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PSOE y Ciudadanos firman un pacto con doscientas medidas para dar el 'sí' a la investidura de Sánchez - RTVE.es
M. CARMEN CRUZ
El PSOE y Ciudadanos han firmado este miércoles el acuerdo para un "gobierno reformista y de progreso" que
supondría que la formación naranja votará a favor de la investidura de
Pedro Sánchez la próxima semana. Este acuerdo se ha alcanzado después de
que sus respectivas ejecutivas hayan ratificado este mismo miércoles
el preacuerdo que alcanzaron este martes los equipos negociadores de ambos partidos.
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, han sido los protagonistas de la firma del documento en la sala Constitucional del Congreso, una de las más solemnes y que está presidida por los retratos de los siete "padres" de la Carta Magna.
El acto de rúbrica ha contado con la presencia también de los equipos negociadores de PSOE y Ciudadanos, encabezados por sus respectivos portavoces, Antonio Hernando y Juan Carlos Girauta, a los que ambos líderes les han agradecido su trabajo durante estas semanas.
Según han explicado tanto Sánchez como Rivera, el extenso documento del acuerdo recoge
"más de 200 medidas", entre las que destaca la derogación de la reforma
laboral del PP y de la LOMCE, una reforma de la Constitución, una
reforma fiscal y laboral, una defensa cerrada de la unidad de España y un rechazo frontal a la consulta soberanista en Cataluña.
El pacto no dice nada acerca de si Ciudadanos entraría o no en el Gobierno del PSOE, y es que Sánchez y Rivera han explicado que no han hablado de "sillones", sino solo las "reformas que necesita España".
El presidente de Ciudadanos ha reconocido, como ya avanzara hace unos días, que no descartaría entrar en el Ejecutivo socialista, pero que en estos momentos no es su "prioridad" porque lo importante es conseguir los apoyos suficientes para sacar adelante las reformas.
Precisamente por esta falta de votos a favor, en la rueda de prensa posterior a la firma, tanto Sánchez como Rivera han hecho un llamamiento a otros partidos para que se sumen al pacto para un "gobierno de cambio". Ambos han resaltado que es un momento "histórico" y "abierto" en el que es necesario pensar "en el interés general y no en los intereses partidistas".
El líder socialista ha vuelto a insistir en la necesidad de "mirar a izquierda y a derecha" y ha asegurado que este pacto no excluye a nadie, ni siquiera a Podemos. "No solo es un acuerdo de investidura, sino un acuerdo de reformas que necesita este país. Es un acuerdo abierto, que no excluye a nadie y que tiende la mano a izquierda y derecha para que España tenga ya gobierno", ha afirmado rotundo Sánchez.
Además, el secretario general del PSOE ha retado a la formación de Pablo Iglesias a que le especifique en qué parte "no es de izquierda" lo que se plantea en el acuerdo de gobierno con Ciudadanos. "Si hay quien considera que no es un acuerdo de izquierdas, que lo lean y me digan dónde no es de izquierdas", ha resaltado.
Por su parte, Rivera ha mantenido su apuesta por incluir en el acuerdo al PP y ha reconocido que les hará llegar el documento y les explicará "lo que une a los constitucionalistas" porque comparten "muchas cosas".
"Esto no lo podemos hacer solos. Tenemos que hacerlo con más partidos. Desde aquí pido un esfuerzo con la misma valentía y generosidad. Se lo pido a los demás partidos que defienden una España constitucional, unida y que defienden también una etapa de solvencia para nuestro país", ha subrayado Rivera.
Entre las principales medidas que incluye el pacto, Sánchez ha resaltado en su comparecencia la derogación de varias de las leyes más polémicas que impulsó el PP en la pasada legislatura, como la reforma laboral, la ley de Seguridad Ciudadana -más conocida como la ley mordaza-, la prisión permanente revisable o la LOMCE.
Aunque verbalmente Sánchez ha dicho en dos ocasiones durante la rueda de prensa que derogará la reforma laboral, en el documento que han firmado no aparece explícitamente tal derogación. Si incluye, en cambio, algunas modificaciones en materia laboral que podrían dejar sin efecto gran parte de las reformas aprobadas por el PP.
En temas de contratación, Ciudadanos renuncia a su contrato único y en cambio se establecen tres tipos: el indefinido, el de formación y un tercero al que han llamado "estable progesivo", tal y como ha explicado Sánchez.
Para los autónomos, también se han acordado varias medidas. De hecho, Rivera ha destacado que por primera vez los autónomos "protagonizan un acuerdo de Gobierno".
Sánchez ha hecho guiños a las formaciones de izquierda y ha anunciado que se pondrá en marcha un ingreso mínimo vital, que "se subirá el salario mínimo interprofesional" y se pondrán en marcha "medidas para acabar con los desahucios".
En cuanto a medidas sociales, el líder socialista ha asegurado que se extenderá la universalidad de la sanidad, que se eliminarán los copagos farmacéuticos en el caso de pensionistas y dependientes, y se ampliarán los permisos de maternidad y paternidad.
Tanto Sánchez como Rivera han resaltado en sus respectivas ruedas de prensa que se derogará la LOMCE y se pondrá en marcha un gran pacto nacional de educación.
Esta medida queda fijada en el último punto del documento y que está dedicado a las propuestas para reformar la Constitución con el fin de "asegurar eficazmente los derechos sociales y completar el funcionamiento federal de la organización territorial de nuestro Estado".
También se comprometen a "la defensa del orden constitucional", aunque promoviendo una reforma de la Carta Magna que mantendría "los principios e instituciones esenciales de la misma".
La reforma exprés de la Constitución era una de las condiciones que estableció Ciudadanos. Dicha reforma incluiría suprimir las diputaciones provinciales y los aforamientos de diputados y senadores; reducir el número de integrantes del pleno del CGPJ; limitar a ocho años el mandato de los presidentes del Gobierno y reducir a 250.000 firmas el mínimo para presentar una iniciativa legislativa popular en el Congreso, entre otras.
De igual manera, también se comprometen a "cesar a los altos cargos y pedir el acta a los cargos electos" que pasen a ser investigados en algún caso de corrupción. Asimismo prohibirán "indultos a los que estén condenados por corrupción".
Respecto a las puertas giratorias, quieren fijar un periodo de incompatibilidad de cinco años para altos cargos que pretendan incorporarse a empresas, a fundaciones o entidades dependientes de ellas, de un sector sobre el que no tenían experiencia profesional previa o sobre el que hayan tenido responsabilidades de regulación o gestión.
También en el pacto se han fijado medidas en relación a los propios partidos. Sánchez ha explicado que "se impulsarán por ley las primarias en las formaciones políticas" para elegir a sus candidatos a la Presidencia del Gobierno, comunidades autónomas o ayuntamientos, y se vinculará la financiación "no solo a los resultados electorales", sino que también se tendrá en cuenta "los grados de democracia interna".
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, han sido los protagonistas de la firma del documento en la sala Constitucional del Congreso, una de las más solemnes y que está presidida por los retratos de los siete "padres" de la Carta Magna.
El acto de rúbrica ha contado con la presencia también de los equipos negociadores de PSOE y Ciudadanos, encabezados por sus respectivos portavoces, Antonio Hernando y Juan Carlos Girauta, a los que ambos líderes les han agradecido su trabajo durante estas semanas.
El pacto no dice nada acerca de si Ciudadanos entraría o no en el Gobierno del PSOE, y es que Sánchez y Rivera han explicado que no han hablado de "sillones", sino solo las "reformas que necesita España".
El presidente de Ciudadanos ha reconocido, como ya avanzara hace unos días, que no descartaría entrar en el Ejecutivo socialista, pero que en estos momentos no es su "prioridad" porque lo importante es conseguir los apoyos suficientes para sacar adelante las reformas.
Un pacto que no garantiza la investidura de Sánchez
Sin embargo, el pacto entre PSOE y Ciudadanos no garantiza la investidura de Pedro Sánchez la próxima semana, ya que no tienen escaños suficientes, por lo que necesita el apoyo o, al menos, la abstención de otros partidos.Precisamente por esta falta de votos a favor, en la rueda de prensa posterior a la firma, tanto Sánchez como Rivera han hecho un llamamiento a otros partidos para que se sumen al pacto para un "gobierno de cambio". Ambos han resaltado que es un momento "histórico" y "abierto" en el que es necesario pensar "en el interés general y no en los intereses partidistas".
El líder socialista ha vuelto a insistir en la necesidad de "mirar a izquierda y a derecha" y ha asegurado que este pacto no excluye a nadie, ni siquiera a Podemos. "No solo es un acuerdo de investidura, sino un acuerdo de reformas que necesita este país. Es un acuerdo abierto, que no excluye a nadie y que tiende la mano a izquierda y derecha para que España tenga ya gobierno", ha afirmado rotundo Sánchez.
Además, el secretario general del PSOE ha retado a la formación de Pablo Iglesias a que le especifique en qué parte "no es de izquierda" lo que se plantea en el acuerdo de gobierno con Ciudadanos. "Si hay quien considera que no es un acuerdo de izquierdas, que lo lean y me digan dónde no es de izquierdas", ha resaltado.
Por su parte, Rivera ha mantenido su apuesta por incluir en el acuerdo al PP y ha reconocido que les hará llegar el documento y les explicará "lo que une a los constitucionalistas" porque comparten "muchas cosas".
"Esto no lo podemos hacer solos. Tenemos que hacerlo con más partidos. Desde aquí pido un esfuerzo con la misma valentía y generosidad. Se lo pido a los demás partidos que defienden una España constitucional, unida y que defienden también una etapa de solvencia para nuestro país", ha subrayado Rivera.
Derogar las reformas del PP
Para llegar al acuerdo ambas formaciones han tenido que "ceder" porque lo que se persigue, según Sánchez, es "el bien común". "Los dos hemos cedido para que ganen los españoles. En el acuerdo hay cosas del progama electoral de Ciudadanos y de PSOE. Refleja el mandato que salió de las elecciones generales del 20 de diciembre", ha asegurado el líder socialista.Entre las principales medidas que incluye el pacto, Sánchez ha resaltado en su comparecencia la derogación de varias de las leyes más polémicas que impulsó el PP en la pasada legislatura, como la reforma laboral, la ley de Seguridad Ciudadana -más conocida como la ley mordaza-, la prisión permanente revisable o la LOMCE.
Aunque verbalmente Sánchez ha dicho en dos ocasiones durante la rueda de prensa que derogará la reforma laboral, en el documento que han firmado no aparece explícitamente tal derogación. Si incluye, en cambio, algunas modificaciones en materia laboral que podrían dejar sin efecto gran parte de las reformas aprobadas por el PP.
En temas de contratación, Ciudadanos renuncia a su contrato único y en cambio se establecen tres tipos: el indefinido, el de formación y un tercero al que han llamado "estable progesivo", tal y como ha explicado Sánchez.
Para los autónomos, también se han acordado varias medidas. De hecho, Rivera ha destacado que por primera vez los autónomos "protagonizan un acuerdo de Gobierno".
Sánchez ha hecho guiños a las formaciones de izquierda y ha anunciado que se pondrá en marcha un ingreso mínimo vital, que "se subirá el salario mínimo interprofesional" y se pondrán en marcha "medidas para acabar con los desahucios".
En cuanto a medidas sociales, el líder socialista ha asegurado que se extenderá la universalidad de la sanidad, que se eliminarán los copagos farmacéuticos en el caso de pensionistas y dependientes, y se ampliarán los permisos de maternidad y paternidad.
Tanto Sánchez como Rivera han resaltado en sus respectivas ruedas de prensa que se derogará la LOMCE y se pondrá en marcha un gran pacto nacional de educación.
Se oponen a un referéndum de autodeterminación
Por otro lado, otro de los puntos fundamentales que se defienden en el acuerdo es la oposición a un referéndum de autodeterminación. En este sentido, ambas formaciones "se comprometen oponerse a todo intento de convocar un referéndum con el objetivo de impulsar la autodeterminación de cualquier territorio de España".Esta medida queda fijada en el último punto del documento y que está dedicado a las propuestas para reformar la Constitución con el fin de "asegurar eficazmente los derechos sociales y completar el funcionamiento federal de la organización territorial de nuestro Estado".
También se comprometen a "la defensa del orden constitucional", aunque promoviendo una reforma de la Carta Magna que mantendría "los principios e instituciones esenciales de la misma".
La reforma exprés de la Constitución era una de las condiciones que estableció Ciudadanos. Dicha reforma incluiría suprimir las diputaciones provinciales y los aforamientos de diputados y senadores; reducir el número de integrantes del pleno del CGPJ; limitar a ocho años el mandato de los presidentes del Gobierno y reducir a 250.000 firmas el mínimo para presentar una iniciativa legislativa popular en el Congreso, entre otras.
Regeneración democrática
Las medidas contra la corrupción y de regeneración democrática también aparecen incluidas en el acuerdo. Ambos partidos se han comprometido a no incorporar en sus listas electorales a personas investigadas -la figura que sustituye al término imputado- por delitos de corrupción ni a nombrarles altos cargos.De igual manera, también se comprometen a "cesar a los altos cargos y pedir el acta a los cargos electos" que pasen a ser investigados en algún caso de corrupción. Asimismo prohibirán "indultos a los que estén condenados por corrupción".
Respecto a las puertas giratorias, quieren fijar un periodo de incompatibilidad de cinco años para altos cargos que pretendan incorporarse a empresas, a fundaciones o entidades dependientes de ellas, de un sector sobre el que no tenían experiencia profesional previa o sobre el que hayan tenido responsabilidades de regulación o gestión.
También en el pacto se han fijado medidas en relación a los propios partidos. Sánchez ha explicado que "se impulsarán por ley las primarias en las formaciones políticas" para elegir a sus candidatos a la Presidencia del Gobierno, comunidades autónomas o ayuntamientos, y se vinculará la financiación "no solo a los resultados electorales", sino que también se tendrá en cuenta "los grados de democracia interna".
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