Elecciones y democracia enlodadas
Que
los comicios del 5 de junio próximo serán una de las etapas más turbias
y patéticas de la democracia que actualmente se presume en México,
nadie lo duda. El mismo Enrique Peña Nieto ha dicho que en las campañas
políticas hay “mucho lodo y basura” de todos los partidos (La Jornada, 23 de mayo). Y una prueba más de ello son las declaraciones de José Murat en contra de Joaquín López Dóriga (Proceso,
23 de mayo), lo que mostró el cabroñol en todo su esplendor, ya que
éste tuvo el atrevimiento de entrevistar al hijo de Pepe nacido en el DF
y que juega para la gubernatura de Oaxaca y plantearle las diferencias
de su padre con Ulises Ruiz.
José,
quien ha mentido sistemáticamente en su vida política, ya que ha dicho
que fue dirigente del 68 e hizo creer a Luis Echeverría que manejaba a
los partidos de izquierda, se lanza con furia contra varios periodistas,
entre ellos, Carmen Aristegui, y señala que Eduardo Ruiz Healy si es de
fiar, lo que deja mal parado a ese informador. A la vez derrumba la
fantasía de su hijo Alejandro, forjado en el regazo de Peña Nieto, de
que José Murat Casab- que cambiaba el apellido materno por Casas-, de
que su progenitor no se metería en los asuntos oaxaqueños.
Pero
no debemos olvidar, asimismo, lo ocurrido en Tamaulipas, donde hay
denuncias múltiples de que el narco está involucrado en todo, por eso
Manlio Fabio Beltrones, que se truena los dedos porque no logrará
obtener nueve triunfos de doce gubernaturas- varias encuestas así lo
apuntan a ocho días de concluir las campañas- incluso separó que no
expulsó a tres abanderados priistas de esa entidad.
Y
la guerra de bajezas, también se ha visto en Veracruz entre los primos
Yunes, Miguel Ángel y Fernando, que se han lanzado dardos de todos
calibres, mientras el imperturbable gobernador, Javier Duarte, suma
cadáveres, es acusado de desviar 35 mil millones de pesos (El País, 24 de mayo) y hasta se difunden imágenes de una niña amarrada en un pupitre en dicho estado (El Universal,
23 de mayo), algo que uno pensaría no tiene nada que ver con la
situación política, aunque habla del clima de ingobernabilidad y
prepotencia en dicha entidad.
Pero
hasta en esta contaminadísima megalópolis- ya se produjo el quinto doble
hoy no circula- la situación es caótica. Tanto que únicamente se espera
que el 20 por ciento de los electores acudan a las urnas para elegir a
quienes harán la nueva constitución. Y diez independientes fueron
incluidos a destiempo por el Tribunal Electoral del Poder Judicial
(TEPJF), revocando lo que hizo el errático Instituto Nacional Electoral
(INE); por lo tanto su exposición ante la ciudadanía será casi nula; más
bien testimonial.
Según la encuesta del periódico El Financiero
(23 de mayo),lo que se espera es que en la Ciudad de México Morena se
llevará el 34 por ciento de la votación; el PRD, el 19 por ciento; PAN y
PRI 12 por ciento cada uno y los independientes 10 por ciento.
Ello
ha traído como resultado que Jesús Ortega- quien acusó turbiamente a
Sanjuana Martínez de delitos contra “el honor” -, haya interpuesto una
denuncia en la Fepade en contra de Andrés Manuel López Obrador y Ariadna
Montiel, supuestamente por utilizar el listado del INE para hacer
propaganda en los domicilios de los votantes. Algo que muestra la
desesperación de los llamados Chuchos.
Y
es que en Zacatecas, por ejemplo, decenas de miembros del sol azteca
están cambiando a Morena y apoyando a David Monreal. En Chihuahua, los
llamados Galileos del PRD, encabezados por Guadalupe Acosta Naranjo y
Fernando Belauzarán, se sumaron a la campaña de Javier Corral, del PAN, y
no votarán por el abanderado de su organización. Y en otros estados el
PRD va debajo de Morena, no obstante que cuenta con buenos candidatos,
por ejemplo Roxana Luna en Puebla. En fin, un desastre que no se
evitará.
En las gubernaturas, el PRI
tendrá seguramente una votación general menor del 30 por ciento, que
fue lo logrado en los estados donde hubo elecciones en 2012 y se repiten
en 2016. Lo que mostrará, sin duda, que no obstante las cantidades de
dinero invertido, los múltiples regalos que distribuyeron y las diversas
coacciones por parte de sindicatos, organismos políticos y hasta
algunos grupos empresariales la cosa está color de hormiga. Tanto que
únicamente, hasta el momento, el PRI tiene en la bolsa Sinaloa- con
apoyo de un gobernador que no fue electo por el tricolor-, Hidalgo y tal
vez Chihuahua, si no hay alianza entre Corral y el empresario José Luis
Barraza, mejor conocido por El Chacho. En todo lo demás hay incertidumbre o cifras negras.
Peña Nieto dijo en entrevista con La Jornada
(23 de mayo): descarto, de antemano, ubicar en los resultados del
próximo 5 de junio una proyección para los comicios del 2018. Quizá
tenga razón, ya que el hombre de Los Pinos que no entiende lo que pasó
en Iguala, por qué hay mal humor si “Todos los indicadores hablan de que
estamos avanzando” (sic que ve un precipicio enfrente), no había sido
informado, tal vez, que en 2017 habrá menos presupuesto (Excélsior, 24 de mayo) y, lógicamente, más conflictos.
Contacta al autor: @jamelendez44
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