26 de julio 1953: Día de la Rebeldía Nacional en Cuba
26.Jul.2016 / 09:22 am /
El asalto al cuartel Moncada el 26 de
julio de 1953 forjó el derrocamiento, con la acción armada, del tirano
Fulgencio Batista y la instauración de inmediato un sistema de gobierno
democrático para el pueblo cubano.
Se seleccionó el Moncada por varios
motivos: el Moncada era la segunda fortaleza militar del país, ocupada
por unos mil hombres, su lejanía de La Habana dificultaba el envío de
ayuda al Ejército Oriental y en por que Oriente se habían iniciado las
tres guerras independentistas en el siglo pasado, que se habían librado
en Cuba y allí se produjeron insurrecciones populares en varios momentos
del período republicano, sus montañas eran conocidas por la resistencia
armada de los campesinos frente a los latifundistas y su pueblo se
caracterizó siempre por un espíritu de rebeldía.
El plan se elaboró en absoluto secreto.
Además de Fidel, solamente lo conocían dos compañeros de la dirección
del movimiento y su responsable en Santiago de Cuba. Los demás sabían
que se iba a realizar un combate decisivo, pero ignoraban cual era
exactamente éste.
Las armas, los uniformes y los recursos
necesarios para la lucha se obtuvieron sin recurrir a la ayuda de
personas acaudaladas ni de políticos corrompidos. Su adquisición fue
posible fundamentalmente por la voluntad y el sacrificio personal de los
propios combatientes. Se escogió para la acción, el 26 de julio por ser
domingo de carnaval, fiesta a la que tradicionalmente asistían personas
de diferentes puntos de la isla, por lo cual la presencia de jóvenes de
otras provincias no causaría extrañeza.
A pesar de su derroche de valentía y
dignidad, los asaltantes, no pudieron tomar la fortaleza. La orden del
dictador Batista fue eliminar a diez revolucionarios por cada soldado
del régimen muerto en combate. La masacre se generalizó y fueron
asesinados la mayoría de los asaltantes. Los sobrevivientes fueron
detenidos tras feroz cacería, enjuiciados y condenados a prisión.
En la madrugada de ese día, 135
combatientes, vestidos con uniformes del Ejército y dirigidos por Fidel,
precisaban el plan de ataque. Se organizaron en tres grupos, el primero
de los cuales, con Fidel al frente, atacaría la fortaleza. Los otros
dos grupos, mandados respectivamente por Abel Santamaría —segundo jefe
del movimiento— y Raúl Castro, tratarían de tomar dos importantes
edificios contiguos al cuartel: el Hospital Civil, donde se atendería a
los heridos, y el Palacio de Justicia, donde radicaba la Audiencia,
desde cuya azotea apoyarían la acción principal.
Cuando todos estuvieron listos, se le
dio lectura al «Manifiesto del Moncada», redactado por el joven
poeta Raúl Gómez García bajo la orientación y Fidel les dijo a sus
compañeros:
“Compañeros: Podrán vencer
dentro de unas horas o ser vencidos; pero de todas maneras, ¡óiganlo
bien, compañeros!, de todas maneras el movimiento triunfará. Si vencemos
mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo
contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la
bandera y seguir adelante. El pueblo nos respaldará en Oriente y en toda
la isla. ¡Jóvenes del Centenario del Apóstol! Como en el 68 y en el 95,
aquí en Oriente damos el primer grito de ¡Libertado o muerte! Ya
conocen ustedes los objetivos del plan”.
Cada año y con gran alegría y muchas motivaciones, trabajadores de
diferentes sectores sociales y económicos del país, estudiantes y demás
pueblo se reúnen para festejar esta importante efeméride.
La Radio del Sur
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