Estimados amigos extranjeros, he aquí por qué ganó Trump (según un habitante de Cleveland)
por Andrew Korybko
– Hola a todos. Como puede que sepa, soy un norteamericano que nació y
creció en Cleveland, Ohio, aunque tomé la decisión vital hace cuatro
años de dejar permanentemente los Estados Unidos y mudarme a la
Federación Rusa. Si usted está interesado en mi formación específica y
en lo que me motivó a dar ese paso, le sugiero que eche un vistazo a la entrevista que concedí al periodista serbio-estadounidense Stephen Karganovic esta última primavera, cuando lo visité en Belgrado.
Me dirijo a todos ustedes directamente en una
forma que nunca uso en mis artículos, que es la de la primera persona.
Sé que muchos de ustedes están confundidos y luchan por entender por qué
ganó Trump, y entiendo totalmente lo que sienten porque es muy difícil
para cualquier extranjero comprender realmente lo que acaba de suceder
en los Estados Unidos. La mejor manera de transmitirles esto a todos es
hablar a nivel personal con la esperanza de que lo expresado les llegue.
No espero que nadie esté de acuerdo con los puntos que formulo, sino
sólo que entiendan lo que motivó a los partidarios de Trump a acudir a
las urnas y sacudir al establishment.
Aunque ya no vivo en los Estados Unidos, nací y
crecí en una de las representaciones más quintaesenciales de lo que
constituye en nuestros días los “Estados Unidos promedio”, en Cleveland,
Ohio. A pesar de estar casi al otro lado del mundo, nunca perdí el
contacto con el lugar de donde vengo y siempre recordaré las
experiencias formativas que modelaron mi cosmovisión. Todavía me
mantengo en contacto con mi familia americana y varios amigos cercanos,
así que permanezco al día de lo que está pasando “en casa”, y como ellos
dicen, “usted puede llevarse a alguien fuera de su patria, pero usted
no puede llevarse la Patria fuera de la persona”.
Para bien o para mal, siempre voy a encarnar
ciertas características “americanas” forjadas en mi educación en
Cleveland, y dado que estas idiosincrasias son ahora representativas del
zeitgeist predominante en la política de Estados Unidos, como
lo demuestra el triunfo de Trump, quiero compartir algunas de ellas con
todos ustedes, con la esperanza de que todos puedan tener una mejor
comprensión de los cambios fundamentales que están teniendo lugar en los
EE.UU. hoy en día. Un hombre al que yo llamo “tío Vinny” me aconsejó
cuando era más joven que “la diferencia entre el genio y la locura es
conseguir que otros te entiendan”, así que con esa sabiduría en mente,
aquí está lo mejor que puedo hacer para intentar ayudar a todos mis
amigos extranjeros a entender la mentalidad del típico partidario de
Trump.
Muchos individuos tóxicos dijeron que yo y decenas
de millones de otras personas éramos “racistas”, “fascistas” y
“supremacistas blancos”, simplemente porque hemos estado compartiendo
públicamente durante el último año y medio nuestras observaciones de que
la retórica y el programa de Trump representan los deseos de muchos
estadounidenses, pero mantuvimos nuestra posición y doblamos la apuesta
porque sabíamos que teníamos razón y que el pueblo estadounidense
finalmente elegiría a Donald J. Trump como el próximo presidente de los
Estados Unidos.
Esta es la razón por la que los “outsiders” como
yo y todos los demás que se reunieron detrás de Trump, son tan valiosos
para las largas conversaciones que se producen, porque constantemente
rompemos la estrechez de miras del pensamiento colectivo del establishment
y expresamos lo que realmente está pasando, siendo condenados por la
“corrección política”. Ningún extranjero puede entender completamente lo
que pasó ayer, ni siquiera si vivió en los Estados Unidos durante años,
a menos que experimentara lo que experimentó la clase media (no la
clase académico-gubernamental-empresarial) durante toda su vida.
Michael Moore, que también es nativo del “Rust
Belt”* como yo y entiende la mentalidad de los millones de
estadounidenses que se rebelaron contra el establishment y
rompieron históricamente el “cortafuegos” del Medio-Oeste de Hillary,
transmitió la razón por la cual los votantes de esta dilapidada y
socio-económicamente “atrasada/olvidada” esquina de los EE.UU. acudirían
en manada hacia Trump, en una dirección que irónicamente se suponía
contra el futuro presidente electo. Los partidarios de Trump, sin
embargo, decidieron convertir la parte más relevante y motivadora del
discurso de Moore en un vídeo de YouTube
lleno de imágenes dramáticas y de música, y sugiero encarecidamente a
todos que se tomen cinco minutos para escuchar lo que tenía que decir.
Cuando vives una vida rodeada de drogas, pobreza,
crimen, baches y desesperanza, lo único que sientes que tienes para ti
son las distracciones sexuales, alcohólicas y musicales que el establishment
hace tragar a cada uno cada día con el fin de aplacar a las masas
“haciendo todo mejor” sólo por un poco de tiempo (de “diversión”).
Apague el televisor o vaya a dormir después de la fiesta, y los mismos
problemas de los que la gente buscaba escapar están todavía allí a la
mañana siguiente, y ni una maldita cosa ha cambiado tangiblemente para
mejor, excepto que algunas personas han encontrado una solución
socialmente aceptable “acudiendo a la medicina” para hacer frente a la
realidad repulsiva que sienten que tienen que soportar cada día para el
resto de sus vidas.
Una gran cantidad de estadounidenses de donde soy,
no saben lo que son unas “vacaciones de verdad”, en tanto que no van de
trotamundos por todo el mundo como
hacen los europeos en lo que llaman sus “vacaciones”. Muchos habitantes
del medio-oeste incluso lo tienen duro para ir de una parte del país a
otra sólo por diversión, porque es una carga financiera enorme para el
habitante de Cleveland medio en nuestra economía barata y de salarios
bajos, el recolectar los fondos necesarios para tomar el avión a la
costosa California sólo para tomar un poco de sol, por ejemplo. Otra
cosa de la que la mayoría de los extranjeros no se da cuenta es de que
la gente de mi parte del país ni siquiera tiene las vacaciones/días
líbres como el resto del mundo. Si usted está trabajando en un trabajo
mal pagado del sector servicios o está en un puesto de oficina de bajo
nivel, puede que nunca reciba dos semanas consecutivas de vacaciones en
su vida. Si te casas, lo mejor que puedes soñar es una luna de miel a
Niagara Falls por una semana y eso es todo, sólo porque está
convenientemente cerca y no es demasiado caro.
Crecimos toda nuestra vida escuchando desde el establishment
y sus medios de comunicación cómo de “grande” y “poderoso” son los
EE.UU., cómo este es el “mejor país en la historia del mundo”, pero todo
lo que vemos a nuestro alrededor es devastación socio económica y no
podemos imaginar cómo alguna vez podría ser diferente. Tantas
fábricas han cerrado el negocio y se han trasladado a México, China y
países que el estadounidense promedio de mi parte de los Estados Unidos
nunca oyó, o ni siquiera puede pronunciar, y todo se debe a la
globalización posterior a la Guerra Fría que comenzó bajo Bill Clinton y
el NAFTA. Pero al mismo tiempo, sin embargo, vemos que hay de hecho
algunas personas a nuestro alrededor que parecen estar viviendo una vida
bastante buena, pero no han tenido que hacer mucho para lograrlo.
Ustedes los extranjeros pueden sentirse
sorprendidos al oír esto, pero muchos habitantes de Cleveland no pueden
creer que los “refugiados”, algunas minorías, y los inmigrantes ilegales
puedan vivir “como reyes”, como decimos simplemente, debido a las
enormes cantidades que reciben de ayuda del gobierno de
impuestos-pagados-por el contribuyente, por no hacer realmente mucho más
que ser la categoría “políticamente correcta” de personas que son. No
espero que la gente fuera de los EE.UU. entienda esto, e incluso muchos
estadounidenses que no viven en el “Rust Belt” (e incluso algunos que lo
hacen), probablemente encontrarán inconcebible esto, pero muchos de
estos tipos de gente que acabo de mencionar -incluyendo a muchos blancos
también- abusan del sistema de “beneficios” sólo para poder obtener la
mayor cantidad de cosas gratis que puedan por la mínima cantidad de
trabajo y esfuerzo.
En la sociedad distópica “políticamente correcta” que los “liberales-progresistas” y los marxistas culturales
del Partido Demócrata se esforzaron en crear durante décadas, el Estado
va a dar casa, comida y paga a la gente sólo por su raza y clase, y si
bien esto podría haber sido “originalmente pensado” para ayudar
temporalmente a aquellos que atravesaron tiempos difíciles y no pudieron
ayudarse adecuadamente a sí mismos, ha sido abusado por tanta gente, y
se ha convertido en un fondo para pagar a izquierdistas leales que
voluntariamente deciden permanecer indefinidamente dependientes del establishment.
Estas personas han hecho una elección consciente para “conformarse con
menos” de lo que podrían esperar alcanzar alguna vez si trabajaran duro y
estuvieran decididos, porque el “American Dream” [sueño americano] está
fuera del alcance para muchos de ellos en esta parte del país, y se
dieron cuenta de lo fácil que es engañar al sistema y que otros
estadounidenses subvencionen los estilos de vida menos ideales con los
cuales se han conformado.
Recuerde, no le estoy pidiendo que esté de acuerdo
con nada de lo que he escrito, sólo le digo como una “voz desde dentro”
por qué tantas personas en Ohio y el “Rust Belt” apoyan a Trump y se
sienten atraídas por sus promesas de aplastar un establishment
al que han pasado toda su vida viendo robarles, descuidarles, y ayudar
injustamente a otros que prometen su lealtad a la situación existente.
No olvide que fue la gente que piensa de la manera que acabo de
describir la que cambió decisivamente el curso de la historia
norteamericana el día de las elecciones, y la que se enorgullece de ser
“políticamente incorrecta” y de rebelarse contra el sistema que siente
que los ha retenido abajo durante toda su vida. Ya sea a través de los
ejemplos mencionados de desigualdad e injusticia, o por los intentos
incesantes de desmantelar su identidad suprimiendo y destrozando sus
libertades religiosas y tradiciones, la gente en el “Rust Belt” ha
tenido suficiente.
Mire, esto es lo que los extranjeros no
comprenden, y es que los estadounidenses en esta parte del país sienten
que están viviendo bajo la bota de una ideología tiránica y totalitaria
que censura su disidencia con acusaciones de “racista”, “fascista”, y
“supremacista blanco” que matan su reputación, y con trabajos de 24
horas al día, los 7 días de la semana, los 365 días del año, para
lavarlos el cerebro y que piensen que ellos – y no el sistema – son el
problema. Imagine 1984 de George Orwell y tendrá una idea acerca
de cómo mucha gente ve la ideología de la “corrección política”. Es tan
penetrante, tan controladora, que los que la sufren estaban destinados
tarde o temprano a la revuelta una vez que el tiempo estuviera maduro.
Todos estos disidentes anti “corrección política” pensaban que estaban
solos y que eran “locos aislados” entre sus compatriotas lavados el
cerebro, pero entonces llegó Donald Trump y les dio la señal de que este
era el momento histórico que habían estado esperando toda su vida para
finalmente rebelarse contra esta ideología totalitaria.
Si no hubiera “corrección política”,
entonces nunca habría surgido un Donald Trump para salvar a los
trabajadores de cuello azul** de los Estados Unidos.
La mayoría de los habitantes de cuello azul de la
“Rust Belt” han sido mudos durante décadas y bullían de rabia todo este
tiempo. No podían hablar en contra del crimen en su mayoría negro que
asola sus vecindarios, porque de otra manera serían emplumados y
alquitranados como “racistas”. No podían condenar la globalización y la
externalización de sus medios de vida a México, China y otros países, o
serían atacados sin piedad como “fascistas”. Dios no permitiera que esta
gente alguna vez hablara públicamente sobre la construcción de un muro
con México para detener a las decenas de millones de inmigrantes
ilegales, y las innumerables toneladas de narcóticos mortales que han
inundado los EE.UU. desde el TLCAN, ya que entonces habrían sido
llamados el insulto último y acusados de ser “supremacistas blancos”.
Estas personas pensaron que estaban en gran medida solas con sus
sentimientos porque el sistema hizo un trabajo muy eficaz para que se
autocensurasen y así separarlos de la mayoría silenciosa de
estadounidenses con ideas similares, pero entonces apareció en escena
Donald Trump, y millones de personas fueron finalmente unidas a través
de sus mítines y medios de comunicación sociales alternativos, para
reunir finalmente el valor de resistir colectivamente al establishment y a la intimidación relacionada de la élite social-de la cultura popular-académica-política.
Cuando llegó el día de las elecciones, estos estadounidenses desposeídos no retrocedieron y compraron la propaganda del establishment
de que Hillary iba a derrotar a Trump con una histórica mayoría
aplastante, sino que fueron a votar de todas formas, sabiendo que ésta
era la única esperanza que les quedaba para cambiar sus situaciones de
vida ineludiblemente lamentables.
La operación de guerra psicológica más intensa
jamás realizada contra los estadounidenses fue un completo fracaso. La
guerra del establishment contra el pueblo trató de
convencerlos de que Trump no tenía oportunidad de ganar y que votar por
él sólo mostraba cuán “racistas”, “fascistas” y “supremacistas blancos”
eran. La “corrección política”, la globalización, y la inmigración
ilegal sin restricciones y el reasentamiento sin vetos de “refugiados”,
de millones de personas que se niegan firmemente a asimilarse e
integrarse en la sociedad estadounidense, o incluso a hablar en inglés,
es una cruda realidad que estos ciudadanos “deplorables” se verán
obligados a soportar y a lidiar hasta que mueran (o sean asesinados por
algunos de los “recién llegados” que acudieron en masa a sus ciudades
natales). Pero el establishment y sus cómplices de la
élite social-de la cultura popular-académica-política se equivocaron, y
los partidarios de Trump lo sabían, porque finalmente se habían
conectado y estaban convencidos de que realmente encarnaban la mayoría
silenciosa, y la frustración, la desesperanza y el dolor que cada día
viven en un sistema “políticamente correcto” es lo que envió a millones
de estadounidenses hacia una ira contra el sistema que estaba tan
extendida, que se volvió imposible para Hillary robar las elecciones.
La guerra contra el pueblo fue emprendida por
estadounidenses, contra los estadounidenses y contra todo lo que la
mayoría silenciosa cree que Estados Unidos representa, por lo que fue
totalmente sin precedentes en la historia de Estados Unidos. Ni siquiera
las tácticas de divide y vencerás de la Revolución de Color en las que
el establishment confiaba de manera peligrosa e
irresponsable con la ayuda de George Soros y sus extremistas urbanos del
“Black Lives Matter”, pudieron intimidar al movimiento Trump y
obligarlo a detenerse, lo cual atestigua la profunda convicción que los
partidarios de Trump tienen en sus creencias, y la esperanza que tienen
en que su candidato finalmente los liberará de la miseria que ha llegado
a definir sus vidas.
Queridos amigos extranjeros, olvídense de todo lo
que hayan pensado sobre el sistema estadounidense, la ideología nacional
y el pueblo estadounidense. A partir de aquí, usted y el 99% de todos
los demás observadores no estadounidenses comienzan desde el día 1 a
trabajar para entender los matices interiores del país de Trump y de la
Norteamérica de Trump. Mi estado de Ohio tuvo el más alto honor de ser
la mayor molestia para Hillary Clinton por un 9%, algo que ha
conmocionado al establishment. Nosotros, el pueblo de Ohio, somos el corazón de Trumpland.
No ganó por unos pocos puntos porcentuales como en cualquier otro
estado indeciso, sino por casi dos dígitos. Esto debería ser prueba más
que suficiente para que todo lo que yo, como habitante nacido y criado
en Cleveland, estoy revelando sobre cómo y por qué ganó Trump en el
“Rust Belt” y rompió el cortafuegos de Hillary. De donde soy, la gente
no sólo tiene 1 o 2 signos de Trump en su patio, tienen 5, 10 o 20,
especialmente si viven en las tierras de cultivo justo fuera de la
ciudad.
No espero que entienda todo lo que escribí, y
mucho menos que esté de acuerdo con ello, pero me sentí obligado a hacer
lo mejor que pudiera para informarle acerca de por qué Trump ganó, y
las razones detrás de la revuelta del “Rust Belt” contra el establishment que
le entregó la presidencia. Por todo lo que se podría pensar que son sus
defectos personales e ideológicos, los partidarios de Trump se sienten
validados por esta elección porque demostró que el sistema y todos sus
cómplices estuvieron mintiendo todo el tiempo sobre la “inminente
mayoría aplastante” de Hillary. Lo que había sido ridiculizado durante
más de un año y medio como el “pensamiento conspiratorio” de una “vasta
conspiración de derecha” (con vínculos fantasmales e inventados con los
servicios secretos rusos), fue expuesto como un hecho, el establishment
mintió de verdad todo este tiempo y libró desesperadamente lo que
equivale a la más intensa operación psicológica contra los
estadounidenses jamás realizada en la historia, y esa es la guerra
contra el pueblo. Nadie puede negarlo por más tiempo, los hechos son los
hechos y todos los “pensadores”, analistas y “expertos” “oficiales” se
equivocaron porque deliberadamente se negaron a reconocer la realidad
que tenían ante sus ojos, o fueron cómplices al ponerse del lado del
sistema por la propia expectativa de terminar beneficiándose de alguna
manera de su perpetuación.
Hay por delante tiempos difíciles, y la nación
está más dividida y polarizada que nunca, aunque esto se debe en gran
parte a los persistentes efectos psicológicos de la guerra contra el
pueblo del establishment más que a cualquier otra cosa. La Segunda Revolución Americana fue de hecho una victoria del pueblo norteamericano sobre el establishment,
pero ahora está bajo la amenaza de la contrarrevolución clintonista que
estalló en las calles de muchas ciudades americanas pro-demócratas. Es
el apogeo de la ironía el que las personas que hace unos días criticaron
a Trump por no comprometerse a respetar ciegamente los resultados de la
votación, sean ahora las que no reconocen su resultado y estén
preparadas para desgarrar las ciudades interiores de Norteamérica sólo
porque no pudieron robar las elecciones de nuestra vida.
No creo que nadie sepa en qué medida los
alborotadores van a ser dirigidos/engañados por sus manipuladores de
Hillary-Soros-neoconservadores, ni cómo el presidente electo Trump
responderá a sus disturbios una vez que asuma su cargo a mediados de
enero, pero lo que de hecho puedo decirle a todos y cada uno de ustedes
sin un resquicio de duda en mi mente, es que los partidarios de Trump
del “Rust Belt” del Medio Oeste, que ayudaron a darle su victoria en
primer lugar, formarán la vanguardia del movimiento de la Revolución de color inversa, para proteger legalmente la legitimidad constitucional del 45º Presidente si las cosas se salen de control desastrosamente.
* Rust Belt (cinturón de óxido), también conocido como Manufacturing Belt
(cinturón de las manufacturas, cinturón industrial), región de Estados
Unidos que engloba principalmente estados del área conocida como Medio
Este y algunas zonas del área Atlántico Medio [n.d.T.].
** Cuello azul (blue collar) o trabajador
de cuello azul es un término que se utiliza para designar a los
individuos que forman la parte más baja de la jerarquía de las empresas;
con frecuencia señala a trabajadores manuales y obreros, en oposición a
los llamados cuellos blancos: dirigentes y otros cuadros superiores
administrativos y técnicos.
Fuente: Katehon.
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