En
el vídeo, que muestra el aterrizaje de un avión de combate ruso Su-25
se puede ver un sistema que recuerda fuertemente al Krassouja-4, que
permite interferir las señales de radar de los aviones enemigos y crear
una burbuja electrónica impermeable a las señales del GPS y a los
equipos de detección adversarios.
Una vez desplegado, este sistema impide también a los misiles de crucero y las bombas guiadas por GPS funcionar.
Según sus creadores, esta zona puede extenderse desde los 150 a los 300 kms. El sistema de interferencias puede ser empleado especialmente contra los drones de reconocimiento más avanzados. Estos últimos pueden ser interceptados o estrellarse tras perder la comunicación con sus operadores.
Este despliegue electrónico viene a sumarse al despliegue de misiles antiaéreos S-300 en el cruecero Moskva, situado en la costa de Latakia, que permitirán proteger el espacio aéreo de gran parte de Siria.
Una vez desplegado, este sistema impide también a los misiles de crucero y las bombas guiadas por GPS funcionar.
Según sus creadores, esta zona puede extenderse desde los 150 a los 300 kms. El sistema de interferencias puede ser empleado especialmente contra los drones de reconocimiento más avanzados. Estos últimos pueden ser interceptados o estrellarse tras perder la comunicación con sus operadores.
Este despliegue electrónico viene a sumarse al despliegue de misiles antiaéreos S-300 en el cruecero Moskva, situado en la costa de Latakia, que permitirán proteger el espacio aéreo de gran parte de Siria.
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