La
trabajadora del servicio de limpieza Matilda P.R. se encontraba
haciendo su servicio en la galería principal del Museo cuando recibió
una llamada urgente y se vió obligada a abandonar su puesto. Con las
prisas Matilda dejó olvidado su carrito de limpieza donde estaba en ese
momento. Los visitantes no tardaron a agolparse alrededor del carrito
creyendo que era una pieza de arte más del museo. Guardias de seguridad y
personal del Museo se acercaron también a admirar la obra. Uno de los
visitantes llegó a hacer una oferta en firme de 400.000 euros por
adquirir la pieza, la cual catalogó como “La obra más auténtica que he
visto en mi vida. Representa la cruda realidad, sin matices…”. Cuando
llegó la hora de entrada del siguiente turno de limpieza y quitaron el
carrito de la galería los visitantes allí agolpados, que ya sumaban la
veintena, se miraron unos a otros con cara extraña y se dispersaron por
otras partes del Museo.
Finalmente la oferta por el carrito fue retirada, pero vista la repercusión que tuvo, el Museo ha organizado para el próximo mayo una exposición con el nombre de “Lo Cotidiano” donde se mostrarán piezas de uso común para deleite de los visitantes.
lavozdelbecario.es
Finalmente la oferta por el carrito fue retirada, pero vista la repercusión que tuvo, el Museo ha organizado para el próximo mayo una exposición con el nombre de “Lo Cotidiano” donde se mostrarán piezas de uso común para deleite de los visitantes.
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