acercaron a Argentina en busca de trabajo. Venían obreros, profesionales, tipógrafos, zapateros, de la industria frigorífica, de la industria metalúrgica…
Y pronto eses obreros llegaran ahí, como inmigrantes consiguieron trabajo, se organizaron y formaron organizaciones como anarquistas, como comunistas, llegaron a formar asociaciones gremiales de primero, segundo, tercer nivel (digamos sindicato, asociación y federación). Es algo muy distinto a cualquier oro país de América Latina, incluso era sorprendente para un sindicalista alemán, un sindicalista italiano ver que en Argentina un delegado de una parte de esa empresa él podía parar la industria.
Era un grado de conciencia extraordinario que no lo tenía otro pueblo. Y eso le hizo difícil, por eso la cantidad de detenidos, de desaparecidos, que son 30 mil. De ese 30 mil un tercio son obreros de fábrica y otro tanto son estudiantes. Y hay familias enteras. Hay familias que tienen desaparecidas hasta quince personas.
Pero no lograron destruir con todo eso. Por eso nosotros vimos que también en la década de 1990 hubo intentos del imperialismo de continuar con esa aplicación política neoliberal y de contrainsurgencia. Pero, en Argentina, había un estado de movilización permanente que hacía imposible esa aplicación. Y así fue que en el año 2003 asume el presidente Néstor Kirchner con un proyecto de inclusión social bien anti neoliberal, dándole mucha participación a la política de derechos humanos. Nosotros veníamos desde los organismos de derechos humanos presionando a los gobiernos que se venían sucediendo para que tomaran como política de Estado a política de derechos humanos, pero no lo lográbamos.
Hasta el año 2003, que llega el presidente Kirchner, él en el mismo acto que deroga las leyes de Obediencia de Vida e de Punto Final, también deroga los contenidos del indulto que había decretado el presidente Carlos Menem. Pero además pide perdón a la sociedad argentina como presidente de la nación por los hechos de la dictadura militar, por los crímenes que había cometido la dictadura militar. Algo que debería haber sido tomado por otras instituciones que también son parte del Estado, como la Iglesia Católica argentina y hasta hoy no ha pedido perdón.
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30 mil personas fueron desaparecidas por la represión militar en el país. Foto: Reproducción.
ADITAL – ¿Eso se manifestaba también en la valoración de la economía nacional?
RPV – La política se fija en objetivos, el en gobierno del presidente Néstor Kirchner. Los objetivos eran restarle poder a los militares, para que nunca más se diera un golpe militar en Argentina; restarle poder al poder económico del Fondo Monetario Internacional, que nos fijaba siempre reglas de cómo nos debíamos manejar, los argentinos, en la economía; y restarle poder también a los medios de comunicación masiva concentrados y que tenían, digamos, en Argentina, bajo su poder. Y así fue.
Las Abuelas de Plaza de Mayo, viendo que las leyes de Obediencia de Vida y de Punto Final habían logrado poner en libertad a los militares que habían sido condenados por los delitos cometidos toman los planteos que hace el juez Baltasar Garzón, de España, al llevar adelante condenas y de militares no en presencia de ellos, pero sí como un país, digamos, que tenía tratado firmado con Argentina, que, ante los delitos cometidos por las dictaduras militares, esos delitos tomaban un concepto que hasta el momento no habían sido, que eran delitos de lesa humanidad, los delitos cometidos contra la humanidad.
Por lo tanto, imprescriptibles y que podían ser juzgados sus ejecutores en cualquier parte del planeta, parte del paneta que tuviese acuerdos desde las Naciones Unidas y acuerdos firmados que hicieran posible esa aplicación. Entonces ahí que las Abuelas de Plaza de Mayo toman lo que hasta ahora no había sido puesto en ejecución, que es el secuestro de los hijos de los detenidos desaparecidos. Había madres que parían en un centro clandestino y, al momento de parir, era secuestrado su hijo y a ella la mataban. Hubo 600 crianzas desaparecidas en Argentina. Digo “había” porque hasta el momento llevamos recuperar en Argentina 155 hijos. Ya son padres, ya tienen hijos. Faltan 350 [450].
ADITAL – Respecto a aquel número de 30 mil personas desaparecidas, ¿es un número antiguo o hasta hoy 30 mil siguen con el paradero desconocido?
RPV – La política de arrojar al mar a los detenidos desaparecidos eso hace posible encontrar sus restos porque al principio los arrojaban en el mar con vida y eso hacía con que sus pulmones no se llenaran de agua y flotaban y aparecían en las costas. Muchos de ellos aparecieron en las costas uruguayas. Las Madres de Plaza de Mayo que secuestraron en el año 1978, en la Iglesia Santa Cruz, en Buenos Aires.
Entonces, lo que hacían después: los subían en los aviones, les colocaban unas inyecciones, pero en el momento de arrojarlos les cometían un tajo, digamos, para que sangraran y en el momento de llegar en agua, la sangre atrajera los tiburones y, bueno, se los exterminaban.
Era casi imposible encuentrar sus restos. Hubo gente que murió en las cárceles, hubo gente que murió en los centros clandestinos de detención y hubo gente que fusilaron porque ese día no llevaba documento y se formaron fuerzas comunes y eso es lo que se está descubriendo, porque las Abuelas de Plaza de Mayo, al tomar esto de secuestros de crianzas, pudieron ante las Naciones Unidas y ante da Organización de Estados Americanos instalar un nuevo concepto de delito de lesa humanidad, y eso hizo posible que se recomenzara aquella propuesta inicial de llevar a juicio a todos los militares que habían cometido esos delitos.
O sea, que muchos de los que habían sido condenados, que estaban en prisión y que habían sido dejados en libertad por esas dos leyes y por el indulto, volvían nuevamente a ser juzgados, pero por esto. En Argentina tenemos 577 militares presos, muchos de ellos están muriendo ya en la cárcel, ya sea por su edad o por la enfermedad que tiene, y están en proceso de ir a prisión. O sea, en Argentina, la política de memoria, verdad e identidad se aplica justicia.
ADITAL – Hoy día la ley argentina permite que se haga el juicio de los militares antes que aquella fecha, en la década de 1980.
RPV – Sí, (…) pero sigue siendo una política de Estado de restarle de poder a las Fuerzas Armadas. (…) Las Fuerzas Armadas a servicio de la nación y no para reprimir las protestas, porque la presidenta de la nación dijo también que en Argentina nunca más un prisionero político por defender sus ideas. En Argentina nunca más se va a condenar a una persona por sus ideas.
Eso se lleva adelante. La política de derechos humanos en Argentina es un ejemplo para el mundo. En los centros clandestinos de detención, donde se torturaba, donde se mataba, donde se exterminaba personas — que acá también ustedes os tienen —, en todos los centros hubo más de 600 centros clandestinos; son recuperados y no se paga indemnización para recuperar, porque también había casas, cascos de estancias, hacienda (…). No, allá se colocan tres pilares que uno dice memoria, el otro verdad, justicia y se apropia eso el Estado. Y eso es un centro de la memoria.
Se trasforma en el centro de la memoria. Tienen cultura, tienen política, se transmitía a la gente que antes ni siquiera sabía que eso pasaba ahí (…). En Argentina cualquier cuartel que era un centro se lo expropia los militares van al otro lado. En Argentina, a política de derechos humanos tiene una proyección. ¿Por qué? Porque la política de derechos humanos hoy trata la historia reciente de Argentina. Y la historia reciente ¿cuál es? Los 30 mil desaparecidos.
Pero la política de derechos humanos para el futuro, para los que hoy tienen 15 años, 14 años, 16 años, que en Argentina pueden votar, elegir — de los 16 hasta los 18 nos es obligatorio, pero sí después de los 18. La política de los derechos humanos tiene mucho que ver con aquello que en el sistema capitalista, en su Constitución Nacional, les fija a los Estados y a los gobiernos y dice que a los gobiernos les deben garantizar a sus ciudadanos los derechos a la vida, a la salud, al trabajo, a la vivienda y a la educación.
Todo eso son derechos humanos también, pero también es un derecho humano la defensa de los recursos naturales. A nosotros se nos avecina ahora, además que vivimos en el Cono Sur, el problema que va a ser el agua. Va a ser un problema que va a llevar enfrentamientos también. No por nada los ingleses se instalaron en Malvinas. Porque son parte del proyecto del [Tratado de] Ottawa y del Atlántico Sur. Porque ellos ya están en los barcos llevando agua para Europa, para sus países. ¡Claro! Y agua dulce, que la tenemos en Argentina, la tenemos en Brasil, en Bolivia. Esa es la política de derechos humanos, que tiene proyección hacia el futuro.
Y nosotros, al hacer una política de Estado, todas las personas tienen acceso a esa política, porque el Estado imprime en folletos, en libros, en diarios, en radios comunitarias, en televisión comunitaria, lleva adelante esa política de derechos humanos. O sea, que todo el mundo está informado en Argentina lo que es la actividad de derechos humanos.
ADITAL – ¿Cuáles son los principales temas de derechos humanos hoy día en Argentina?
RPV – Hoy día, en Argentina, en la política de derechos humanos es encarcelar a todos aquellos militares, fuerzas de seguridad y civiles, tanto eclesiásticos como de la parte industrial, que fueron colaboradores de la dictadura militar, llevarlos a juicios con tribunales federales y a prisión en una cárcel común. Y eso es lo que se está haciendo ya. Hay militares, hay curas, hay obispos, hay empresarios que fueron colaboradores con la dictadura militar. Ese es el objetivo número uno: restarles poder. Porque se sacó un libro en Argentina que se llama “Nunca más”, donde dice “nunca más una dictadura militar en Argentina”. Y la única forma de que ello no suceda es restándole poder a esos tres: el poder militar, el poder económico y el poder de los medios de información.
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El Lema “Nunca Más”, mueve a la población y al Estado argentino a adoptar políticas que previenen golpes de Estado. Foto: Reproducción.
ADITAL – Actualmente, vivimos en Brasil un momento en que la elite conservadora de derecha pide el regreso de los militares a lo poder, con la salida de la presidente de la República Dilma Rousseff, en un movimiento que se asemeja a un golpe de Estado. ¿Qué piensas acerca de eso?
RPV – Bueno, esto es una política que no me correspondería hablar a mí. Yo soy un empleado del Ministerio de Justicia de la nación y no tengo que intervenir en manifestaciones verbales contra la política de otro país. Eso lo dejo para que ustedes hagan una lectura de lo que Argentina hace en el gobierno nacional y les resta poder a los tres poderes, que siempre se unen para dar golpes militares (…). Hagan un repaso de eso y fíjense. Nosotros acá [Argentina] tenemos 577 militares presos. Fíjense se ustedes tienen algo de eso acá [Brasil].
(…)
ADITAL – ¿Cómo evalúa la relación de Argentina con otros gobiernos considerados progresistas en América del Sur, como Bolivia y Ecuador? Brasil también es considerado, pero está en un momento un poco más lejos de esa orientación.
RPV – Yo creo que [Brasil] perdió en tren de la vida que tuvieron en ese momento. Cuando tuvieron el 80% de aceptación, no fueron capaces de llevar adelante esta política de Argentina. Por eso no hay un militar preso. (…) Bolivia y Ecuador, nosotros estamos colaborando mucho. Recuerda que son países productores de droga, pero no de estiramiento. Y que la coca en Bolivia es utilizada para medicina. Para producir cocaína necesitas de muchos quilogramos de coca para hacer un gramo de cocaína. Nosotros tenemos buenas relaciones y, además, colaboramos, en este momento, con el gobierno de Rafael Correa, con todo lo que es actividad social.
Un ejemplo: en cuanto a la cuestión de cinemateca. El INCAA (Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales), de Argentina, está colaborando, en este momento, con Ecuador. Y de una película que tenían por año ellos, ahora tienen 26 películas. En Argentina se produce cine. En Argentina el cine nacional llevado adelante por el Estado, pero también está el cine de derechos humanos, que lleva hoy el Instituto Multimedia [Instituto Multimedia DerHumALC (IMD)], una ONG. Y que lleva adelante proyecciones de derechos humanos y otras. (…)
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Movimientos Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo trabajan activamente por la conquista de políticas públicas que recuperen la memoria y apliquen justicia a los involucrados en la dictadura. Foto: Reproducción.
ADITAL – Papa Francisco es considerado importante para el diálogo entre diversos países, incluso entre países de América del Sur. ¿Cuál es su evaluación respecto a lo liderazgo de Jorge Bergoglio?
RPV – Yo tengo una opinión. La Iglesia Católica Apostólica Romana necesitaba un papa negro. Bergoglio es ese papa negro. Pero no de piel, sino que la Iglesia Católica Apostólica Romana necesitaba rescatar, recuperar en conciencia y en participación a todo ese catolicismo, porque los países de América Latina son católicos por descendencia y se estaba perdiendo con la política de los Estados Unidos, que lleva a través de las Iglesias Evangélicas. (…)
Él fue electo porque la Iglesia Católica Romana necesitaba el papa negro. Un papa negro que recuperara todo eso que se hubiera tapado con la política que llevaba adelante Roma desde el Vaticano. Porque se habían transformado en otro imperialismo más, porque manejaban a economía del mundo por lo poderoso que era.
Francisco dice que el grado de concentración monopólica que ha llegado en capitalismo (no habla de imperialismo) se ha tornado el eje, cruel. Y eso es lo mismo que la izquierda de marxismo leninismo decimos nosotros, el imperialismo es la última etapa del capitalismo. ¿Por qué? Porque es tanta la necesidad, tanta la avaricia, que se va concentrando cada vez en menos, menos y menos manos, incluso absorbiendo a sus socios menores, y se torna cruel, claro.
Pero, hay algo. La vez pasada, yo seguí este último viaje de Francisco por Bolivia, Ecuador y Paraguay y, cuando estaba en Bolivia, yo lo veía por la televisión, porque el canal de Venezuela, el TeleSur, lo pasaban directo en Argentina. (…) Él habló de solidaridad, y habló como un principio de la Iglesia. Pero la Iglesia no hace solidaridad. La solidaridad es un principio de la humanidad. Es un principio que le determina la consciencia al ser humano. Es una práctica social. En cambio, la Iglesia no aplica solidaridad, porque la Iglesia vive de un diezmo, es muy fuerte, poderosa económicamente. Hace caridad, pero no hace solidaridad. Entonces, no confundamos. Claro, yo no voy a salir a viva voz a decirlo, porque no voy a estar en contra. Pero, ojo, no es lo mismo caridad de solidaridad. (…)
ADITAL – ¿El actual contexto de la política y economía internacional, de la religión hegemónica, estaría preparado para mantener Papa Francisco en el liderazgo de la Iglesia Católica?
RPV – Él siempre dice: “recen por mí”. Y lo dice porque está en este temor de que algo le pueda suceder. No creo que esté en la concepción de la Iglesia Católica Romana, pero sí en la concepción de Francisco. Porque Francisco ha sido parte de un movimiento muy numeroso y poderoso en Argentina, que fue el peronismo. Y él es peronista (pero yo no soy peronista). Y es probable que él tenga metas fijadas en este rescate de espiritualidad de la humanidad.
ADITAL – Espiritualidad liberadora?
RPV – Yo tuve activa participación con compañeros que practicaron la teología de la liberación nacional, que eran curas guerrilleros, y te puedo decir que pensábamos igual, con algunas disidencias en cuanto a la lucha armada. Pero que también eran guerrilleros, también defendían su vida, a veces, con un arma. Muchos de ellos fueron muertos, están desaparecidos algunos. (…)
Bergoglio era militante de ese movimiento [peronismo]. Debe de tener en su pensamiento algo de liberación. Pero la Iglesia Católica Apostólica Romana todavía no le pidió perdón al pueblo. Espero que Francisco, una vez que resorba los problemas internos, que son muy fuertes. (…) Va a ser de dentro del Vaticano, porque el Vaticano está muy rabioso con esto de dejar tanta opulencia, tanta suntuosidad, tanto oro. No, no. ¿Porque ellos no se dirigen a quién no tiene nada? ¿Qué le va a decir a uno que no tiene nada cuando vuestra habitación está llena de oro? Él está llevando una política en contra de eso, porque desde ahí se cometieron muchos crímenes. Y hay que corregir todo eso. (…)


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