El Departamento de Defensa de Estados Unidos está evaluando la posibilidad de enviar tropas de combate a Siria para luchar contra el Estado Islámico
(IS, por sus siglas en inglés), según informa la cadena de televisión
CNN citando a fuentes oficiales del Pentágono. CNN no ha dicho cuántos
soldados podrían ir, pero sí que el despliegue, en el caso de que fuera
decidido, se llevaría a cabo pronto.
La propuesta definitiva del Pentágono será presentada al presidente estadounidense, Donald Trump, a finales de este mes. Trump ha dado de plazo hasta entonces a los militares para que le presenten nuevos planes para combatir al IS. Si EEUU envía tropas de tierra a Siria, se producirá, además, un cambio en la dinámica de la guerra. El Gobierno de Barack Obama había planeado para 2017 la toma de la ciudad de Raqqa, en la que el IS tiene la capital de su califato, por las milicias kurdas y de otros grupos que se oponen al dictador sirio, Bashar Asad. Pero, según el diario The Washington Post, Donald Trump ha decidido cancelarlos.
Si Raqqa es conquistada por soldados de EEUU, los grupos de la oposición siria a Asad, que han sido el principal blanco de los bombardeos de Rusia, perderán la oportunidad de apuntarse un tanto estratégico.
En la actualidad, Estados Unidos tiene alrededor de 300 soldados de las Fuerzas Especiales dentro de Siria. Allí, llevan a cabo acciones de comando contra el IS, y también ayudan a identificar blancos para los bombardeos que EEUU lleva realizando sobre el territorio controlado por los fundamentalistas desde julio de 2015. En Irak, EEUU tiene al menos 5.000 soldados, que llevan a cabo misiones de entrenamiento y también de bombardeo de artillería con misiles tierra-tierra contra el IS. Esas cifras no incluyen paramilitares de la CIA, Fuerzas Especiales que rotan en ese teatro de operaciones, ni las unidades navales y aéreas que participan en los bombardeos al IS.
En el caso de que Trump decidiera intervenir con tropas de combate en Siria, se produciría un salto cualitativo en el conflicto.
Por primera vez habría soldados estadounidenses enfrentándose directamente al IS de forma sostenida en una guerra convencional. Una operación de ese tipo requeriría, además, coordinar a las tropas estadounidenses con la Fuerza Aérea Rusa, que bombardea Siria -aunque, según EEUU, centra sus ataques en la oposición al dictador de ese país, Bashar Asad, y no al IS-, con la de otros países que colaboran en la lucha contra la milicia fundamentalista, y con las milicias sirias que combaten al IS. Todo el despliegue sería coordinado desde Kuwait, que es donde EEUU y sus aliados dirigen las actuales operaciones en Irak y Siria.
Desde el inicio de los bombardeos de EEUU en Irak y Siria, el IS ha perdido la mitad del territorio que controlaba, incluyendo la parte oriental de la segunda ciudad de Irak, Mosul.
La propuesta definitiva del Pentágono será presentada al presidente estadounidense, Donald Trump, a finales de este mes. Trump ha dado de plazo hasta entonces a los militares para que le presenten nuevos planes para combatir al IS. Si EEUU envía tropas de tierra a Siria, se producirá, además, un cambio en la dinámica de la guerra. El Gobierno de Barack Obama había planeado para 2017 la toma de la ciudad de Raqqa, en la que el IS tiene la capital de su califato, por las milicias kurdas y de otros grupos que se oponen al dictador sirio, Bashar Asad. Pero, según el diario The Washington Post, Donald Trump ha decidido cancelarlos.
Si Raqqa es conquistada por soldados de EEUU, los grupos de la oposición siria a Asad, que han sido el principal blanco de los bombardeos de Rusia, perderán la oportunidad de apuntarse un tanto estratégico.
En la actualidad, Estados Unidos tiene alrededor de 300 soldados de las Fuerzas Especiales dentro de Siria. Allí, llevan a cabo acciones de comando contra el IS, y también ayudan a identificar blancos para los bombardeos que EEUU lleva realizando sobre el territorio controlado por los fundamentalistas desde julio de 2015. En Irak, EEUU tiene al menos 5.000 soldados, que llevan a cabo misiones de entrenamiento y también de bombardeo de artillería con misiles tierra-tierra contra el IS. Esas cifras no incluyen paramilitares de la CIA, Fuerzas Especiales que rotan en ese teatro de operaciones, ni las unidades navales y aéreas que participan en los bombardeos al IS.
En el caso de que Trump decidiera intervenir con tropas de combate en Siria, se produciría un salto cualitativo en el conflicto.
Por primera vez habría soldados estadounidenses enfrentándose directamente al IS de forma sostenida en una guerra convencional. Una operación de ese tipo requeriría, además, coordinar a las tropas estadounidenses con la Fuerza Aérea Rusa, que bombardea Siria -aunque, según EEUU, centra sus ataques en la oposición al dictador de ese país, Bashar Asad, y no al IS-, con la de otros países que colaboran en la lucha contra la milicia fundamentalista, y con las milicias sirias que combaten al IS. Todo el despliegue sería coordinado desde Kuwait, que es donde EEUU y sus aliados dirigen las actuales operaciones en Irak y Siria.
Desde el inicio de los bombardeos de EEUU en Irak y Siria, el IS ha perdido la mitad del territorio que controlaba, incluyendo la parte oriental de la segunda ciudad de Irak, Mosul.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario