UNA NOTICIA IRRELEVANTE QUE DESVELA UNA PODEROSA TÉCNICA DE MANIPULACIÓN
Hace
pocos días encontrábamos una de esas pequeñas noticias absurdas, que
nos tragamos inadvertidamente, pero que tan claramente reflejan el
estado de hipnosis general de la población.
Y en este
caso, además, revelan un método de manipulación social sencillo y
tremendamente efectivo, cuyas consecuencias acaban siendo devastadoras.
Antes
de entrar a analizar en qué consisten estos mecanismos de manipulación,
veamos la noticia que encontrábamos en la web de RT, donde se hacían
eco a su vez, de una noticia publicada en The Telegraph…
La sorpresa ‘no apta para menores’ que un niño de 6 años encontró en su huevo Kinder
Un
niño de 6 años de la localidad de Limavady, en Irlanda del Norte, se
quedó perplejo cuando dentro de su huevo de chocolate Kinder encontró
una pequeña bolsa sellada que contenía polvo de aspecto cristalino,
informa ‘The Telegraph’.
Tras entregarle la misteriosa sustancia a su padre, que se la pasó a la Policía, se determinó que se trataba de metanfetamina. “Este
incidente supone una gran preocupación para todos nosotros. La lucha
contra el uso y suministro de drogas ilegales es una prioridad y la
posibilidad de que algo tan potencialmente peligroso sea encontrado por
niños es profundamente preocupante”, ha declarado el inspector de policía Colin Shaw.
“Como
padre de un niño, sé lo atractivos que son los huevos Kinder y su
contenido. En este caso, los niños son dignos de elogio por pasar el
contenido a sus padres”, afirma el concejal del Partido Unionista Democrático Alan Robinson.
Como habrán notado, la noticia combina “niños inocentes” con “peligrosas drogas ocultas en juguetes”,
elementos sensibles que sin duda activarán los resortes de alerta de
toda persona con un sentimiento de paternidad responsable mínimamente
desarrollado.
Posiblemente, la noticia haya llevado a un buen número de lectores a exclamar: “¡Qué
horror! ¿Qué habría pasado si el pobre niño hubiera ingerido esa
horrible sustancia? ¿Cómo puede haber gente tan malvada en el mundo?”
Y
posiblemente, la mayoría de ellos se habrán dejado llevar por estos
sentimientos de horror e incluso indignación, actuando de forma refleja y
superficial, sin llegar a hacerse las preguntas pertinentes que toda
persona con un mínimo espíritu crítico debería hacerse.
Y es que
esta noticia, tal y como está redactada, es directamente un insulto a la
inteligencia, un auténtico escupitajo en la cara de los lectores.
Al acabar de leer esta pieza, cualquier persona con un mínimo espíritu crítico se habrá preguntado:
“¿De
dónde salió esa droga? ¿Cómo la metieron dentro del huevo Kinder? ¿La
droga la pusieron en la misma fábrica de golosinas o lo hicieron
después? ¿Y en tal caso, quién lo hizo y por qué? ¿El niño compró el
huevo Kinder en una tienda o un supermercado? ¿O quizás lo encontró en
un espacio público? ¿Y si lo encontró, en qué condiciones lo encontró?
¿Estaba envuelto o estaba abierto? ¿Si la golosina viene de fábrica con
la droga metida dentro, cuántos huevos más podrían estar llenos de
droga?” etc, etc, etc…
Y a continuación de hacerse todas
estas preguntas lógicas y algunas más que quizás nos dejemos en el
tintero, el lector con espíritu crítico probablemente se preguntará:
“¿Cómo
puede ser que un medio de comunicación me presente una noticia así y no
exponga ninguna de estas importantes y obvias cuestiones en la
noticia?”
“¿Por qué en cambio, sí me hablan de
lo que dice el inspector de policia sobre las drogas y me cuentan las
chorradas que dice ese políticucho sobre ‘el niño responsable que ha
informado a su padre’?”
“¿Qué importancia tiene
la opinión del dichoso concejal y su adscripción política, de la que sí
me informan, si las informaciones auténticamente claves para que esta
información tenga sentido, no son ofrecidas en el cuerpo de la noticia?”
Como
vemos, esta pequeña noticia destinada a pasar desapercibida y casi
redactada como un relleno para la web de RT, refleja muy claramente cuál
es el papel actual de periodismo, cuál es su modus operandi y cuál es
su relación con el público en general.
Parece
una noticia redactada para inocularse en la mente de una persona en
estado de hipnosis, alguien que está en un estado de semi-inconsciencia,
como cuando estás medio dormido y absorbes sin analizar cualquier
información que recibes, para incorporarla a tu estado de somnolencia
como si fuera ruido de fondo.
No obstante, y para ser honestos,
debemos decir que la precaria redacción de esta noticia por parte de los
periodistas (¿ o becarios?) de RT, podría deberse más a su
incompetencia que a una voluntad de desinformar.
Por esa razón,
decidimos acudir a la fuente original, The Telegraph, para ver cómo
estaba redactada la noticia original y ver si allí podíamos encontrar
algunas respuestas a las preguntas que nos hicimos antes.
Por ejemplo, tal y como reza el primer parágrafo de la noticia en el medio británico: “Un
niño de seis años de edad, quien encontró un huevo de chocolate bajo un
seto la semana pasada, se quedó perplejo al abrirlo y encontrar una
bolsa que contenía un polvo blanco en su interior”.
Así pues, no era “su huevo kinder”, como nos decían en RT, insinuando que el niño lo había comprado, sino “un huevo Kinder”, que el niño encontró bajo un seto y en cuyo interior había droga.
Pero
aclarado este aspecto, el resto de la noticia original de The
Telegraph, no responde a ninguna pregunta más de las que nos hemos hecho
antes.
La pieza de The Telegrpah también se completa con las
declaraciones del inspector de policia y su preocupación por el hecho de
que un niño encontrara droga en un huevo Kinder, acompañadas por las
mismas declaraciones, más extendidas, del concejal de la población; pero
en ningún momento aclara ninguna de las preguntas lógicas que cualquier
persona debería hacerse para darle un mínimo de credibilidad, o en todo
caso, un mínimo de sentido lógico a una noticia que de por sí, suena de
lo más absurda.
Lo único que aclaramos en The Telegraph es que el niño se encontró un huevo Kinder bajo un seto, con droga en su interior.
Y ninguna información más.
En
definitiva, esta noticia nos muestra hasta qué punto de decadencia ha
caído el periodismo actual y el profundo desprecio que estos presuntos
periodistas tienen hacia sus lectores, a los cuales deben considerar
como poco menos que una panda de zombis idiotizados que se tragan
cualquier patraña.
En realidad, esta presunta noticia, no habla
de “drogas”, ni de “niños expuestos a peligros”, sino de hipnosis
colectiva y nos demuestra que el periodismo está agonizando y que está
viviendo sus últimos estertores.
Y si el ejercicio del periodismo
se encuentra en este estado terminal, es porque el sentido crítico del
ciudadano medio y de la sociedad en su conjunto, está en ese mismo
estado terminal.
El ejercicio del auténtico periodismo, es decir,
la actividad profesional centrada en buscar la información y la verdad
de lo que acontece en la sociedad y divulgarlo, necesita de una sociedad
formada por seres pensantes y críticos, para que pueda ejercer dicha
función de forma correcta.
Sin
esa capacidad de mínimo análisis crítico por parte de los lectores o
los televidentes, el periodismo se convierte rápidamente en una
herramienta de manipulación social masiva, porque desaparece
precisamente el único elemento de exigencia que puede impedir que se
convierta en ello.
El buen periodismo no es pues una
responsabilidad exclusiva de los periodistas, sino también de los
receptores de la información.
Asimismo, los propios periodistas
son miembros de esa misma sociedad hipnotizada y cuando se convierten en
informadores, están tan hipnotizados como lo pueda estar cualquiera de
sus lectores o telespectadores, de manera que contribuyen a mantener y
expandir ese estado de hipnosis e idiotización general.
Ningún
periodista que no esté hipnotizado, idiotizado, explotado, o que no
sienta el mayor de los desprecios hacia el público, se atrevería a
publicar semejante idiotez como la noticia del huevo Kinder.
UN SUTIL Y EFECTIVO MECANISMO DE MANIPULACIÓN
Pero
ahora vayamos un paso más allá y tratemos de desmenuzar esta noticia,
tal y como nos la han presentado y veremos que tras ella hay mucho más
de lo que parece a simple vista.
Para empezar, la noticia está conformada por una idea o información central, que podríamos resumir en un titular:
“Niño encuentra droga en un huevo Kinder”.
Esa
idea central actúa como una píldora que nos tragamos y cuyo efecto
principal es que genera en el receptor una respuesta emocional
irreflexiva, mediante la asociación negativa de elementos contrarios
entre sí (NIÑO: pureza-limpieza-inocencia-bondad) vs (DROGA: delincuencia-maldad-daño-peligro)
Y
una vez nos vemos sumergidos en esa respuesta emocional automática,
(que variará dependiendo del lector), tendemos a olvidarnos de aplicar
nuestra capacidad de razonamiento para dirimir qué sentido tiene la
información en sí y si podemos considerarla veraz o no.
Es decir,
mientras la gente está indignada pensando en el peligro que ha corrido
el niño, se olvidan de preguntarse sobre los aspectos incoherentes que
rodean toda la noticia.
Y ese es un aspecto crucial del mecanismo.
Fijémonos
que una vez hemos obviado nuestra capacidad crítica, la noticia pasa
inmediatamente a ofrecernos el discurso moralista y aleccionador
procedente de la autoridad; en este caso concreto, vehiculado a través
de las figuras del inspector de policia y del político; y puesto que
ambos representan a una autoridad que es portavoz de “todo lo oficial”,
su discurso acaba reforzando la presunta veracidad de la propia noticia,
la idea central que contiene y la respuesta emocional irreflexiva que
genera en el lector.
De hecho, es el discurso de la autoridad el
que le otorga la etiqueta de “veraz” a la noticia y al efecto emocional
que ha provocado en el lector.
Es decir, cuando aparecen el
inspector de policia y el político, mostrándose preocupados e indignados
por la presencia de droga en la golosina, el lector medio abandona todo
resquicio de duda sobre la veracidad de la noticia.
Además,
esos miembros de la autoridad muestran el mismo sentimiento de rechazo
que el lector ha tenido ante la noticia, por lo que automáticamente se
produce un sentimiento de identificación con esa autoridad.
Y aquí es donde precisamente radica el punto clave.
Cuando
la autoridad define como veraz la noticia y por lo tanto da legitimidad
a su efecto emocional sobre el lector, lo que consigue esa autoridad es
apropiarse, de hecho, del efecto emocional que la noticia está
provocando.
Hasta ese momento, la reacción emocional ante la
noticia, era una reacción individual de cada uno de los lectores: pero
al aparecer la autoridad de por medio, esa reacción emocional deja de
ser propiedad exclusiva de cada individuo en concreto y pasa a ser una
reacción social…y puesto que nos han educado para acatar que en la
sociedad mandan los representantes de la autoridad, ellos acaban
ejerciendo como gestores de esa reacción emocional, ahora convertida en
una presunta reacción social común.
Dicho de otra manera: nos roban el control sobre nuestra reacción emocional ante los hechos, sin que ni tan solo nos demos cuenta.
Obviamente,
una vez ha conseguido eso, la autoridad puede dirigir y manipular a
conveniencia la respuesta emocional de toda la sociedad hacia donde le
dé la gana.
Pues bien, este mismo mecanismo de manipulación que
encontramos oculto en una noticia tan simple y estúpida como la del
huevo Kinder, es el mismo que se repite con cada atentado terrorista,
con cada noticia sobre un conflicto o guerra, o con cada suceso
catastrófico aparentemente fortuito, como por ejemplo, un avión que se
estrella sin explicación razonable.
Fijémonos bien en ello…
Nos informan de un terrible atentado terrorista en los medios de comunicación: nos hablan de “muertos”, “dolor” y nos muestran imágenes de personas sufriendo que son parecidas a nosotros o a nuestros seres queridos.
Eso
automáticamente genera en nosotros un cierto sentimiento de empatía
hacia ellos y una cierta respuesta emocional (o una simulación de ambos
que confundimos con un sentimiento real, un fenómeno cada vez más
extendido)
Es
entonces cuando, arrastrados por la respuesta empática que produce el
atentado, anulamos nuestra capacidad de análisis crítico sobre la
información recibida y pasamos por alto hacernos las preguntas
pertinentes sobre lo que nos están contando: ¿quién lo ha hecho, por qué
lo ha hecho, quién obtiene beneficio con ello, por qué en este momento,
etc…?
Inmerso todo el público en ese impacto emocional libre de
todo espíritu crítico, es cuando entonces aparece la figura de la
autoridad, y solemnemente ofrece su discurso, condenando los atentados,
el “malvado terrorismo”, la “violencia”, la “barbarie”, etc…
Al
hacerlo, la autoridad se apropia de la respuesta empática individual de
cada uno de nosotros, al situarla en un marco social común (que la
propia autoridad representa) y con ello, nos vemos inconscientemente
imposibilitados para realizar un análisis crítico que ponga en duda,
precisamente, esa información refrendada por la autoridad.
Si
el espectador se atreve a poner en duda la veracidad de la información,
pone en duda a la autoridad que la ha refrendado y pone en duda a su
vez, toda la respuesta emocional y solidaria con las víctimas que ésta
ha provocado.
La veracidad de la información, la autoridad que la
refrenda y la respuesta emocional de empatía que provoca en todos
nosotros, pasan a ser la misma cosa, se identifican inconscientemente
entre sí y negar a cualquiera de ellas, significa negarlas todas.
Por
lo tanto, tras un atentado terrorista, nadie se atreve a poner en duda
el discurso de la autoridad o a poner en duda la información que nos
ofrecen, porque significaría poner en duda la respuesta empática de
solidaridad con las víctimas y eso, inconscientemente, el espectador lo
identifica con ponerse del lado de los terroristas o traicionar a los
muertos o heridos en el suceso.
Por
esa razón, hay tanta gente que se enfada y ataca visceralmente a los
que se atreven a poner en duda la versión oficial sobre un atentado
terrorista.
Y lo mismo sucede cuando alguien dotado de un
espíritu crítico, se atreve a poner en duda la versión oficial sobre una
epidemia, un accidente de aviación o la muerte sospechosa de un
personaje célebre, por poner algunos ejemplos.
Quien lo haga,
siempre será atacado por personas que han sucumbido al efecto de estos
mecanismos de manipulación mental y social, que nada tienen que ver con
la defensa de la verdad.
Es tan sencillo como esto.
Así nos manipulan constantemente.
¿A cuántas guerras nos han llevado así?
¿Cuánta represión policial, persecución, bombardeos, ataques y asesinatos se han justificado mediante mecanismos de este tipo?
¿Cuántos venenos nos han hecho tragar aprovechando este mismo mecanismo de manipulación?
Como
vemos, esa noticia irrelevante del huevo Kinder, en realidad expone de
forma clara y diáfana, un método de adoctrinamiento y manipulación
masiva que experimentamos continuamente a través de los medios de
comunicación.
Pocas veces, una noticia sobre un huevo de chocolate tenía tantas cosas que decir…
GAZZETTA DEL APOCALIPSIS
Fuentes: http://www.telegraph.co.uk/news/2016/06/01/young-boy-finds-crystal-meth-in-his-kinder-surprise-egg/
https://actualidad.rt.com/ultima_hora/209137-sorpresa-kinder-metanfetamina
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