Centros de poder alternativos dirigen el mundo
En
todas las épocas de la historia, ha habido estructuras gubernamentales
secundarias paralelas a los gobiernos principales. Estos grupos de poder
alternativos, también llamados "estados profundos" en nuestro tiempo, a
veces actúan junto con el gobierno, apoyándolo, pero a veces plantean
dificultades para el gobierno. En la antigua Roma, el Senado estaba
compuesto por nobles y equilibraba el reinado imperial de los
Emperadores. En el Reino Unido, el Consejo Privado, que actúa sobre la
monarca, ha sido el más alto nivel de la administración desde el siglo
XII. Hay ejemplos de tales estructuras en libros sagrados también; el
círculo cercano del faraón mediante el que se le aconsejaba acerca de
sus decisiones y los administradores de la Reina de Saba a los que
consultaba sobre cuestiones militares, son ejemplos de esto.
A lo largo de la historia muchas sociedades
secretas o abiertas poseían estos rasgos. Hubo un período en el que los
caballeros templarios o los Rosacruces, que tenían el poder de sanción
sobre reyes o incluso el Vaticano, fueron influyentes. Con la llegada
del siglo XVIII, estos gobiernos paralelos comenzaron a manejar a las
autoridades constitucionales.
A partir de la segunda mitad del siglo XX,
surgieron organizaciones supranacionales. Por ejemplo, los países
compartieron su poder administrativo con organizaciones multinacionales
como las Naciones Unidas, la OTAN, la Organización del Tratado de
Varsovia o, en una época posterior, la Unión Europea. Las decisiones
tomadas en Moscú, Bruselas o Nueva York se impusieron en la mayor parte
del mundo.
Después de la Guerra Fría, fue desarrollado un nuevo modelo donde empezaron a adquirir prominencia los think tanks. Parece ser que el siglo XXI será un período en el que los gobiernos serán dirigidos por think tanks y organizaciones no gubernamentales, que son sus ramas sobre el terreno.
De hecho, la CIA es ahora conocida por estar casi
controlada por Stratfor y la Rand Corporation. La Chatham House de Reino
Unido o su hermano pequeño de Norteamérica, el Council on Foreign
Relations, se han convertido en los lugares donde se determinan las
políticas exteriores de los países. Las políticas económicas son
moldeadas por las empresas de calificación como Moody o
Standard&Poor.
Estas organizaciones denominadas independientes y
sin fines de lucro están auto-autorizadas. Alcanzaron el poder sin
responsabilidad alguna. La Heritage Foundation, que es considerada como
uno de los diez think tanks más eficaces del mundo, desarrolla
políticas para los gobiernos republicanos de los EE.UU.. Con sede en
Washington, Bruselas, Moscú, Beirut, Pekín y Nueva Delhi, la Carnegie
Endowment está situada como un centro mundial de influencia.
La generación de ideas no era lo único que los think tanks estaban haciendo. Junto con la Open Society Foundation de George Soros en particular, muchos think tanks han
expandido sus operaciones en el campo a través de organizaciones no
gubernamentales. Ejercieron presión real sobre los gobiernos. La primera
actividad de Otpor, el grupo de campo de la Fundación Open Society, fue
derrocar el gobierno de Milosevic en Serbia. Después de eso, países
como Georgia, Ucrania, Kirguistán, Bielorrusia y Moldavia experimentaron
los llamados movimientos públicos denominados "revoluciones de color".
La primavera árabe que comenzó en Túnez y se extendió rápidamente tenía
una fundación similar. A través de estas rebeliones, las ideas generadas
por los diversos think tanks se pusieron en práctica sobre el terreno.
Los think tanks también se convirtieron
en poderes supranacionales en términos de capacidad militar. Por
ejemplo, el Atlantic Council se convirtió en el cuartel general donde se
determinan las estrategias militares de la OTAN, organización que
cuenta con 28 países miembros. La OTAN, que era inicialmente un pacto
defensivo, está procediendo a convertirse en una potencia ofensiva bajo
la guía del Atlantic Council. Recientemente, con el pretexto de la
defensa contra Rusia, la OTAN ha comenzado a desplegar fuerzas ofensivas
en las regiones del Mar Negro y Ucrania. En este nuevo marco militar,
la OTAN ha establecido nuevas bases en Europa del Este y redistribuido
miles de soldados.
Ariel Cohen, del Atlantic Council, el arquitecto
de esta nueva estrategia, explicó la necesidad de los esfuerzos de la
OTAN para asumir el control en el Mar Negro con las siguientes palabras:
"La Alianza debe centrarse en una serie de medidas
para hacer frente a la rápida escalada de la postura ofensiva de Rusia
en el Mar Negro y proteger a sus aliados -incluyendo reforzar los
activos en el aire, navales, y de tierra; la mejora de las capacidades
espaciales; la seguridad cibernética; el reconocimiento; la
inteligencia; y la creación de estrategias de disuasión creíbles".
Esta actitud agresiva parece que tiene como
objetivo transformar la región del Mar Negro en una nueva área de
conflicto. Este tipo de política de movilización obligará a Rusia a
tomar medidas urgentes, que a su vez harán del Mar Negro una región de
tensión, o tal vez incluso una región de conflicto caliente.
Con el fin de comprender la influencia del
Atlantic Council sobre las políticas militares de los EE.UU. y de la
OTAN, será suficiente mirar las designaciones clave que el presidente
Obama hizo después de que se convirtiera en presidente en 2009. El
Presidente del Consejo, James Jones, se convirtió en el Asesor de
Seguridad nacional del Presidente Obama. La miembro del Consejo Susan
Rice, se convirtió en el embajador de EE.UU. ante las Naciones Unidas, y
Richard Holbrooke se convirtió en el representante especial para
Afganistán y Pakistán. La miembro del Consejo Anne-Marie Slaughter fue
designada como Director de Planificación de Políticas del Departamento
de Estado de Estados Unidos. Chuck Hagel, quien reemplazó a Jones como
presidente del Consejo, se convirtió en Secretario de Defensa, cuatro
años después.
Después de que las políticas del Consejo
sustituyeran las políticas de las instituciones gubernamentales de
Estados Unidos, estallaron las guerras civiles de Siria, Yemen y
Ucrania. La intensidad de las guerras en Irak, Libia y Afganistán se
intensificó y, en última instancia, surgió el ISIS. Un intento de golpe
se llevó a cabo en Turquía. La lista puede seguir llenando páginas.
Hoy, en Washington D.C., una parte de la avenida
de Massachusetts se llama "Think Tank Row". Un grupo de personas no
supervisado, que actúa con capacidades ambiguas y no está sujeto a la
rendición de cuentas, se ha convertido ahora en el centro de la política
mundial. Dado que estas personas operan con una mentalidad de 'choque
de civilizaciones', piensan que las soluciones sólo pueden lograrse a
través del conflicto, la fragmentación, y provocando perturbaciones en
general. Una gran parte del problema es esta mentalidad errónea. Tal
gobierno global puede ser reestructurado a la perfección en aras de
consolidar la paz mundial, el amor y la amistad. Sin embargo, el hecho
de que la mentalidad de los organismos mencionados esté centrada en los
conflictos y la guerra, documenta que ellos no lo consideran posible
todavía.
No obstante, asumir que el poder de los poderes
profunoas es autónomo puede ser engañoso; estas organizaciones tuvieron
éxito y tomaron el control de muchas naciones solamente porque se ven
"invencibles". Sin embargo, en verdad, los que conforman sus objetivos
en el amor y la paz siempre son más poderosos. Sus ideales son más
grandes y sus objetivos son justos. Los objetivos justos finalmente
prevalecerán. Lo importante es que la gente de paz debe unirse y actuar
en una alianza. Entonces los que creen que las soluciones sólo pueden
lograrse a través del conflicto serán testigos del poder absoluto de la
paz, cambiar su punto de vista, y trabajar para hacer del mundo un lugar
mejor.
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